Les Luthiers | Entrevista

"Si parecemos de otra época, a lo mejor es porque el humor se ha abaratado"

  • Los argentinos regresan a Sevilla en septiembre para ofrecer en el Teatro de la Maestranza ocho funciones de una nueva antología basada en piezas antiguas, 'Viejos hazmerreíres'

Tomás Mayer Wolf, Martín O’Connor, Carlos López Puccio, Tato Turano, Roberto Antier y Jorge Maronna: la formación con la que Les Luthiers regresarán a Sevilla..

Tomás Mayer Wolf, Martín O’Connor, Carlos López Puccio, Tato Turano, Roberto Antier y Jorge Maronna: la formación con la que Les Luthiers regresarán a Sevilla.. / D. S.

"Mirémoslos así: lo bueno de la espera es que luego llegan los espectáculos puliditos, probados y mejorados", dice Jorge Maronna, que junto con Carlos López Puccio es el único de los integrantes históricos de Les Luthiers que hoy continúa en activo, encadenando largas giras con espectáculos que, desde hace años, reúnen e interpretan selecciones de piezas antiguas junto a contados números nuevos a modo de golosinas para el numeroso público que conserva este grupo cómico-musical que podría darle lecciones de veteranía a los Rolling Stones.

Y con una de estas habituales selecciones de su vastísimo repertorio levantado durante más de 50 años, titulada Viejos hazmerreíres y estrenada en Argentina en 2014, regresará pronto el grupo a Sevilla para ofrecer ocho actuaciones entre los días 6 y 15 del próximo septiembre en el Teatro de la Maestranza. "La obra lleva varios años en cartel en América, ha tenido un largo recorrido, desde luego. Se trata de una antología con piezas de otros momentos, las más antiguas de ellas de los años 80 sobre todo. También hemos incluido una de nueva creación, Receta postrera, en la que dos ancianas comparten con el público sus recetas para hacer crepes entre valses tocados con batería de cocina, sartén y cuchara de madera", explica Maronna al otro lado del teléfono, en su casa de Buenos Aires.

A esta nueva gira española llegarán Les Luthiers con una formación inédita, con bajas tan fundamentales como las de Daniel Rabinovich, fallecido en 2015; Carlos Núñez Cortés, que se retiró de los escenarios en 2017; y Marcos Mundstock, que tenía previsto participar en estas actuaciones pero hubo de cancelar el pasado mes de marzo todos sus compromisos profesionales por un "tratamiento médico impostergable". "Son muchas ausencias, sí. La muerte de Daniel ya nos había llenado de dudas... Y luego lo de Marcos, tan de repente. Al principio fue muy raro para nosotros actuar con la nueva configuración del grupo, no te voy a mentir, pero para nuestra sorpresa ¡el público responde!, reacciona con la misma calidez, con la misma alegría, con las mismas ganas de diversión. Así que tengo que concluir, por misterioso que haya resultado para mí mismo en algunas ocasiones, que nuestros shows siguen perfectamente vivos", dice al respecto.

Este contexto, con el tiempo haciendo estragos, no se antoja como el más propicio para que la formación aborde la creación de un espectáculo compuesto enteramente por material nuevo. Y sin embargo... Asegura Maronna que la formación está dando forma a una obra que, si bien no será totalmente de nueva creación, ofrecerá muchas más piezas de estreno de lo habitual. "De momento tenemos cuatro y las estamos probando en directo. Así hemos funcionado siempre, el humor no es una ciencia exacta y el proceso necesariamente se parece mucho a la dinámica de ensayo y error", dice sobre este proyecto que se verá por primera vez en Argentina en 2020 y llegará a España "tres o cuatro años después", aventura.

Jorge Maronna (Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, 1948). Jorge Maronna (Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, 1948).

Jorge Maronna (Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, 1948). / D. S.

Reconoce Maronna, que pertenece a la facción más musical de Les Luthiers y que en su tiempo libre de compromisos con el grupo aprovecha para acometer proyectos como la composición de una serie de piezas corales en torno a textos del singular poeta bonaerense Oliverio Girondo, que a veces se sienten como resistentes de un Antiguo Régimen. El humor que se hace hoy, dice, le parece "burdo". "Si nosotros, a veces, podemos parecer fuera de contexto, como de otra época, es porque lo somos, llevamos más de 50 años... Pero a lo mejor también porque el humor se ha abaratado. A nosotros nos gusta que en nuestras obras haya cierta sutileza, cierto pensamiento, lo que no quiere decir que no haya cosas que se basan en una gracia más directa, o más simple si quieres, o que para disfrutar de nuestros espectáculos y entenderlos uno deba tener una vasta cultura", afirma.

Lo que no alcanza a entender del todo el luthier es exactamente qué mecanismos de la psicología colectiva han activado lo que llama la "corrección política obligada". "A nosotros no nos han tocado demasiado esos problemas, esa cantidad de gente indignada por todo, porque siempre hemos hecho un humor blanco, familiar. Es verdad que, mirando nuestro repertorio, que es muy amplio, podríamos encontrar chistes un poquito misóginos que ahora estamos revisando... Pero son detalles muy menores, cosas sin importancia. La sensibilidad de los públicos va cambiando, es un hecho, y en esta época toca ser obligatoriamente prudentes. Por otro lado, a nosotros nunca nos ha interesado jugar a ser provocadores".

Hay, por último, una pregunta que desde hace años se hacen los fidelísimos seguidores de Les Luthiers, que parecen debatirse entre el temor a que ocurra y la sorpresa por el hecho de que aún no haya ocurrido: ¿hasta cuándo se puede cumplir sobre el escenario con esa impoluta profesionalidad que exhiben siempre los argentinos sin caer en el hastío? ¿Han generado Les Luthiers una industria de la que no se pueden apear? "Quién sabe. Éste es un tema ya antiguo –ríe Maronna, muy diplomático–. Yo sólo diré que el grupo funciona y los espectáculos siguen siendo una fiesta".

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