Muere el pianista sueco Esbjörn Svensson, una figura imprescindible del jazz europeo

Svensson, líder de E.S.T., falleció a los 44 años mientras buceaba en aguas de Estocolmo

Alberto Marina Castillo / Sevilla

17 de junio 2008 - 05:00

Abundan las frases rimbombantes de quienes, casi desde su mismo nacimiento, han dado al jazz por muerto. "Esto ya no es lo que era", "esto no es jazz, no se parece en absoluto a lo que antaño solíamos llamar jazz". Y son, paradójicamente, ese tipo de sentencias negadoras las que mejor reflejan la naturaleza estrictamente cambiante del jazz, tan apegado al instante, al preciso momento de su ejecución, en gran medida improvisada, que no podría sino quedar sometido a una continua transformación, a una revisión constante, y erigirse en auténtico espíritu de los tiempos que corren.

Pues bien, E.S.T. era uno de esos grupos capaces de devolverle a cualquiera la esperanza. Y ello, no regresando mediante un ejercicio de vana nostalgia a lo que se supone que fuera el jazz en otro tiempo, sino arrimándose a la escurridiza esencia de esa música que amamos. Pero el sábado murió a los 44 años, en un accidente de buceo en los islotes de Estocolmo, Esbjörn Svensson, pianista y alma del trío sueco, completado por el contrabajista Dan Berglund y el batería Magnus Öström, una de las formaciones más celebradas tanto en Europa como en el panorama jazzístico internacional, con el raro acuerdo de crítica y público. Un público que rebasaba, como su música desprejuiciada y caudalosa, el marco meramente jazzístico. Cuesta hablar en pasado de un grupo que estaba en la cresta de la ola, que nos estremece con su recién publicado Live in Hamburg y del que aparecerá, el próximo otoño, un nuevo álbum. La máxima latina, ars longa, vita brevis, se impone como un marchamo intolerable. Pero, ¿a qué más puede aspirar el artista? Svensson permanece en una decena de discos imprescindibles.

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