Vicente Tortajada entre amigos

Metropolisiana edita la primera antología poética del autor sevillano, fallecido hace seis años · Su familia y un centenar de compañeros evocan su obra "breve pero intesa"

José Julio Cabanillas, Ángela Mendaro, Abelardo Linares y José Daniel M. Serrallé, en la Casa de la Provincia.
José Julio Cabanillas, Ángela Mendaro, Abelardo Linares y José Daniel M. Serrallé, en la Casa de la Provincia.
Patricia Godino / Sevilla

20 de mayo 2009 - 05:00

"En el curso de los años he ido descubriendo cómo detrás de la mayor parte de la poesía contemporánea que me interesa y emociona -no demasiada, por cierto-, había por lo general una persona a su altura, casi a su medida como un traje al que se amoldara el cuerpo, con la que podía además hablar durante horas sobre cualquier cosa que no fuera poesía mientras iban sucediéndose las cervezas. Será que a uno, como quizá a estos poetas amigos de quienes hablo, la vida sin literatura le parece poco y la literatura sin vida le aburre tremendamente". Vicente Tortajada (Sevilla, 1952-2003) era, es, uno de ellos. Pero no uno más. Con estas palabras retrata el poeta y editor José Daniel M. Serrallé en el prólogo de Esplendor. Antología poética a su amigo que ayer reunió, en torno a su recuerdo, a un centenar de compañeros que revivieron de la mano (la palabra) de Serrallé, el editor Abelardo Linares y el escritor José Julio Cabanillas, a un escritor inteligente, irónico, divertido, generoso, apasionado del arte, la música, el flamenco y, sobre todo, la vida.

Esa arrolladora personalidad, sin embargo, "ocultaba" la calidad de su obra, "breve pero de una intensidad extraordinaria" que "no aparece en las antologías de referencia", recordó Linares. Éste fue el motivo por el que Serrallé, responsable del sello Metropolisiana, "tenía claro" que el de Tortajada sería "uno de los primeros libros" que sacaría a la luz esta joven y entusiasta editorial sevillana. Lo que ayer se presentó es para Linares "el testamento" de un poeta "poco condescendiente con la estupidez y los lugares comunes". La poesía de Tortajada "se fue adelganzando con los años al igual que los títulos de sus poemas para llegar al mágico esplendor de la verdadera poesía", destacó el editor de Renacimiento.

Y esa intensidad del verso, que rezumaba amor a la vida y la amistad, es la que hoy se compila en una cuidada edición, en la que ha participado la Diputación de Sevilla, que recoge sus principales poemas así como un conjunto de inéditos y siete letras flamencas (cedido por su viuda, Genoveva Pérez) que nunca vieron la luz. Hasta ahora. Porque Vicente, como recuerdan, "siempre fue generoso con sus amigos".

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