Santa Ana recupera su tesoro
Tras más de dos años de ausencia, el retablo de la parroquia vuelve con un esplendor recobrado · Las 15 tablas pintadas por Pedro de Campaña constituyen una de las principales joyas del Renacimiento sevillano
El retablo de la parroquia de Santa Ana, una de las más importantes y antiguas muestras del arte renacentista del patrimonio sevillano, brilla de nuevo en el espacio para el que fue concebido. Representantes institucionales y sobre todo vecinos del barrio llenaron ayer esta iglesia del barrio de Triana para dar la bienvenida al conjunto (15 tablas pintadas por Pedro de Campaña, sus elementos más valiosos, más una serie de esculturas de los apóstoles, el Evangelista, Santa Ana, la Virgen y el Niño) tras más de dos años de ausencia.
Durante este tiempo, el retablo ha estado en los talleres del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), donde fue sometido a un proceso de restauración para recuperar el profuso cromatismo de las obras, entonces en un lamentable estado de conservación -casi "terminal", como alertó el especialista Enrique Valdivieso- y eliminar las huellas de las dos anteriores restauraciones (en el siglo XVIII y en el XIX), que oscurecieron y emprobrecieron este conjunto que narra a través de sus 15 pinturas la vida de San Joaquín y Santa Ana, la Virgen y la genealogía de Jesús.
El recobrado esplendor de estas piezas -"un tesoro que adquiere ahora más valor si cabe", afirmó el consejero de Cultura, Paulino Plata- pudo observarse por primera vez y en excepcionales condiciones de cercanía en el Museo de Bellas Artes durante dos meses y medio hasta el pasado 17 de octubre. Las obras, especialmente las de Pedro de Campaña, natural de Bruselas y el más célebre de los artistas extranjeros que trabajaron en la Sevilla del siglo XVI, ofrecen a los ojos de sus espectadores "lo mejor que un ser humano es capaz de expresar", dijo en su discurso la delegada municipal de Cultura, Maribel Montaño, mientras que Plata insistió en que por encima de los fines religiosos para los que fue creado, el retablo despierta "emoción".
Gracias a este proceso de restauración, el conjunto no sólo se puede contemplar por fin "como no se había visto durante los últimos 500 años" (fue creado entre 1542 y 1567), sino que tiene garantizada su vida "para los próximos 200 ó 300 años", aseguró Montaño. En este sentido, Lorenzo Pérez del Campo -director del equipo de intervención del IAPH, que representó al centro junto con el director del mismo, Román Fernández-Baca, y la restauradora Rocío Magdaleno- llamó a las autoridades civiles y religiosas a velar por la "conservación futura" de estas obras de incalculable valor artístico, que fueron acumulando daños por el polvo y la suciedad acumuladas, además de por el humo de las velas empleadas en los oficios de culto.
El presupuesto total de este proyecto, muy importante también por el valor sentimental del retablo para la ciudad y su barrio, como destacó la subdirectora de la Obra Social de Cajasol, Rosa Santos, ha sido de 422.713 euros, de los que la Consejería de Cultura aportó más de la mitad (241.356 euros). El Ayuntamiento (51.000), la Archidiócesis de Sevilla (30.000) y Cajasol (100.000), junto con otras entidades como la Real Maestranza de Caballería, el gremio de pescadores de Mercasevilla o los propios vecinos de Triana con sus donaciones particulares, han contribuido a la recuperación de este conjunto de progidiosa belleza para la parroquia más antigua de Sevilla.
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