Patronos, mecenas y coleccionistas respaldan la labor científica de la pinacoteca madrileña

Si alguien duda del poder transformador de la amistad y el arte, debe visitar urgentemente la exposición sobre Murillo y Justino de Neve. "Magnífica". "Histórica". "Bellísima". Todos los asistentes optaron anoche por palabras esdrújulas para calificar una muestra que es forzoso leer también en clave sevillana. Así, a la directora de la Fundación Focus, Anabel Morillo, le emocionaba el rescate de las obras y la ocasión "única e inédita" que supondrá, cuando lleguen en octubre al Hospital de los Venerables, "verlas en la sede para las que muchas de ellas fueron concebidas". El presidente de Abengoa Felipe Benjumea y el de la Fundación Focus José B.Terceiro (recién nombrado académico de número de la RAE) elogiaron la histórica reunión entre la Inmaculada que atesora el Prado y su marco, que se conserva en Los Venerables. La abogada Ana María Ruiz Tagle, patrona del Prado, se emocionaba ante el San Pedro arrepentido, localizado por Finaldi en la Isla de Man. "Gabriele, los conservadores y restauradores están continuamente investigando y en estas salas podemos comprender por qué este museo tiene una posición incomparable y cómo suceden hallazgos como el reciente de la Mona Lisa del Prado. La modernidad de estas obras de Murillo, su colorido y el valor de la amistad constituye una lección maravillosa".

La delegada de Cultura de Sevilla, Mar Sánchez Estrella, resaltaba "los avatares de la Historia por los que salieron de nuestra ciudad estas obras, que regresarán temporalmente a Sevilla gracias a esta exposición magnífica". "Habría que tener la suficiente madurez democrática para que el marco de la Inmaculada Concepción vaya al cuadro o viceversa", reflexionaba, a su lado, el profesor Benito Navarrete.