¡Sucios bichos peludos!
Crítica 'Zombeavers'
Zombeavers. Terror-comedia, EEUU, 2014, 82 min. Dirección: Jordan Rubin. Guión: Al y Jon Kaplan, Jordan Rubin. Fotografía: Jonathan Hall. Música: Al y Jon Kaplan. Intérpretes: Bill Burr, Cortney Palm, Rachel Melvin, Hutch Dano, Jake Weary, Chad Anderson, Rex Linn, Brent Briscoe, Lexi Atkins. Cines: Avenida y Metromar. Fecha de exhibición: Miércoles 18 de marzo.
Sin que sirva de precedente, el espíritu festivo del ciclo de Cine Palomitero que desde hace años celebran en la ciudad Paco Campano y David Linde se traslada a las prestigiosas salas de autor y V.O. del cine Avenida (también a Metromar) para dar cabida a este filme de serie Z salido del último Festival de Sitges, con el que la cadena UCC ha llegado a un acuerdo para proyectar estos días en Sevilla una serie escogida de títulos de cine de género que han pasado por su programación reciente.
Zombeavers homenajea con sonora guasa y ridículo presupuesto el cine de terror de los 70 y 80, sobre todo a aquellos primeros Romero, Hooper, Raimi o Jackson, para convertir sus hallazgos en una gran parodia sobre el clásico grupo de jóvenes tontuelos cuyo fin de semana campero termina en un baño de sangre, mutilaciones y muerte como consecuencia del ataque de... unos castores mutantes.
Conscientemente autoparódica y cutre (los bichos dentados dan tanto miedo como un cándido teleñeco), tan generosa en sirope de arándanos y látex como en mini-shorts y biquinis, Zombeavers es puro divertimento loco y un homenaje analógico al cine exploit en tiempos de excesos presupuestarios y demasiado efecto digital.
No es buena, eso ya lo saben, pero tal vez pasen un buen rato viéndola en pandilla y en pantalla grande.
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