La novela de Michael Ende en el teatro Calderón

Un viaje al corazón del musical de 'La historia interminable'

  • El musical, primero en el mundo sobre la novela de Michael Ende, se representa en el Teatro Calderón de Madrid hasta el 28 de mayo con la originalidad de estar todo hecho en España y el uso de títeres animatrónicos

  • La huella andaluza en el reino de 'Fantasia'

Escena en la que Atreyu conversa con el dragón Fújur durante el musical.

Escena en la que Atreyu conversa con el dragón Fújur durante el musical. / M. G.

Que un libro mítico como La Historia Interminable en su adaptación a la modalidad del teatro musical te lleve a un estado de encantamiento puede ser algo habitual. Pero que sea capaz de hacerte viajar en el tiempo, descubrir la magia e invitarte a soñar y crear un universo donde todo lo que quieras puede ser es sólo cosa de unos pocos y eso ocurre con la obra producida por Dario Regattieri que estos días se representa en el emblemático Teatro Calderón de Madrid. Un escenario que acoge cada semana hasta ocho representaciones y que ha recibido a este periódico para enseñar a los andaluces sus entrañas.

Pero, empecemos por el principio. El musical de La Historia Interminable recrea el clásico libro escrito por Michael Ende y cuenta que la Emperatriz Infantil está mortalmente enferma y su reino, Fantasia, corre un grave peligro. La salvación depende de Atreyu, un valiente guerrero de la tribu de los pieles verdes, y de Bastian, un niño tímido que lee con pasión un libro mágico. Ambos emprenderán juntos un viaje increíble para salvar el mundo de Fantasia y, además, deberán resolver también los misterios de su propio corazón. Para poder poner todo esto en escena, la producción cuenta con 24 actores adultos y 10 niños, que dan voz a las 16 canciones que se interpretan en las dos horas y media que dura la obra, con un descanso de 15 minutos entre los dos únicos actos.

La lectura de Bastian del libro mágico, con Atreyu y el caballo de Artax al fondo. La lectura de Bastian del libro mágico, con Atreyu y el caballo de Artax al fondo.

La lectura de Bastian del libro mágico, con Atreyu y el caballo de Artax al fondo. / M. G.

Más de 130 minutos en los que La Historia Interminable proporciona a un ritmo frenético el reencuentro con un repertorio familiar a partir de una partitura que su equipo de protagonistas, elenco y orquesta hacen sonar alegre y vivaz ofreciendo, además, originales interpretaciones. Los números están cuidados al detalle. Los actores y actrices bailan claqué, danza y clásico. El decorado, sin estar sobrecargado, es imponente, compuesto por kilómetros de cuerda azul que caen en vertical sobre el escenario y que recrean el mundo del Reino de Fantasia por el que van pasando dragones, gigantes, monstruos y demás personajes fantásticos a medida que el pequeño Bastian se refugia en la lectura de un libro mágico de los abusones de sus compañeros de colegio. También la fusión del vestuario con los actores que los llevan dota de su personalidad todos los roles que interpretan. No es nada fácil para una puesta en escena que integra más de 200 cambios de vestuarios y en la que son utilizadas 94 pelucas.

Pero, sobre todo, destaca el papel fundamental de las criaturas y su credibilidad. La Historia Interminable es el único musical sobre los escenarios que está utilizando la técnica de la animatrónica. Un sistema utilizado en el cine y que nunca antes se había visto en el teatro musical, para dotar de realismo a las criaturas que forman parte de la obra. Los movimientos son guiados por titiriteros que se funden en los personajes perfectamente diseñados al punto de que para el espectador resulta imposible no imaginar que se trata de movimientos y expresiones reales. Uno de los detalles que hacen que esta producción sea una de las grandes apuestas de la temporada de musicales en toda España.

Escena con tres de las criaturas con títeres animatrónicos: el caballo de Artax, el Caracol de Carreras y el Comerrocas. Escena con tres de las criaturas con títeres animatrónicos: el caballo de Artax, el Caracol de Carreras y el Comerrocas.

Escena con tres de las criaturas con títeres animatrónicos: el caballo de Artax, el Caracol de Carreras y el Comerrocas. / M. G.

Parte del elenco de personajes que forman parte de uno de los pasajes del musical. Parte del elenco de personajes que forman parte de uno de los pasajes del musical.

Parte del elenco de personajes que forman parte de uno de los pasajes del musical. / M. G.

En el uso de esta técnica, destaca Fújur, el clásico dragón blanco de la suerte, bajo el cuál dos titiriteros le hacen cobrar vida. Para su diseño se han necesitado más de 50 metros de tela de peluche fabricada especialmente para él. Se trata de una criatura que pesa 600 kilógramos y que, al igual que el resto de criaturas que forman parte del Reino de Fantasia se han necesitado más de tres meses de trabajo de un equipo formado por 30 personas. Los otros personajes que comparten esta técnica son Caracol de Carreras; el caballo de Artax, cuya recreación y movimientos están tan conseguidos a través de 14 anillos en su cuello que hacen la función de las vértebras que nada hace pensar que no se trata de un animal real; la tortuga Vetusta Morla; y el Comerrocas. Criaturas en las que muchos de sus movimientos se accionan por sistemas de cables y palancas para los que se han utilizado 300 metros de cable de freno.

Pero si hay algo que hace única esta producción es la "marca España". Todo está hecho dentro de nuestras fronteras. Lo cual la hace "única", destaca Regattieri. Es una peculiaridad de la productora (beon. Entertainment). "No cogemos franquicias. Hay mucho talento en España y en este musical está representado. Eso nos hace originales y diferentes. Es el proyecto más grande que se ha hecho aquí con estas características", defiende el productor ejecutivo del musical, que cuenta con música de Iván Macías y letra de Félix Amador, mientras que Federico Barrios se encarga de la dirección artística. La escenografía es obra de Ricardo Sánchez Cuerda, el diseño de la iluminación de Felipe Ramos y Jesús Díaz, y el diseño de los vestuarios corre de la mano de Antonio Belart.

Un grupo de talentos que han conseguido un espectáculo que va viento en popa. Las críticas han sido muy elogiosas y la mayoría de las cerca de 170 representaciones ofrecidas hasta ahora han sido llenos o casi, e irá a más porque aún tienen tres meses más por delante hasta el próximo 28 de mayo que se bajará definitivamente el telón en el Teatro Calderón. Seguramente la obra no girará por España. La envergadura de las estructuras utilizadas y las características del escenario que necesita la obra lo hacen "imposible", explica Regattieri, quien sí está confiado en una segunda temporada, para la que ya se está negociando.

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