En el andén, mientras caen las gotas
Fest. Carme Teatre. Dirección y texto: Aurelio Delgado. Creación: Aurelio Delgado, Paula Miralles, Luis Meliá Romaguera. Iluminación: David Durán. Espacio sonoro: David Alarcón. Ilustraciones: Carlos Maiques. Intérpretes: Paula Miralles y Luis Meliá Romaguera. Fecha: 19 de octubre de 2011. Aforo: Un tercio.
Al principio, una instalación solitaria: un gotero del que cae, con ritmo regular, una gota cuyo sonido es amplificado por un micrófono. Los actores no tardan en explicarlo en un prólogo didáctico y suavemente brechtiano: cuando el gotero se agote se acaba la obra. Es el órdago doble de Aurelio Delgado en este Sky train, implicar al espectador en tanto que cuerpo y mente, y hacerle notar el metrónomo que siempre existe tras las bambalinas: ese tic-tac que quien se sienta en la butaca puede volver a percibir cuando la obra (toda obra) flaquea; ese runrún que olvida quien se deja llevar por cualquier historia, de la mano de cualquier personaje.
Este juego con la medida del tiempo es, además, de donde nacen todos los temas (quizás demasiados) que en poco más de una hora articula la obra: se trata de la polisemia del viaje, el externo a cualquier geografía en la que soñemos ser otros, y el interno, a los vericuetos de una memoria casi siempre teñida de culpa. También de los no-lugares que estos implican: andenes, estaciones, transportes urbanos, aeropuertos. Justo allí donde ambos trayectos coinciden, en la espera, cuando el traqueteo del tren adormece y excita la introspección, el monólogo, el voyeurismo.
En Sky train, los actores hacen de todo: bailan, cantan, interpretan, se desnudan...; dibujan, en definitiva, todas las posturas que encarnan el contenido del que hemos hablado hasta ahora, en esa intersección entre lo físico y mental que implica todo viaje, todo movimiento. Paula Miralles y Luis Meliá convencen más en lo corporal, en la compenetración y el trabajo con el espacio y las distancias, que en lo discursivo, ahí donde la obra, posiblemente, adolezca un poco de indefinición, al querer abrir demasiado las implicaciones temáticas para llevarlas al territorio del diagnóstico de nuestra ingrata realidad. Late y respira mejor Sky train en lo pequeño, cuando el actor rellena el espacio semivacío con un solo gesto, y la gota para.
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