Sensual y deslumbrante
VI Festival de Música Contemporánea Zahir Ensemble. Solistas de Zahir Ensemble: Alfonso Rubio, flauta; Álvaro Arrans, viola; Francisco Bernier, guitarra. Programa: 'Tiempo-Límite-Silencio' de Fernando Villanueva; 'Inmersión' de César Camarero; 'Invocación' de Eneko Vadillo; 'Oreka' de Iñaki Estrada; 'Kitab 3' de José María Sánchez Verdú. Lugar: Auditorio CICUS. Fecha: Sábado 14 de marzo. Aforo: Media entrada.
A pesar de los recortes, los problemas de financiación, de difusión y de público, la música contemporánea sigue teniendo un espacio apreciable en la programación cultural de Sevilla, gracias en buena medida a las inercias que en torno a los grupos creados en los últimos 20 años siguen generándose, y pese al esfuerzo y el desgaste personal que muchas veces causa a sus promotores seguir insistiendo, no rendirse. El grupo Zahir Ensemble cumple este años su décimo aniversario, y ahí sigue, insistiendo con un ciclo que cumplirá en 2015 su sexta edición, más modesta sin duda alguna que las primeras, pero con capacidad para seducir a los aficionados a la creación de vanguardia, ofreciendo propuestas tan extraordinarias como la del concierto de apertura.
Tres solistas y un programa con obras de cinco compositores españoles nacidos en un lapso de quince años (César Camarero, 1962; Iñaki Estrada, 1977) sirvieron para mostrar la pujanza de una generación verdaderamente brillante.
El recital se abrió con una joyita del manchego Fernado Villanueva, una miniatura creada con una extrema economía de medios, de dinámicas leves, cercanas al silencio, una obra llena de sugerencias, esas que en la también breve, concisa, esencial, Inmersión, para viola sola, del madrileño afincado en Sevilla César Camarero, parecen conectar con una poética de la quietud, del estatismo y el lirismo.
Fue Invocación del malagueño Eneko Vadillo la obra más extensa de la primera parte del recital (algo más de quince minutos), música virtuosística, que no renuncia a la melodía, siempre en retazos, y aparece cruzada por auténticos arrebatos de furia, contrastes violentos en los que el ritmo toma absoluto protagonismo, como en el final, marcado por una pulsación de carácter orientalista, de Kitab 3, la obra de José María Sánchez Verdú que cerró el recital, y que en esa búsqueda permanente de sonoridades nuevas llevan al compositor algecireño a ahondar en las posibilidades tímbricas de los tres instrumentos, con su proverbial exquisitez y delicadeza en el trabajo sobre las texturas.
Antes, la inquietante Oreka del donostiarra Iñaki Estrada, para flauta y guitarra, había mostrado ya la importancia del timbre y del uso no convencional de los instrumentos en la música de nuestros días. Alfonso Rubio, Álvaro Arrans y Francisco Bernier demostraron durante los algo más de cuarenta minutos de su actuación que es posible deslumbrar con la técnica y cautivar con la sensualidad del sonido a poco que se quiera escuchar.
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