Antonio Serrano: "Intento estar siempre al límite de lo controlable, sin pasarme"

Festival Internacional de Jazz en la Provincia de Sevilla

Antonio Serrano, Premio Nacional de Músicas Actuales, presenta junto al pianista Kaele Jiménez 'Jazz Caló', un diálogo entre el flamenco popular gitano y el jazz

"Buscábamos ese punto en el que lo bonito empieza a romperse"

Antonio Serrano y Kaele Jiménez un momento antes de la entrevista
Antonio Serrano y Kaele Jiménez un momento antes de la entrevista / Juan Carlos Vázquez

El armonicista, compositor y arreglista Antonio Serrano, reciente Premio Nacional de las Músicas Actuales, no es solo uno de los músicos españoles más versátiles de su generación, sino un incansable explorador de géneros. Con una trayectoria que abarca desde la música clásica hasta el jazz y una profunda inmersión en el flamenco junto a leyendas como Paco de Lucía, Serrano llega a un momento de especial efervescencia creativa. Acompañado del joven y talentoso pianista Kaele Jiménez, con quien ha encontrado una sintonía artística excepcional, interpretará Jazz Caló, un disco que tendrá su presentación oficial el día 26 en la Sala Villanos de Madrid, pero que podremos disfrutar los sevillanos dentro de la programación del Festival Internacional de Jazz en la Provincia de Sevilla, que comienza hoy mismo en Lebrija con esta fusión del lenguaje del jazz y la esencia más popular del flamenco gitano. La veteranía y la frescura se alían para ofrecer una serie de tres conciertos, por lo que nos hemos reunido con ellos antes de seguir su camino hacia ese santuario natural del flamenco, en el Bajo Guadalquivir, para esta conversación sobre los orígenes, los riesgos y el duende que habita en cada nota.

Pregunta.-Antonio, su historia con la armónica comienza literalmente en casa; su padre fue quien le enseñó y quien desarrolló un método propio para el instrumento. ¿Qué parte de aquel aprendizaje sigue intacta en su manera de tocar, y qué parte ha querido desaprender con los años?

Respuesta.-(Serrano) Lo que sigue intacto es el amor por la música que me contagió mi padre y también el respeto a la obra que uno está intentando interpretar. Eso me ha acompañado toda la vida. Mi padre hacía mucho hincapié en hacer honor al compositor, respetar al máximo su idea. Lo que he desaprendido es la parte más analítica, matemática y rígida que él, siendo ingeniero, aplicaba a la música. Yo he intentado dejarme llevar más por las emociones y desarrollar más mi sensibilidad artística.

P.-La armónica no ha tenido, históricamente, el mismo estatus que el saxofón o el piano en el jazz. ¿Ha sentido que su carrera ha sido también una reivindicación del instrumento, una lucha silenciosa por darle un sitio digno?

R.-(Serrano) Mi carrera ha sido más bien una huida hacia adelante. Me vi muy joven dominando un instrumento que estaba en pañales en la historia de la música. No fui muy consciente de esto hasta que estuve en el mundo profesional. Mi obsesión ha sido estar dentro de la música, y como lo que tocaba era la armónica, he tenido que asumir retos que normalmente asumen otros instrumentos y he encontrado siempre la manera de adaptar todo lo que yo he hecho a este, que es con el que siempre destaqué. No ha sido con un afán revolucionario, sino por la circunstancia que me tocó vivir.

P.-¿Y en el flamenco? ¿Cuál fue el mayor desafío técnico y musical para lograr que el instrumento fuera aceptado en un género tan tradicional?

R.-(Serrano) En el sentido de que no hay referentes, sí fue un poco más difícil. Pero el flamenco, técnicamente, me recuerda mucho a la música clásica. La disciplina que adquirí de pequeño tocando música clásica me sirvió mucho para enfrentarme al flamenco. En cambio, en el jazz hay que aprender algo absolutamente nuevo que es la improvisación, y eso me costó muchísimo más trabajo. Así que una de cal y otra de arena.

Me he quitado muchos prejuicios, ahora me siento fresco y libre para abordar casi cualquier cosa”

P.-Este dúo con Kaele al piano, ¿cómo se define? ¿Son más como músicos clásicos o como un cantaor y un guitarrista con sus falsetas?

R.-(Jiménez) Yo creo que un poco de todo. Es una mezcla porque estamos haciendo una fusión de flamenco y jazz, así que lleva muchos comportamientos de cada uno de los dos estilos.

P.-Usted, Antonio, ha colaborado con figuras tan dispares como Paco de Lucía, Wynton Marsalis o Javier Colina. ¿Qué le ha enseñado cada mundo —el flamenco, el jazz, la música clásica— sobre lo que significa realmente escuchar al otro?

