Álex Peña lleva un largo tiempo derribando las fronteras entre las diferentes disciplinas, repensando desde perspectivas inesperadas el conjunto de las artes escénicas: homenajeó a Heiner Müller con la instalación de una Hamlet Vending Machine, denunció con sus Recreativos Federico la voracidad con la que el lirismo y la cultura acaban enfangándose en los terrenos de la mercadotecnia, y fue, junto con Alberto Cortés y Rosa Romero, uno de los primeros creadores que con la obra Estación Espacial abrió una ventana en el encierro del confinamiento. Ahora, aliado con el colectivo La Cura, Peña presenta Unboxing. Una caja dentro de otra caja, un proyecto concebido para el Teatro Central que explora cómo generar nuevas dramaturgias en el marco de lo digital. La inventiva y el pensamiento crítico, rasgos que caracterizan al autor, están presentes de nuevo en esta singular aventura.

"Yo entendía que la web de un teatro podía ser también un escenario, y no sólo una plataforma para comprar entradas. En más de una página te encontrabas con un recorrido virtual de 360 grados por el patio de butacas, pero era en un espacio vacío, sin espectadores ni función, un no-lugar", cuenta Peña, que dispone en esta Unboxing una experiencia inmersiva que aprovecha el sistema de creación escénica digital VDD (Virtual Drama Developer), desarrollado en colaboración con el Ministerio de Cultura, para abrir los pasillos y camerinos del Central y preguntarse sobre los vínculos entre el teatro y la sociedad.

La idiosincrasia del edificio inspira a Peña una reflexión sobre el legado escénico que ha llegado hasta nuestros días: "El arquitecto Gerardo Ayala planteó este edificio en forma de barco, con la proa mirando al Giraldillo. Eso significaba que da la espalda al Teatro Romano de Itálica, lo que es un desprecio al pasado", reflexiona este creador que toma la estructura de cajas del inmueble para invitar al público "a que las abra y que vea las ficciones que hemos generado".

Unboxing, un proyecto en el que participan estudiantes de la Escuela de Arte Dramático, reivindica el teatro como un refugio para quienes no encontraron su lugar en otros ámbitos de la vida. En una de las piezas, el actor Juanfra Juárez da voz a un texto escrito por el propio Peña en el que un adolescente marginado se libra de la violencia que recibe de sus compañeros gracias a las clases de interpretación.

La actriz Lucía Tejero participa en este proyecto interactivo.

En otra de las cajas, se recuerda a los espectadores el acoso sufrido por las alumnas de la Escuela de Arte Dramático de Sevilla por parte de un profesor, una historia que remite a la Oleanna de David Mamet y en la que se dice que "tal vez el trabajo con el cuerpo como herramienta puede ser el anzuelo para los depravados". Peña admite que "fue muy duro escuchar los testimonios de esas mujeres, a las que hemos querido poner en el escenario del Central para darles su sitio".

Como una matriosca, Unboxing se desdobla en sus reflexiones y se acerca a las condiciones laborales del personal de los teatros o a la falta de estabilidad de los actores, a través de una entrevista a las intérpretes Celia Vioque y Gina Escánez, ahora al frente de la cafetería y espacio cultural La Gata en Bicicleta, o la vivencia de Lucía Tejero, una actriz que en la Expo 92 encarnaba a la mascota de aquella fiesta universal, Curro, bajo un traje que hoy aparece mohoso y deslucido en este laberinto abierto en la web del Central, en el que también juega un importante papel la figura de la dramaturga Angélica Liddell.

Unboxing, financiada con fondos Next Generation y que cobija también a integrantes del taller de teatro para adultos de El Viso del Alcor, es un híbrido entre el teatro, una película grabada y un videojuego, como resalta Verónica Morales, de La Cura. Es el público quien debe vivir la experiencia. "A partir de ahora", desafían al espectador, "el drama es solo tuyo".