La Tarasca actualiza el proyecto de inmortalidad de Augusto

Itálica propone hasta el sábado una visión inédita del jefe supremo que dirige Ramón Bocanegra

1. Ramón Bocanegra, que comparte con Manuel J. Parodi la autoría del texto de 'Augusto...'. 2. Instantánea de la puesta en escena de la compañía La Tarasca. 3. El diseño de vestuario, realizado por Andrés Gonzalez y PCM atelier.
1. Ramón Bocanegra, que comparte con Manuel J. Parodi la autoría del texto de 'Augusto...'. 2. Instantánea de la puesta en escena de la compañía La Tarasca. 3. El diseño de vestuario, realizado por Andrés Gonzalez y PCM atelier.
J. A. Arias Toribio Sevilla

16 de julio 2014 - 05:00

La inquietud por trascender, imperante en la antigua Roma y encarnada por Augusto, prosigue por buen cauce; dos mil años después de la muerte del primer soberano del Imperio, el teatro actualiza, a través de la memoria, su proyecto de inmortalidad.

Augusto: fortuna pública, dolor privado, obra dirigida por Ramón Bocanegra -además, junto a Manuel Jesús Parodi, autor del texto-, rememora las andanzas del vigía de un estado nuevo. "Se trata de un personaje sin el que no se entendería Roma, pero tampoco nuestra civilización", reflexiona Bocanegra, quien confiesa su interés por conducir la representación a un terreno "más simbólico", aunque el planteamiento inicial se centraba en "un cortejo fúnebre".

En la gestación de la obra, que se representará desde hoy hasta el sábado en el teatro romano de Itálica, Parodi, historiador de profesión, se ha ocupado de que no haya "transgresiones históricas". Esta precisión encaja, no obstante, con la libertad con la que ha fluido la creación: "Es un texto en el que el rigor es histórico, pero no es un rigor mortis. El planteamiento es sostenible hoy y hace dos mil años", aclara Parodi.

Augusto, que alcanzó su trascendencia por su empeño como hombre de estado y no por una muerte heroica o fratricida, incita al historiador y autor del texto a sentenciar que en nuestra cotidianidad"estamos impregnados por Roma". El director, por su parte, destaca que "la historia nos puede enseñar muchas cosas, como los fascismos del siglo XX... y de hoy mismo".

Para vivificar el segundo milenio de la efeméride, la compañía La Tarasca exhibirá su capital humano. "Son once actores y actrices muy heterogéneos", subraya Bocanegra. El escenario recreará una reunión póstuma con sus antiguos camaradas, vástagos y enemigos, así como el proceso de ascensión política desde Cayo Octavio hasta Augusto.

Entre el plantel de actores sobresale Juanjo Macías, Premio del Teatro Andaluz al mejor intérprete masculino este año, que será Octavio. "He querido mostrar más lo humano que lo divino. Este un reto absoluto; nos tiramos a la piscina, habrá socorristas", sentencia Macías, quien ensalza la labor de sus compañeros de reparto dentro de "una obra muy coral".

En la presentación ayer en el Teatro Central de Augusto: fortuna pública, dolor privado, encuadrada en el ciclo Teatros Romanos de Andalucía, el delegado provincial de Educación, Cultura y Deporte, Francisco Díaz Morillo, celebró que durante los tres primeros días de este ciclo en Itálica -con la obra Los gemelos, representada por Verbo Producciones-, "se alcanzó un 90% del aforo". Díaz apostó por "continuar esta semana con la excelencia" y ensalzó "la belleza del enclave y de la luna" que corona las funciones.

Esta noche llega el turno de Augusto, triunfador en la parcela pública y víctima del destino infortunado de su familia. Parodi resalta "que el vestuario de Andrés González y PCM ha conseguido crear un universo espectacular", mientras que Bocanegra incide en "la importancia del lenguaje escénico" que tendrá la obra. A todos los alicientes hay que agregarle el marco, Itálica, idóneo para que Augusto olvide su afán eviterno por trascender y vuelva a ser mortal por una noche.

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