Recuerda que eres mortal

Este año se cumplen 1.900 años del nacimiento, en Itálica precisamente, del primer emperador romano de la historia nacido en una provincia del Imperio, y la efeméride ha encontrado cierto eco en la comunidad teatral sevillana. Con Trajano. Memento mori vuelve a subir a las tablas la figura de este mandatario y se da la circunstancia de que el propio Moncho Sánchez-Diezma, autor de la pieza además de intérprete y codirector de la misma, acaba de encarnar al mismo personaje en otra obra, Trajano, Optimus Princeps, que ha podido verse en el Antiquarium y con dirección de José María Roca. Si en esta última se analizaban los últimos momentos de la vida del emperador guerrero, los responsables de Panicomedia abarcan en su mirada todo el periodo vital de Marco Ulpio Trajano, donde incluyen, ¡además!, la misma historia del nacimiento de Roma.

Trajano. Memento mori tiene a su favor el excelente trabajo de sus cuatro actores. El juego entre la historia -en muchos momentos sangrienta y trágica- y el trabajo de clown le da un tono simpático a la obra, que se debate entre un registro documental, con voluntad de hacer justicia a un prohombre de nuestro pasado, y el humor blanco, casi dulce, que hace que todo se digiera con mucha facilidad. Pero se echan de menos ciertos límites: contar la historia de Roma y la vida -casi- entera de Trajano acaba resultando pobre: quien mucho abarca, poco aprieta. La autodirección como método de trabajo tampoco ayuda: a veces, la obra parece un recitado más que un texto dramático, y el uso constante de los bloques que conforman la escenografía acaban cansando ya que no aportan ninguna información a la puesta en escena.