Los Punsetes, segundo asalto

La banda madrileña, una de las principales atracciones del South Pop Festival, presenta el sábado en el Teatro Alameda sus nuevas canciones de pop turbador de doble fondo

Imagen promocional de Los Punsetes, cinco madrileños que aman a Eduard Punset.
Imagen promocional de Los Punsetes, cinco madrileños que aman a Eduard Punset.
Francisco Camero / Sevilla

24 de marzo 2010 - 05:00

El debut de Los Punsetes fue uno de los más arrolladores que se recuerdan en mucho tiempo en la escena independiente nacional. Hace ya dos años, pero de aquel clamor, que encontró su caja de resonancia en internet, queda todavía hoy un intenso eco. "No sé cómo se percibirá desde fuera. Pero debo decir que más allá de una agenda bastante más apretada, mi vida y la de los demás sigue siendo exactamente igual. Vamos, que estoy respondiendo desde la oficina", escribe vía email Jorge, guitarrista de la banda madrileña, que acaba de publicar su segundo disco, LP2 (Everlasting), un trabajo esencialmente continuista aunque con un giro muy perceptible en su sonido. Este sábado lo presentan en el Teatro Alameda, uno de los momentos a priori más interesantes de la sexta edición del South Pop Festival.

El humor negro, el regusto amargo y extraño, los puntos de vista oblicuos, toda esa estética del mal rollo con facilidad para la melodía poco o nada trillada y pegadiza sigue presente en su nuevo trabajo, marcado al mismo tiempo por una producción (de David Rodríguez: Beef, La Bien Querida...) en la que el tratamiento del sonido es mucho más claro, más pop, lejos del acabado más amateur y sucio de su anterior álbum. "Creo que ha sido por el estudio y las condiciones en que se grabó, mucho mejores que las del primer disco. La influencia de David es otra, más orientada al enfoque de las canciones en sí que al acabado. Y hay que destacar, que mucha gente se olvida, el trabajo maravilloso de Pere Serrano en la mezcla", explica el guitarrista.

Otro cambio importante tiene que ver con la voz de Ariadna, mucho más nítida y con mayor amplitud de registros, un elemento clave para la temperatura emocional de la música de Los Punsetes, para esa engañosa frialdad que apenas esconde sus puñaladas desganadas. "Mucha parte de culpa la tiene David, que me animó a probar cosas que no se me había ocurrido hacer", dice la vocalista, cuya forma de cantar es comparada frecuentemente con la de los grupos de la Movida, aunque ella prefiere en este aspecto a mujeres tan dispares como Madonna, Dulce Pontes, Debbie Harry (Blondie) o Victoria Legrand (Beach House).

Es ella la que interpreta -con cierta incomodidad en ocasiones, según confesó en otro momento- las letras que escriben sus compañeros Manu y Gonzalo. En LP2 sobrevuela casi constantemente el tema del dinero, "una variación -mucho más acertada y clara, probablemente- del tema del trabajo y las obligaciones que ya había aparecido en otras canciones". "Asumo que a mucha gente el trabajo no le hace ninguna gracia y preferiría saltárselo", dice el guitarrista de una banda con "personas muy distintas" que abarcan "un amplio abanico de formas de ver la vida, desde el optimismo más injustificado hasta el descreimiento absoluto". Entre ellas, como curiosidad, un batería, Chema, autor de una tesis sobre David Cronenberg dedicada en parte a Crash, la película inspirada en la novela de Ballard, autores cuyo perturbador influjo es rastreable en temas del primer disco como Accidentes o Lo natural. "Lo más interesante de ambos es la inclusión de lo corporal dentro de un discurso delirante que marca la quiebra de lo simbólico", dice el músico, seguidor también de los cineastas Jean-Claude Lauzon y Michael Haneke y de los escritores Stanislav Lem y Thomas Bernhard.

A lo largo de la entrevista aparecen un par de afirmaciones llamativas, incluso paradójicas. Una tiene que ver con internet, en cuya efervescencia, vía autoedición y descargas gratuitas en su web, surgió un fenómeno mucho más tarde canalizado por medios tradicionales. "Internet -dice Jorge- es maravilloso como medio de difusión, pero creo que la accesibilidad está influyendo negativamente en la forma de escuchar música". La otra se refiere a las fuentes de su sonido, calificado a menudo de oscuro y ochentista, pero también con un pie en el indie-rock de los 90. "No sabría decir qué década pesa más. Pero sí que me molesta bastante la habitual reducción de la década de los 80 al rollo Movida/Parálisis Permanente/post-punk y oscuridades en general. Los 80 que considero de verdad interesantes son los de Spacemen 3, The Fall, Felt, Julian Cope, Robyn Hitchcock, Television Personalities, The Church o Rain Parade. De los 90 me quedo con Pavement o Guided By Voices", detalla el guitarrista.

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