Arte

Mujeres que no se conformaron

  • El Bellas Artes acoge hasta septiembre una exposición con grabados de la colección de Mariano Moret, un catálogo de rebeliones femeninas

El coleccionista Mariano Moret, ante tres de sus grabados.

El coleccionista Mariano Moret, ante tres de sus grabados. / Carmen Castellano

Hechiceras, codiciosas, astutas, desobedientes, malvadas, lujuriosas. Disidentes a las que el Antiguo Testamento o la Historia y la mitología bautizaron con nombres distintos: Eva, Judith, Salomé, Dalila, María Magdalena. El Bellas Artes reúne en su nueva exposición, El poder de las mujeres, a personajes femeninos que se salieron de la norma, que dejaron atrás la sumisión al hombre, que se rebelaron contra las convenciones. Una selección de 53 grabados de la Colección de Mariano Moret de los siglos XVI y XVII dialoga con cuatro lienzos de la pinacoteca sevillana para ilustrar el fenómeno del Weibermacht, una corriente que durante la Edad Media y el Renacimiento advirtió de las artimañas de las mujeres para hacerse con el poder que el sistema les negaba. Siempre eran hombres atemorizados ante un posible cambio de roles los escritores y los artistas que firmaban esos retratos. "No podemos definirlo como un movimiento feminista, sino más cercano a la misoginia", reconocía Moret en la presentación de la muestra, este miércoles, "un aviso para navegantes" sobre las mujeres que "no se conformaban con la posición que la sociedad les tenía preparada".

La propuesta, que puede verse hasta el 17 de septiembre y que viene acompañada de un catálogo, "el primer libro publicado en español sobre el Weibermacht", divulga grabados de autores como Lucas Van Leyden, Georg Pencz, Albrecht Altdorfer o Sebald Beham. "Piezas", explicó el coleccionista, "que por el soporte en papel tan frágil que tienen raramente se exhiben, y que se exponen con una tenue luz para evitar su deterioro. Tras cuatro meses en el Bellas Artes, tendrán que estar guardadas durante cuatro años en un almacén para que puedan conservarse. Por eso esta cita es una oportunidad para ver la obra de grandes artistas", defiende Moret.

El recorrido se divide en cinco ámbitos, Las heroínas, Las pérfidas, Las rebeldes, Las pecadoras y El triunfo de la mujer. "Y en algunos casos el resultado es el mismo: un hombre decapitado", observa Moret sobre una catalogación en la que a veces los contornos se confunden. "Si es Salomé y se carga a San Juan Bautista, es una pérfida; si es Judith, y se enfrenta al capitán del ejército invasor, es una heroína".

Un mismo personaje afronta lecturas muy diversas, casi antagónicas: en la sala donde se expone la majestuosa Judith mostrando la cabeza de Holofernes al pueblo de Betulia, un lienzo de Pedro Núñez de Villavicencio, una de las obras que aporta el Bellas Artes, Sebald Beham perfila a esta figura desnuda mientras sujeta su sangriento botín y porta una espada, una desnudez que el impresor alemán concibió tal vez para que el espectador no la confundiera con un hombre o quizás por su tendencia a las escenas eróticas y a la provocación, una propensión a la herejía por la que fue expulsado de Núremberg junto con su hermano Barthel Beham y Georg Pencz.

Otro artista que destaca dentro del conjunto de El poder de las mujeres es Lucas Van Leyden, del que se exponen grabados como Ester ante Asuero. El holandés, cuenta Moret, "siempre estuvo enfermo, pero hizo de la debilidad virtud. Otros grabadores muestran un trazo firme, él es minucioso y sutil". Su maestría fue tal que un genio como Durero lo admiraba: se sabe por los diarios del alemán que cenaron juntos y se compraron obra. Moret se entusiasma ante las historias que encierran los fondos que atesora: "Sobrevivieron a incendios, pestes, ratas, guerras mundiales, y hoy pueden verse aquí cinco siglos después", señala orgulloso.

'Judith mostrando la cabeza de Holofernes al pueblo de Betulia', de Pedro Núñez de Villavicencio, una de las obras del Bellas Artes. 'Judith mostrando la cabeza de Holofernes al pueblo de Betulia', de Pedro Núñez de Villavicencio, una de las obras del Bellas Artes.

'Judith mostrando la cabeza de Holofernes al pueblo de Betulia', de Pedro Núñez de Villavicencio, una de las obras del Bellas Artes. / D. S.

Para Valme Muñoz, directora del Bellas Artes, las mujeres "enérgicas y poderosas y también débiles o cobardes" conforman "una galería apasionante". José y la mujer de Putifar o una Magdalena penitente, ambas de Antonio María Esquivel, y Salomé con la cabeza de San Juan Bautista, de Giovanni Battista Caracciolo, son otros de los lienzos del museo sevillano que dialogan con el "excelente repertorio" que ha reunido Moret. A la inauguración de la muestra acudió el secretario general para la Cultura de la Junta, Salomón Castiel, y Aurora Villalobos, directora general de Museos y Conjuntos Culturales.

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