La temporada de subastas arranca este miércoles y jueves a las 18:00 en Sevilla, donde Isbilya sacará a puja 700 lotes de pintura, entre los que destaca una pareja de retratos de Claudio Coello y un pequeño pero exquisito retrato femenino del pintor cordobés Julio Romero de Torres. Son algunos de los tesoros que el visitante puede descubrir en la exposición previa a la subasta, la última que la firma que dirige José Muñoz realizará en su sede junto a la Plaza de la Alfalfa, pues en los próximos meses se instalará en unas dependencias mayores del barrio de Los Remedios (calle Virgen de la Antigua, 5).

Como portada del catálogo de esta nueva licitación, que entre joyas, artes decorativas y pintura pone en el mercado 1.566 lotes, Isbilya ha elegido un tríptico procedente del taller del pintor flamenco Joos van der Beke, alias Van Cleve (Cleve, 1485-Amberes, 1541), exponente de la Escuela de Amberes liderada por Quintin Massys en la primera mitad del siglo XVI. Se trata de una composición pintada sobre madera de roble en cuyo centro se representa a una melancólica Virgen Madre que reposa su mejilla sobre el Niño Jesús y que sale a puja por 45.000 euros. El paisaje del fondo recuerda al de la obra Descanso en la huida a Egipto de Patinir que conserva el Museo del Prado. Y es que Van Cleve, explica Isbilya, llegó a colaborar con Patinir pintando figuras para sus paisajes antes de trasladarse en 1530 a la corte francesa, donde realizó numerosos retratos, entre ellos los de Francisco I de Francia y su esposa Leonor de Portugal.

Otra tabla interesante a puja es la que se atribuye al Maestro de Palanquinos, Pedro de Mayorga, una Piedad de gran dramatismo en los rostros e influencia flamenca en el paisaje del fondo que se pone a la venta a partir de 27.000 euros. Del siglo XVI es la Sagrada Familia con Juanito del pintor toscano Francesco Morandini Il Poppi, una composición estilísticamente cercana a obras de maestros manieristas como Rosso Fiorentino.

Por su calidad y tamaño, llama la atención una pareja de retratos de los condes de Peñaflorida pintados en el siglo XVII por el madrileño Claudio Coello, referente del Barroco cortesano. De los dos, el de la condesa Teresa de Ugarte destaca por la melena larga que le cae por la espalda, un peinado que se puso de moda durante el reinado de María Luisa de Orleans, esposa de Carlos II. Su pareja, el cuarto conde de Peñaflorida, viste de negro con jubón de mangas anchas y golilla blanca al cuello, un atuendo propio del reinado anterior de Felipe IV, que lo implantó en 1623 como signo de austeridad. Por esa diferencia de épocas se cree que el de él es un retrato póstumo basado en algún medallón o miniatura, y el de ella fue pintado del natural. La pareja se vende a partir de 65.000 euros.

El Retrato de Julio Romero de Torres (Córdoba, 1874-1930) lo ha documentado Mercedes Valverde, directora de los Museos Municipales de Córdoba, y sale a puja por 17.500 euros, aunque probablemente se rematará por un precio superior. Pese a su escueto tamaño (28x32 cm.), es una obra de gran intensidad y la espléndida ejecución del rostro de la joven llama la atención al igual que el delicado trazo de los pendientes que la adornan.

Entre las joyas y artes decorativas, por último, conviene fijarse en la gargantilla de gala convertible en tiara que, ornamentada con perlas finas y diamantes, sale a puja por 15.000 euros. Como en cada convocatoria, visitar la exposición previa a la subasta introduce al visitante y al coleccionista en un laberinto de curiosidades donde nunca faltan motivos para el asombro y el deleite.