'La mujer del Rey' | Crítica

Libre interpretación de las amazonas de Dahomei

Fotograma de 'La mujer del rey'

Fotograma de 'La mujer del rey'

Nacida como directora, tras ser guionista de televisión, a la sombra del festival e instituto Sundance con Love & Basketball, una comedia romántica, Gina Prince-Bythewood ha logrado hibridar el cine de preocupación social y afirmación afroamericana con el comercial a través de melodramas agridulces (La vida secreta de las abejas), comedias dramáticas de trasfondo musical (Beyond the Lights) y películas de superheroínas basadas en tebeos (La vieja guardia) para abordar ahora el relato épico histórico. Se trata del singular caso de las llamadas amazonas de Dahomey, un cuerpo de mujeres guerreras incorporadas al ejército del poderoso reino africano desde el siglo XVIII hasta principios del XX, cuando el país pasó a ser un protectorado francés, siendo sus últimos combates contra las tropas francesas.

Un tema tan poco conocido como interesante que el cine no africano solo ha tratado en Cobra Verde de Herzog (en la que, por cierto, se representan las luces y sombras de estas guerreras y de este reino que, además de ser beligerantemente expansivo, participó en el tráfico de esclavos a la vez era víctima de él). Para la directora el tema es un pretexto para internarse en el cine de acción con base histórica sin abandonar -muy al contrario, potenciándolos al tratarse de mujeres guerreras africanas- su línea de reivindicación femenista y afroamericana, aquí reforzada con elementos antiesclavistas y anticolonialistas. La película no dista mucho de las del actual cine histórico o seudo histórico protagonizado por hombres hercúleos que, más que con el dios mitológico, tienen que ver con mozos esculpidos entre gimnasios y quirófanos. Y por supuesto con blockbusteres que podríamos llamar afro-cine-cómics tipo Black Panther: Wakanda Forever y, si nos ponemos arqueológicos, con la vertiente femenina del blaxploitation a lo Cleopatra Jones o lo Grace Jones (sobre todo como la super mala May Day en Panorama para matar.   

En esta película las mujeres luchan a veces entre ellas mismas, por aquello de las conspiraciones palaciegas, pero sobre contra los hombres representados por los suyos que quieren dominarlas, por los malísimos reinos rivales y por los aún más malos esclavistas. Es eficaz en la medida en que navega a favor de la corriente. Como sucedía en Wakanda Forever la ambientación africana da para mucho colorismo local, mucha ceremonia curiosa y, por supuesto, combates. Se deja ver. Y se agradece la presencia de esa gran actriz que es Viola Davis, merecedora de mejores guiones y directores o directoras que hagan justicia a su talento.    

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios