arte

Últimas gestiones para materializar un sueño

  • El Ayuntamiento saca a concurso el contrato para el embalaje y traslado de las obras que conformarán el Museo Bellver, que abrirá sus puertas en otoño

Tras los proyectos frustrados de convertir el Palacio de Monsalves o el Pabellón Real en sedes de la colección Bellver, la compra de la Casa Fabiola por parte del Ayuntamiento de Sevilla anunciaba un final esperanzador para una larga historia que llevaba estancada y sin resolverse más de una década. El alcalde, Juan Espadas, no pudo inaugurar el nuevo museo el pasado diciembre, la fecha inicialmente marcada y el mes en que Mariano Bellver cumplía los 91 años; los planes tampoco se pudieron materializar con el segundo plazo, fijado para el próximo 30 de junio, y, ahora, el Consistorio señala otro día en el calendario para culminar su propósito, el 11 de octubre, cuando se cumpla al fin el sueño de este bilbaíno afincado en Sevilla que quiso compartir con sus vecinos los fondos artísticos que había ido reuniendo a lo largo de su vida.

El Ayuntamiento ha movido ficha para que este propósito llegue a buen puerto: el Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS) ha publicado el pliego de prescripciones técnicas del contrato para el embalaje y traslado de las obras de Bellver, ubicadas actualmente en el domicilio del coleccionista, en la Plaza del Museo, a las dependencias de la calle Fabiola. Este servicio, se lee en el documento, contribuirá a un proyecto que quiere promover "el conocimiento de las colecciones que componen la donación de D. Mariano Bellver a la ciudad de Sevilla, con el fin de mostrar un aspecto de la identidad cultural de la ciudad en el siglo XIX, sus manifestaciones artísticas y su ambiente cultural".

El pliego de prescripciones técnicas apunta dos fases diferenciadas: una primera etapa que tiene un plazo de 14 días de ejecución y está prevista para principios de julio, y que consiste en la recogida, el embalaje y el traslado de las obras de Bellver desde su casa hasta el inmueble de Fabiola; y un segundo tramo, que se extenderá a lo largo de seis días y está programado para mediados de septiembre, en que la empresa contratada desembalará las piezas almacenadas en el nuevo museo y ayudará a la colocación de las mismas, bajo la supervisión de los responsables "del diseño y el montaje de la exposición". El precio máximo de licitación para este contrato es de 32.506 euros, según se detalla en el documento del ICAS.

Serán 567 obras -la misma cifra que facilitó el conservador del Bellas Artes Ignacio Cano el pasado diciembre, cuando explicó las particularidades que tendrá el museo- las que llegarán a la Casa Fabiola. Una selección en la que tiene predominio la pintura, pero que también deja espacio para "esculturas en mármol, tallas en marfil-hueso, esculturas en madera, esculturas (otros materiales), relojes, mobiliario y lámparas, tallas en marfil-hueso, cerámicas y porcelanas, etc", se describe en el inventario facilitado por el ICAS sobre unos fondos en los que destacan autores como la saga de los Jiménez Aranda, los Cabral Bejarano, Gonzalo Bilbao, Jiménez Aranda o García Ramos.

En la presentación del proyecto, el pasado diciembre, Mariano Bellver confesaba que siempre había sentido predilección por una pintura que "no necesita explicaciones y que cualquier persona puede entender", por lo que el especialista Ignacio Cano añadió que el discurso museístico, que se detiene en motivos como la primera pintura romántica, los artistas que se formaron en Roma, París y otros destinos del extranjero o los paisajes de la Escuela de Alcalá, "se concibe para el máximo número de personas, para un amplio espectro", comentó Cano, que reveló también que el edificio de Fabiola tendrá una biblioteca para investigadores y un almacén abierto, "como poseen algunos museos americanos. Don Mariano tenía el deseo de que su colección sea vista al completo, y esto lo permitirá".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios