José Luis Gómez: "La subida del IVA atenta contra la supervivencia cultural"

El actor y director onubense ingresa este domingo en la RAE con el discurso 'Breviario de teatro para espectadores activos'.

José Luis Gómez: "La subida del IVA atenta contra la supervivencia cultural"
José Luis Gómez: "La subida del IVA atenta contra la supervivencia cultural"
Ana Mendoza (Efe) / Madrid

24 de enero 2014 - 12:14

El actor unubense José Luis Gómez, que este domingo lee su discurso de ingreso en la Real Academia Española, cree que la subida del IVA al 21%, en un país como España donde la cultura "es fundamental, es un inmenso error que va al corazón de nuestra supervivencia cultural". El problema no es sólo que esa subida "haya castigado duramente" al cine y al teatro, sino que "atenta contra la línea de flotación de España como referente cultural", afirma este gran actor, Premio Nacional de Teatro y Premio al mejor actor del Festival de Cannes por la película Pascual Duarte.

En su casa de Madrid, Gómez (Huelva, 1940) habla de su discurso que, como es lógico, estará dedicado al teatro, "uno de los grandes archivos de la memoria de occidente". Dice que espera poder aportar a los trabajos de la Academia el cuidado del habla escénica y explica ese proyecto de Cómicos de la lengua con el que contribuirá al tricentenario de la RAE, acompañado por algunos de los mejores actores españoles.

Pero la crisis ha afectado de lleno al mundo de la cultura y Gómez muestra su preocupación por las consecuencias que está teniendo la subida del IVA al 21%, "prácticamente sin parangón en Europa". Y lo considera "un inmenso error en una país que quiere ser foco de irradiación para el resto de los 400 millones de hispanohablantes". Alemania, una nación en la que José Luis Gómez se formó y trabajó como actor durante años y que por tanto conoce bien, "sufrió unos recortes enormes durante la época del canciller Gerhard Schröder, y no se tocó la cultura porque las élites políticas alemanas son más cultivadas que las españolas y saben muy bien hasta qué punto la cultura dinamiza incluso el tejido empresarial y productivo". "Parecería que a nuestros responsables políticos, dicho con todo el respeto, estas consideraciones ni se les han pasado por la cabeza", señala el fundador y director del teatro La Abadía antes de recordar que en naciones que también han hecho recortes y que "han estado acuciadas", como Irlanda, Portugal y Grecia, las subidas del IVA "no se han producido de esa manera". Gómez opina que, en las circunstancias actuales, nuestro país "cada vez tiene menos que decir" en el terreno cultural, y comenta que, si cuando se habla de la marca España, sólo "tenemos que promocionar una imagen gastronómica y el flamenco, nos quedamos muy cortos". No quiere decir que "eso no sea valiosísimo, pero no es sustancial. No es la médula".

Este hombre que en el cine ha trabajado a las órdenes de realizadores como Ricardo Franco, Manuel Gutiérrez Aragón, Carlos Saura, Milos Forman o Pedro Almodóvar, es el primer actor que ingresa en la RAE sin tener obra escrita. Pero como dijo el filósofo Emilio Lledó cuando defendió la candidatura de Gómez, "antes de que cualquier obra escrita existiera había habido miles de años de oralidad que habían contribuido de manera decisoria a la cultura". Y en oralidad hay pocos que le ganen a José Luis Gómez, que a lo largo de su carrera ha puesto su atención "en una cierta regeneración de la alocución escénica", que es mucho más que una buena dicción. "Se trata de que la lengua cobre el mejor sonido y sea plena portadora de sentido", señala el actor cuyo discurso de ingreso se titula Breviario de teatro para espectadores activos.

Acostumbrado a subirse a los escenarios, a Gómez no le pone nervioso la solemnidad que rodea este tipo de ceremonias académicas, pero sí le impresiona "la razón" por la que él entra en la Academia, que es su experiencia en un aspecto "fundamental" de la lengua: la oralidad. Por eso tendrá que leer su discurso "con la debida propiedad. Es decir, tiene que ser claro de sentido, deleitable en la transmisión y diáfano en la alocución". En su intervención reflejará la pasión que siente por el teatro, ese "archivo ideológico histórico de las emociones y preocupaciones de los hombres a lo largo de 2.500 años", y hará una gran defensa del oficio de actor y de "la lengua en el teatro". "El teatro es el único sitio, más allá de la vida, donde la lengua se manifiesta en acción, condensada en su mejor aspecto y en acción".

Y es "el lugar privilegiado de la lengua. Lo es en todos los países que son muy conscientes de ese legado, como Inglaterra, Francia, Alemania, Rusia, Polonia y Hungría", subraya este actor que ocupará el sillón Z, perteneciente a Francisco Ayala hasta su muerte en 2009. "Me siento deudor de Ayala, primero como ciudadano y luego como lector y amante de la lengua", asegura Gómez, que ha trabajado "mucho" el elogio que hará de su antecesor.

Al nuevo académico le gusta el término de "cómico" para designar a los de su oficio. "Es una palabra despectiva, pero al mismo tiempo llena de ternura y de una cierta empatía". "Los cómicos sí han vivido el rechazo durante mucho tiempo, y la exclusión y la utilización instrumental. Y también viven con el orgullo, consciente o no, de la función simbólica del actor, que la tiene y mucho en una sociedad como esta", explica.

Respecto a Cómicos de la lengua, Gómez avanza contará con algunos de los mejores actores españoles para llevar a cabo el proyecto, incluido en el programa de celebración del tercer centenario de la RAE, para dar vida a diferentes textos de la literatura, desde Mio Cid hasta Valle Inclán. Gómez se ha embarcado con gusto en esta iniciativa porque cree que la Academia "tiene saberes acerca de la lengua que la gente del teatro necesita, y los hacedores tienen saberes antiguos que también la Academia necesita". El propósito de esa "aventura" es llevar a un público lo más amplio posible "el viaje" que ha hecho la lengua española a lo largo del tiempo. Y para ello ha llamado a una serie de compañeros a los que respeta y admira "muchísimo". Algunos son de su generación y "otros más jóvenes".

Será José Luis Gómez quien inaugure y cierre este proyecto con la lectura del Cantar de Mio Cid y de Valle-Inclán. Carlos Hipólito se encargará de El libro de buen amor; La Celestina la defenderán Carmen Machi, Israel Elejalde y Beatriz Argüello, y El Quijote le tocará a Ernesto Arias. También se leerán textos de Teresa de Ávila (Julia Gutiérrez Caba), de La vida es sueño (Blanca Portillo y José Luis Gómez), de Góngora y Quevedo (José Sacristán y Helio Pedregal), de José Cadalso (Pedro Casablanc), y Emilio Gutiérrez Caba interpretará fragmentos de La regenta.

"No serán simples lecturas. Serán lecturas en vida, con los recursos del actor discretamente usados", y habrá también un filólogo que "en cinco minutos situará el texto", explica José Luis Gómez, que cree que, con él, entra su oficio en la Academia, y por eso ha querido dirigir este proyecto. "Los actores tienen un oficio muy antiguo. No somos conscientes de hasta qué punto llevamos memoria dentro porque la vida de los actores en España ha sido muy azarosa, quizá más que en otros países".

Las lecturas se desarrollarán en la propia Academia y en teatros públicos como el Centro Dramático Nacional, la Compañía Nacional de Teatro Clásico, el Teatro Español y el de la Abadía, que es también público aunque su gestión sea privada.

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