La Sevilla musical de los Quintero
AUXILIADORA CABALLERO | CRÍTICA
La ficha
****Ciclo de Música de Cámara Hermanos Álvarez Quintero. Programa: Obras de L. Mariani, E. Torres, E. García Torres y J. Larregla. Piano: Axiliadora Caballero. Lugar: Iglesia de Santiago, Utrera. Fecha: Viernes, 23 de septiembre. Aforo: Lleno.
En una loable iniciativa, el Ayuntamiento de Utrera ha querido sumar la Música a los actos de homenaje por los ciento cincuenta años del nacimiento de los hermanos Álvarez Quintero, con un extenso ciclo de música de cámara al que aún le quedan algunas interesantes citas (Mariví Blasco, Cecilia Lavilla).
En esta ocasión ha sido la pianista y organista Auxiliadora Caballero la que se ha unido a la celebración con un programa que une la inteligencia a la sensibilidad por el patrimonio musical más cercano. Caballero nos recreó el ambiente musical de la Sevilla quinteriana, el de esa Sevilla de las dos primeras décadas del siglo XX en la que tantas iniciativas novedosas se fraguaron en materia musical, con la Sociedad Sevillana de Conciertos, la Orquesta Bética de Cámara y el Conservatorio. De Luis Leandro Mariani se interpretaron cuatro piezas en las que se pudo comprobar la interesante inspiración del autor, a caballo entre las tradición chopiniana y el impresionismo. Perfiles que Caballero supo subrayar perfectamente con rubato y sutiles juegos con las dinámicas en “Al pie de la reja”, a la vez que con despliegue de colores mediante el uso del pedal en la impresionista “Brumas”, en la que la sutilidad de su pulsación alcanzó niveles muy poéticos. Otra novedad fueron las piezas del que fuese organista de la catedral, Eduardo Torres, en el que Caballero supo encontrar el fraseo delicado e intimista y la oportuna distribución de acentos para dar pleno sentido a piezas tan acabadas como “Porticum”, de sonoridades organísticas. Para “La plegaria del cenobita” de Evaristo García Torres, la pianista se instaló en un fraseo ligado en la mano derecha para seguir la línea belcantista de la pieza, con grupetos ornamentales expresados de forma nítida. La suficiencia de Caballero en materia de agilidad se puso de manifiesto en los abundantes y complejos pasajes de semicorcheas de la “Jota de concierto” de Larregla, en la que de nuevo la dosificación del rubato sustentó una interpretación brillante y sensible a la par.
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