R.-(Serrano) El flamenco es una tradición oral, no está academizado. Los músicos de flamenco son muy puros y auténticos, lo que hacen sale del corazón absolutamente. Estar entre ellos te obliga a ser auténtico, a no esconderte detrás de la teoría o la técnica; tienes que tocar de verdad. Esa enseñanza es prácticamente imposible de aprender en otros estilos tan academizados.

P.-El Premio Nacional de las Músicas Actuales reconoce su versatilidad y su aportación a distintos géneros. ¿Cómo recibió la noticia? ¿Le emocionó, le pilló de sorpresa, o simplemente sintió que era un reconocimiento a un camino largo?

R.-(Serrano) Me pilló de sorpresa absolutamente. Siempre he pensado que ese tipo de reconocimientos se solían dar a gente más mediática y popular. Yo sé que tengo un reconocimiento de la profesión, pero no esperaba este premio. Me ha sorprendido enormemente y me hace muy feliz; lo recojo con mucha alegría.

P.-¿Cree que el premio llega en un momento simbólico de madurez artística, o en un punto de inflexión donde aún tiene muchas cosas por reinventar?

R.-(Serrano) Creo que sí, estoy en un momento muy creativo y activo. Estoy muy motivado para hacer proyectos. Me he quitado muchos prejuicios que he tenido a lo largo de mi vida, porque no hay nada peor en la música o en el arte que tener prejuicios. Yo creo que he conseguido abandonar muchos de ellos y ahora me siento fresco y libre para abordar casi cualquier cosa. Este proyecto con Kaele me ha dado mucha ilusión y esperanza en la juventud, porque a pesar del mundo en que vivimos hay todavía lugar y espacio para que los jóvenes desarrollen aptitudes y habilidades que yo pensaba que eran ya del pasado.

P.-Por alusiones. Kaele, en estos tres conciertos de Sevilla vamos a escuchar el Jazz Caló sin muchas referencias anteriores porque el disco no sale hasta la semana que viene. ¿Qué es ese caló, una declaración de raíz, un guiño de humor o una manera de decir que el jazz también puede tener duende?

R.-(Jiménez) Es un poco de todo, como le dije antes. Estamos haciendo jazz con flamenco, tocando temas de Manzanita, de Parrita... son gitanos y yo también, de ahí viene la esencia, por eso es caló. (Serrano) Quiero matizar un poco el porqué del título. El disco iba a estar en un principio más relacionado con el jazz flamenco, pero siempre que el jazz se acerca al flamenco, se fija en el flamenco más hondo y virtuoso, y pocas veces en la cultura gitana más popular, como las canciones de Manzanita, Parrita o incluso Niña Pastori. Es un flamenco que llamamos a lo mejor flamenco pop o balada flamenca, pero que todavía está un poquito por descubrir por los músicos de jazz. Así que creo que el término caló es más apropiado porque no pretendemos acercarnos al flamenco más puro, sino a un flamenco más popular de la cultura gitana.

Antonio Serrano y Kaele Jiménez
Antonio Serrano y Kaele Jiménez / Juan Carlos Vázquez

P.-¿En Jazz Caló, sobre todo interpretado en directo, hay equilibrio entre libertad y cante jondo o todo bascula más hacia la improvisación o el compás?

R.-(Jiménez) Hacemos improvisación, esa es la parte del jazz del proyecto. La hacemos usando ritmos flamencos como rumbas, bulerías, colombianas. A veces la armonía es de jazz y la improvisación también, o la armonía es flamenca y la improvisación es de jazz. Buscamos diferentes equilibrios.

P.-En el disco reinterpretan desde a John Coltrane, del que convierten su Pasos de gigante en una bulería, hasta Parrita. ¿Cuál fue el criterio para elegir estos temas? ¿Hubo temas que se quedaron fuera por ser demasiado flamencos o demasiado jazzísticos?

R.-(Serrano) He dirigido un poco el repertorio, intentando buscar temas en los que los dos estuviéramos cómodos. Kaele tiene una relación especial con Giant Steps, porque fue uno de los primeros temas que aprendió, y lo hizo por su cuenta, no en una escuela, por lo que nadie le dijo lo que tenía que hacer, así que compusimos un tema alrededor de su armonía. Hay una canción de Paco de Lucía, que es Río ancho, por mi relación con él, que estuve diez años en su banda. Isla Azul es un guiño al centro comercial de ese nombre, que está en Madrid y es al que van todos los gitanos a ronear; a Kaele le gusta mucho. La música tiene que ver con un estándar muy conocido, All of me, del que hemos sacado la armonía, pero la melodía es nuestra. Intentamos que todos los temas tengan una relación con nosotros, o que sean de los que más nos gusta tocar o nos han inspirado por alguna razón. El tema de Vicente Amigo, por ejemplo, fue una de las primeras grabaciones que hice en el flamenco y me abrió muchas puertas, por eso he querido hacerle este homenaje.

