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"Me vienes a buscar, / ahora sí me vas a encontrar. / Mí, me, conmigo, / lo que te digo, / sola sin nadie más". La primera canción de Miriam Doblas (Huétor Tájar, 1992) como Lola Índigo revolucionaba el verano pasado a media España. La granadina se convertía en una de las artistas más escuchadas en las pistas de baile gracias al tema Ya no quiero ná, un funk carioca que algunos compararon con El anillo de Jennifer López donde aparecía junto a un impresionante grupo de baile. Desde entonces, la cantante no ha parado de cosechar éxitos.
Doblas arrastraba el estigma de ser triunfita. Ella misma lo reconocía en una entrevista con este diario: "Sí que pesa porque en el pasado estos artistas no pilotaban tanto su proyecto". Además, había sido la primera en salir del concurso televisivo en la edición de 2017. "Lo de ser la primera expulsada de Operación Triunfo es una cruz porque al final te ves en una gira donde eres la última mierda. Te ves siendo la persona más prescindible. Es necesario en ese momento tener la fuerza y la autoestima suficiente", contaba hace unos meses. A Mai Meneses –Nena Daconte– le ocurrió lo mismo: la primera expulsada del programa pronto se convirtió en una de las caras más visibles del panorama musical.
Ya no quiero ná catapultaba a Lola Índigo a la fama en julio de 2018 –la canción lleva más de 70 millones de reproducciones en Youtube–. La intérprete lanzaba así un dardo a la industria musical que, meses antes, había barajado la posibilidad de formar un grupo tipo Fórmula Abierta con ella, Nerea, Raoul y Agoney.
La canción, con letra firmada por la propia Índigo, estaba producida por Bruno Valverde. El músico de origen belga ha trabajado como asistente de producción con el español Antonio Rayo, alias Rayito, y como productor principal a las órdenes de Paul Irizarry –conocido artísticamente como Echo–, responsable de éxitos como La gasolina de Daddy Yankee. La carta de presentación de la primera expulsada de OT 2017 no podía ser mejor.
Cinco meses después, la granadina volvía a sorprender con un reguetón junto a la rapera Mala Rodríguez, Mujer bruja. Doblas reivindica en este "reguetón feminista", como ella misma definía en unas cuantas entrevistas, el derecho de las mujeres a hacer, sentir y elegir lo que cada una quiera. Sebas E. Alonso hablaba en el portal Jenesaispop.com de "un nuevo pelotazo influido por Mad Decent, la moda latina y Eleni Foureira", producido de nuevo por Bruno Valverde.
La cantante lanzaba a finales de abril la pegadiza Maldición junto a Lalo Ebracht, cantante colombiano y miembro del colectivo de hip hop latino Trapical Minds. El tema, obra de Yera –el productor de Mala mujer–, ironiza con el arquetipo de mujer seductora y pecadora –encarnada por Eva en la Biblia–.
Doblas publicaba el 17 de mayo su primer trabajo, titulado Akelarre (Universal Music). El disco, un canto a la libertad sexual de la mujer y al amor hacia uno mismo, confirmaba de nuevo el talento de la granadina. Y lo hacía rodeada de un elenco de productores y artistas notables como Nábalez, Yera, Valverde, Maike Delacalle, Mala Rodríguez y Lalo Ebratt. Algunos medios lo califican como "una de las propuestas más sólidas e interesantes del pop patrio de este año".
"El término música urbana es muy amplio. Engloba desde el reguetón, el dembow o lo que antes se llamaba electrolatino. Es una etiqueta muy amplia. Lola Índigo hace cosas que rozan el trap. Está en esa frontera entre la música latina, el reguetón, pero mezclado con trap. También observo elementos de la música pop española en sus canciones. Hablo del pop español sacado a partir de 2010, sobre todo en la forma de cantar", explica Aitor Durán, graduado en Musicología en la Universidad Autónoma de Madrid.
Durán cree que el triunfo de Índigo reside en varios factores como que "la música latina ahora se escucha mucho; antes no se pinchaba en ninguna radio y sólo un pequeño reducto de gente la escuchaba"; "el apoyo en redes sociales, que amplificaban todo"; y el carácter bailable de su música. "Eso no resta prestigio a su trabajo. Ella ha sabido aprovechar su faceta como coreógrafa y bailarina a través de sus canciones" , defiende el responsable de producción de El Volcán.
La granadina aparecía hace una semana junto al artista canario Don Patricio en su nueva canción, Lola Bunny. La cantante volvía a la carga con este reguetón de influencias cariocas, en cuyo estribillo se hace referencia a la pareja de dibujos animados de Space Jam. Mientras tanto, la artista no deja de dar conciertos con su gira de presentación de Akelarre.
De patito feo de OT a copar el número uno de las listas de éxitos en el último año, Índigo tiene por delante un largo y apasionante camino por recorrer en la música, donde aspira a ser "alguien como Lady Gaga, una artista multidisciplinar capaz de interpretar en una película, en un escenario, de crear un álter ego, de transformarse".
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