El Ballet de Dortmund se presenta en el Maestranza con una pieza del ‘genio de la danza’ Alexander Ekman
Artes escénicas
Una de las obras más célebres del coreógrafo sueco, ‘El sueño de una noche de verano’, llega al Sevilla tras diez años de triunfos por los principales teatros de todo el mundo
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El 17 de abril de 2015, el Ballet Real Sueco estrenaba una peculiar versión de la obra de Shakespeare El sueño de una noche de verano. No era la primera vez que este título, uno de los más misteriosos y fantásticos del bardo inglés, llegaba a los escenarios en forma de ballet. Mucho antes, la historia había intrigado a coreógrafos de la talla de Fokine (1906), Balanchine (1962) o Neumeier (1977).
Pocas veces, sin embargo, se había llevado a escena con el atrevimiento y la espectacularidad con que la ha afrontado el bailarín y coreógrafo sueco Alexander Ekman (1984), sin duda uno de los creadores más celebrados del siglo XXI.
Formado en la Escuela del Ballet Real Sueco y curtido como bailarín en varias compañías, Alexander Ekman recaló en el célebre Cullbert Ballet de Suecia donde, a los 21 años, tras cinco como bailarín, decidió iniciar una carrera independiente como coreógrafo.
Sus obras, interpretadas por más de veinte grandes compañías internacionales, en muchos casos han supuesto un auténtico revulsivo en el panorama de la danza. De ellas, Cacti (2010) representó el fulgurante despegue de su carrera y le valió, en 2013, el prestigioso Premio Olivier. Uno entre los muchos que lleva cosechados hasta la fecha el que, desde hace años, viene siendo definido como ‘el genio de la danza’.
Cacti supuso también el inicio de una feliz colaboración con el compositor sueco afincado en Nueva York Mikael Karlsson, uno de los músicos de la vanguardia actual, conocido además por sus composiciones para películas y videojuegos.
De la unión entre Ekman y Karlsson han nacido ocho grandes ballets, entre los cuales, además de El sueño de una noche de verano, podría destacarse Play (de 2017, para el Ballet de la Ópera de París), Cow (2016) o la impactante versión que realizara en 2014 para el Ballet Nacional de Noruega de El lago de los cisnes. Una producción en la que Ekman utilizó, junto a los bailarines, actores profesionales, una soprano y un millar de patitos de goma, inundando el escenario con 6.000 litros de agua para crear un auténtico lago.
El trabajo realizado por el creador a partir de El sueño de una noche de verano, es una versión completamente libre que se aleja del imaginario shakespeariano para seguir la vertiente mágica y onírica de la mitología escandinava alrededor del solsticio de verano.
Así, todo sucede en una noche mágica en la que la luz casi no llega a desaparecer en las tierras nórdicas. Una celebración dionisíaca de la vida en la que se funden mitos y leyendas ancestrales, como la leyenda sueca que dice que, si esa noche pones siete flore bajo la almohada, soñarás con el o la que será tu pareja. Una fiesta en la que el mundo de los mortales y el de lo sobrenatural se mezclan con la ayuda del aguardiente y de una danza vitalista y ecléctica, capaz de construir un fantástico paisaje coreográfico que, según el propio Ekman, bebe tanto del exuberante universo de Fellini como de la poesía del director de cine sueco Ingmar Bergman.
El espectáculo muestra claramente la capacidad del coreógrafo para mezclar sin empacho no solo danza clásica (puntas incluidas) y danza contemporánea sino también una danza acrobática que aportan una enorme vistosidad a los cuadros vivientes que se van sucediendo.
Este ambicioso proyecto, del que Ekman es también director de escena y escenógrafo, ha sido posible también gracias a 32 de los 36 bailarines y bailarinas de dieciocho nacionalidades diferentes que componen el Ballet de la ciudad alemana de Dortmund. Una compañía con más de cien años de historia -fue fundada en 1904- si bien fue la llegada a la dirección del coreógrafo chino Xin Peng Wang en 2003 lo que la colocó en la primera línea de la escena de la danza alemana e internacional.
Xin Peng Wang nació en Dalian (China) y se formó en Pekín, como bailarín y también como coreógrafo, llegando a ser bailarín principal de la Central Dance Company de Pekín. Sin embargo, fue en la Universidad Folkwang de Essen donde estudió danza moderna y en esa ciudad, en el Aalto Ballet, donde creó sus primeras grandes coreografías.
Desde que asumió el cargo de director artístico del Ballet de Dortmund Xin Peng ha realizado más de 70 producciones y ha invitado a coreógrafos tan diferentes y prestigiosos como William Forsythe, Akram Khan, Wayne McGregor, Mauro Bigonzetti o Johan Inger, el coreógrafo sueco afincado en Sevilla cuya última producción se pudo admirar el pasado martes en el Teatro Romano de Itálica, dentro del Festival Internacional de Danza de Itálica.
El espectáculo, con vestuario de Bregje van Balen y luces de Linus Fellbom, se presenta dividido en dos actos con una duración total de una hora cuarenta minutos y cuenta con un grupo de solistas de la Dortmunder Philharmoniker (piano, percusión y cuerdas) que interpretarán la música en directo junto a la estrella sueca del pop Anna von Hausswolff, que pondrá la voz.
El sueño de una noche de verano. Domingo 29 de junio, a las 19:00 en el Teatro de la Maestranza.
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