Rechazos enconados, pero también algunas dudas a la espera de conocer mejor el proyecto. Eso sí, ningún entusiasmo ni, mucho menos, aplausos. En general, la mayoría de los expertos consultados ayer por este periódico mostraron su desconcierto ante la noticia de que el Ayuntamiento expondrá el tesoro del Carambolo en el Antiquarium de las setas mientras no se acometan las obras de rehabilitación del Museo Arqueológico, el lugar en el que, en este aspecto sí hay completa unanimidad, debe mostrarse, de una vez para siempre, la joya tartésica.

El ex director del Museo Arqueológico y miembro de la Academia de Bellas Artes Fernando Fernández es tajante: "En las setas, el Carambolo no pinta nada. Su lugar es el Museo". La razón fundamental es que "estaría descontextualizado", pues los restos del Antiquarium son fundamentalmente romanos, muy posteriores a la época en la que se ejecutó el tesoro.

Más amable, aunque también reticente, es la opinión de los arqueólogos Araceli Rodríguez y Álvaro Fernández, los últimos que han excavado entre 2002 y 2005 el enclave del Carambolo. Para estos especialistas, "el lugar no parece, en principio, el más adecuado... Pero no tiene que haber ningún problema por el hecho de que se exponga allí de manera transitoria". Eso sí, ambos arqueólogos muestran su perplejidad por el revuelo levantado con la noticia, mientras el yacimiento del Carambolo lleva años "abandonado" y "sometido al expolio sin que se haga nada". No tienen dudas en que el lugar donde deben estar los restos es en el Arqueológico.

Mucho más duro en su opinión es el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla Enrique Valdivieso, quien opina que el proyecto "es un recurso oportunista y habilidoso para intentar dar sentido a un espanto de arquitectura... las monstruosas setas".

Isabel de León, presidenta de la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría, duda de si la ubicación es la correcta, pero, de todos modos, cree que la idea de que el tesoro esté expuesto al público es "magnífica". En cualquier caso, pide tiempo para conocer más detenidamente el proyecto y ver finalizada las obras del Antiquarium.

La opinión más favorable es la del arqueólogo Enrique Domínguez. Aunque reconoce que desconoce los "detalles", afirma que no le parecería "mal" la idea. Según Domínguez, "es normal" que el Ayuntamiento quiera exponer un "elemento que es suyo en unas dependencias propias". "No me parece mal ni incorrecto, aunque eso dependerá del proyecto museográfico, que debe dar importancia a la protohistoria de Sevilla"

En las antípodas a esta opinión se encuentra el portavoz de la Asociación de Defensa del Patrimonio Histórico de Andalucía (Adepa), Joaquín Egea, quien, entre carcajadas, consideró la idea como "ridícula". "No es de recibo que, mientras se gasta el dinero en mil ridiculeces, las obras del Arqueológico sigan pendientes por falta de presupuesto".

Finalmente, la portavoz en temas culturales del grupo municipal del PP, María del Mar Sánchez Estrella, mostró su incredulidad por un proyecto "improvisado" que, por lo pronto, "se ubica en un lugar cuyas obras no han finalizado y que todavía no sabemos cuando lo harán", y que, además "acoge restos principalmente romanos, por lo que habría que cambiar todo el discurso museográfico". Sánchez Estrella insistió en las críticas a la falta de inversión del Estado en el Museo Arqueológico.