En el flamenco no puedes esconderte detrás de la técnica, tienes que tocar de verdad”

P.-Usted domina la técnica hasta un punto casi quirúrgico, pero el jazz vive de la imperfección. ¿Dónde está el punto justo entre el control y el vértigo?

R.-(Serrano) Muy buena pregunta. Es algo en lo que llevo trabajando toda la vida. Es importante que en la música, especialmente en el jazz, el espectador perciba que hay un riesgo. Yo intento estar siempre al límite de lo controlable, sin pasarme como para perder el control. Es un aprendizaje de toda la vida.

P.-Hablando de riesgos. Esta noche estarán en Lebrija, uno de los lugares con más carga flamenca y simbólica. ¿Supone eso una responsabilidad especial? ¿Implica una preparación diferente tocar ante un público tan conocedor? ¿Sienten que es un examen definitivo para el disco?

R.-(Jiménez) Nosotros ya hemos tocado en festivales flamencos y de jazz, y siempre nos han acogido con cariño y les ha gustado mucho nuestra propuesta. Creo que va a estar bonito. (Serrano) Yo diría que es al revés de lo que nos plantea usted. Hace mucho que me voy quitando prejuicios y creo en lo que hago. Si tocas de forma auténtica, un público como el de Lebrija, que sabe de música y de autenticidad, lo va a recibir con agrado. No creo que esperen que hagamos cante jondo; irán a escucharnos a nosotros y a nuestra forma de tocar, con destellos de flamenco, jazz e incluso música clásica. Creo que ya la gente nos conoce como para saber que no vamos a cantar por seguiriyas.

P.-Antonio, después del premio y de Jazz Caló, ¿qué desafío artístico le ilusiona ahora? ¿Hay algún proyecto secreto, un formato nuevo, una colaboración soñada?

R.-(Serrano) Hace un tiempo que me estoy acercando otra vez a la música clásica. Hice un concierto para la Fundación March alrededor de la música de Bach y me gustaría seguir investigando en esa dirección. Mi sueño sería conseguir que un gran compositor escribiera un gran concierto para armónica y orquesta.

P.-Volviendo al premio, el jurado destacó específicamente sus trabajos Flamenco Messengers y Porter & Gershwin, de 2024. ¿Ve un hilo conductor entre estos dos proyectos, aparentemente distintos, y Jazz Caló? ¿Representan etapas de una misma búsqueda musical?

R.-(Serrano) Jazz Caló es lo que derivó de Flamenco Messengers. El concepto es muy parecido, solo que Flamenco Messengers era un grupo de seis personas y esto derivó en un dúo por practicidad y por la fuerte conexión musical con Kaele. La idea original está en ese disco. Y Porter Gershwin fue un encargo de la Fundación March que asumí con mucha ilusión y en el que tuve la suerte de estar acompañado por dos grandes pianistas, Ignasi Terraza y Federico Lechner, Son grabaciones en directo que rescatamos de diferentes conciertos y es uno de mis discos favoritos porque capta la naturalidad del directo, que creo que es mi fuerte. He sabido acertar más en directo que en el estudio de grabación.

P.-Dígame para terminar, Kaele, ¿qué cree que pensaría Paco de Lucía al escuchar Jazz Caló?

R.-(Jiménez) La verdad es que eso solo lo puede responder gente que lo conoció y trabajó con él. Cuando Paco se fue yo tenía 13 años y estaba en el instituto. Para mí es una pregunta sin respuesta.

Información de los conciertos del Festival

La Diputación de Sevilla celebra la 32ª edición de su Festival Internacional de Jazz, que llevará 36 conciertos a los teatros y casas de cultura de 12 municipios de la provincia desde hoy hasta el día 29.

La oferta musical, con artistas nacionales e internacionales, incluye las siguientes actuaciones:

Antonio Serrano & Kaele Jiménez: días 6, 7 y 8 (Lebrija, Osuna, La Rinconada).

Tomoki Sanders Quartet: 7 y 8 (Marchena, Valencina).

María Parra Trío: 13, 14 y 15 (Utrera, Mairena del Aljarafe, Alcalá de Guadaíra).

Sara Dowling & Ignasi Terraza Trío: 13, 14 y 16 (Gines, Marchena, Mairena del Aljarafe).

Harold López-Nussa Trío: 20, 21, 22 y 23 (Lora del Río, Gines, La Rinconada, Valencina).

Lovis G. 8tet: 20, 21 y 22 (Utrera, Lora del Río, Alcalá de Guadaíra).

Carlos Bica Quartet: 27, 28 y 29 (Lebrija, Salteras, Cantillana).

Momi Maiga 4tet: 27, 28 y 29 (Cantillana, Osuna, Salteras).

Las entradas están disponibles a través de los Ayuntamientos de cada localidad.

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