La zaragozana Lara Almarcegui aborda las ciudades buscando en ellas sus rincones esquivos: los descampados que siempre esconden una historia en su abandono o los terrenos que acogieron un gran acontecimiento -una exposición universal, una feria- y que pasaron del esplendor a la decadencia. Ese acercamiento a los márgenes de la realidad urbana centra la exposición que el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) inaugura hoy, la primera muestra en España que recorre la trayectoria de la creadora con obras -diapositivas, fotografías, publicaciones y vídeos- realizadas entre 2003 y la actualidad.

Entre los atractivos del catálogo se encuentran algunas guías de descampados que Almarcegui elabora desde hace tiempo, publicaciones dedicadas a solares de Londres, Sao Paulo y Sharjah, en los Emiratos Árabes. La aragonesa, que reside en Holanda desde hace años, sabe que la reivindicación de estas ruinas seguirá formando parte de su universo como artista. "Los descampados son necesarios para las ciudades, porque hay mucho diseño y mucha arquitectura por todas partes y hacen falta espacios libres que nadie defiende. Ésa es la inquietud que tengo: no es lo único que hago, pero sé que voy a seguir haciéndolo", asegura Almarcegui.

La autora ha conseguido en su empeño "un paso más, que consiste en proteger un terreno, convencer a los propietarios para que ese sitio se quede sin construir ni diseñar. Son espacios en los que habría entrado un arquitecto de paisaje, que habría puesto un banco o un camino, si no hubiese llegado yo antes", explica. Entre sus máximas conquistas, de la que hay testimonios en la exposición del CAAC, está un terreno de Zaragoza, "en el Parque del Agua, que se hizo con motivo de la Expo. Conseguimos acotar un fragmento y que no se diseñara ahí, darle la vuelta a un proyecto que planteaba un concurso de escultura tradicional".

Las investigaciones que emprende Almarcegui, un trabajo "riguroso y casi científico en el sentido de que no aporta argumentario a su objeto de estudio" según el director del CAAC, Juan Antonio Álvarez Reyes, también se detienen en las transformaciones que vive la ciudad con motivo de los grandes eventos que se organizan en ella. Este interés se refleja en obras como la que la artista dedicó al Festival Internacional de Jardines de Liverpool, una cita que dejó como legado un espectáculo de una rara belleza: una extensión en la que convivían las especies más exóticas es ahora, con el declive, una mezcla de esa vegetación imposible con las plantas autóctonas. Almarcegui reconoce que una visita a Sevilla, en la que paseó junto a los inmuebles de la Expo 92 cuando ya había transcurrido tiempo de ese acontecimiento, le inspiró para su trayectoria posterior: supo que esos territorios donde las ambiciones daban paso al olvido escondían interesantes exploraciones sobre los caprichos del urbanismo. Recientemente ha estudiado los alrededores del río Lea, "una cuenca industrializada y decadente, que se verá afectada por los Juegos Olímpicos de Londres", y ya muestra interés en analizar los efectos de la candidatura de Roma a las Olimpiadas.

En Materiales de construcción, otra serie que exhibe Almarcegui en el CAAC, la artista ofrece una perspectiva insólita de algunas ciudades como Burgos, Dijon o São Paulo, y propone la medición de los componentes, volúmenes y pesos que conforman las edificaciones. "Algo gracioso que nos ocurre es que nadie cree que lo hayamos calculado en serio. Nos hemos dado la paliza y la gente piensa que lo hacemos en broma", confiesa. Otro proyecto singular que presenta la autora, en su exploración de los espacios, es una curiosa performance que ha realizado en algunas salas, en las que ha levantado y ha vuelto a colocar el suelo, un proceso del que dejan constancia una serie de diapositivas.

Lara Almarcegui. CAAC. Inauguración, esta noche a las 20:00. Hasta el 12 de febrero.