Berlanga: autorretrato en RTVE

Centenario Berlanga

El archivo de RTVE reúne numerosas piezas y programas sobre el director valenciano, entre ellas jugosas entrevistas de los años 70 y 80. De una de ellas extractamos un breve diccionario 'berlanguiano' y las respuestas a un muy personal cuestionario.

Berlanga durante la entrevista para 'Autorretrato' en 1984.
Berlanga durante la entrevista para 'Autorretrato' en 1984.

Al margen de su actual línea editorial, la edición web y a la carta de RTVE está repleta de tesoros históricos sobre nuestro cine: programas, entrevistas, documentales, coloquios o series que recuperan y organizan el vasto archivo de la casa con un tratamiento de la cultura que pone de manifiesto que cualquier tiempo pasado fue mejor, al menos para la televisión entendida como servicio público, pedagógico y divulgador.

Si uno introduce ‘Berlanga’ en el buscador general encontrará numerosos enlaces y vídeos, los más abundantes relacionados con este año de celebración del centenario de su nacimiento, piezas especiales de programas como Días de cine, Historia de nuestro cine, Versión española, Imprescindibles (Por la gracia de Luis), Qué grande es el cine o Informe Semanal, o con otros hitos recientes como la creación del Berlanga Film Museum, espacio virtual íntegramente dedicado a su vida y obra, o el estudio de películas clave de su filmografía como Bienvenido Mr. Marshall, Plácido o El Verdugo (La mitad invisible) en sus respectivos aniversarios o recuperaciones.

En cualquier caso, nuestros enlaces favoritos y los que les recomendamos encarecidamente tienen que ver con algunas apariciones del cineasta valenciano en la televisión de los años 70 y 80, en aquellos míticos programas de Joaquin Soler Serrano (A fondo), Diego Galán (Memorias del cine español), Fernando Méndez-Leite (La noche del cine español), Terenci Moix (Más estrellas que en el cielo) o Rosa María Sardá (Ahí te quiero ver) en los que la conversación, el tiempo, la palabra y la franqueza aún presidían unas formas comunicativas que, si bien algo rudimentarias en su realización, daban todo el protagonismo al entrevistado.

Ese es precisamente el caso de la estupenda entrevista para el programa Autorretrato Autorretratorealizada por Pablo Lizcano en 1984, una pieza de apenas una hora que nos revela a un Berlanga algo incómodo con el formato, también a un entrevistador levemente beligerante y crispado, y en todo caso a una gran agudeza en las preguntas y respuestas que nos remite a una televisión donde aún cabía lo bien documentado, lo imprevisto, lo espontáneo y, por supuesto, lo políticamente incorrecto.

Hemos vuelto a aquella entrevista y nos hemos permitido extractarla a modo de diccionario berlanguiano, conservando el cuestionario final en el que Berlanga, por entonces con 63 años, se zafa con humor de algunas preguntas tópicas, otras impertinentes, que revelan a ese espíritu libre, contradictorio, barroco, lúdico, mediterráneo, misógino, erotómano, anarquista y pirotécnico que fue el director de la Trilogía Nacional:

Actores: “Isbert, Alexandre, Ciges, López Vázquez, mi favorito, Agustín González, Amparo Soler Leal, María Luisa Ponte, Félix Fernández, Alberto Romea, Manolo Morán… teníamos unos actores genéricos fabulosos, que era lo mejor del cine español, el problema es que ahora todos quieren ser protagonistas”.

Austrohúngaro: “Nació del azar al aparecer en las dos primeras películas y se ha convertido en un fetiche y luego en una superstición […] Alguna vez lo he metido con calzador in extremis en la sala de doblaje”.

Azcona: “A veces me gusta decir en broma que Azcona no existe, que es un seudónimo mío. Admiro cómo ha conseguido privatizar su vida, es un hombre lucidísimo. Le admiro también porque ha logrado que mis obras sean bastante respetadas”.

Bardem: “Sólo hicimos una película juntos, Esa pareja feliz, y nos apoyamos para echarnos juntos al ruedo del cine. Ideológicamente somos distintos. Un día nos zarandeamos en un rodaje por culpa de una cámara lenta y unas nubes”.

Censura: “A mí me daban ataques de risa cuando llegaban las notas de censura y me destrozaban una película. La crítica y la broma no se encajaban bien. Bienvenido Mr. Marshall creó problemas con los americanos, se estrenó el mismo día en que cambiaba el embajador de EEUU en España y hubo un toque de atención porque pensaban que nos estábamos riendo de ellos. También está lo de los billetes con la cara de Lolita Sevilla y Pepe Isbert usados para la promoción que fueron denunciados por ‘falsificación de moneda’.

Cine: “Salimos de la primera promoción del Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas. Yo quería ser director y ser anónimo al mismo tiempo. En realidad, el cine que yo quería hacer era el del ‘Indio’ Fernández, un ruralismo poético con ribetes sociales, pero luego la cosa se fue decantando hacia el esperpento”.

Contradicción: “Mi rasgo esencial es la contradicción. Soy lúdico, amo los placeres y el cachondeo, y sin embargo nací el día de una tragedia nacional (el desastre de Annual). Detesto las guerras y he participado en dos. Me gusta la mujer y no suelo ‘usar’ de ella técnicamente. No me gusta el Estado y he tenido cargos públicos. Me gusta comer y no sé ni calentarme un café con leche”.

Dios: “Dentro de mi esencia contradictoria, siempre he tenido vocación de ser invisible pero también la de ser Dios”.

Fetichismo: “Me gusta refugiarme en soledades donde el objeto adquiere la condición de fetiche, valor de compañero, de compulsión”.

Guerra: “Aunque suene frívolo, a mí la Guerra me permitió descansar, leer y escribir. A mi edad, la guerra eran unas largas vacaciones”.

Ideología: “Bardem y sus amigos del PCE me daban clases de marxismo y querían que me afiliara al partido, pero aquello no me entraba y me dejaron tranquilo. Mi ideología era muy indefinida, una herencia del liberalismo que se va transformando en anarquismo”.

Mujer / Misoginia: “Yo soy un hombre fascinado por la mujer, pero al mismo tiempo la considero un tirano, soy un misógino y mi cine es misógino, pero me niego a definirme como machista. El machista considera a la mujer como un ser inferior, yo la considero como un ser superior, y le añado la cualidad de tiranía en tanto que todo ser superior biológicamente tiende a ser depredador del inferior […] Con las actrices me ha sido más difícil y tenso porque a mí me gusta es miserabilizar a todo el mundo y claro, ellas no se dejan tanto, salvo Amparo Soler Leal, que se deja poner una pústula y un parche en el ojo”.

Poesía: “Me presenté al premio Adonais. De joven picoteé en casi todo, he pintado en Valencia, pero era consciente de mis limitaciones. Mi poesía es secreta, pero reconozco que tengo una cierta sensibilidad poética”.

Religión: “Estudié con los jesuitas, pero como hombre lúdico no he padecido el terror respecto a la educación religiosa estricta, ni los traumas que se supone que uno debe tener en esa época. Si acaso he tenido problemas a la hora de la confesión, con la idea del arrepentimiento, en el que no creo”.

Un cuestionario 'muy personal'

  1. ¿Tiene usted un alto concepto de sí mismo? Pasa de alto a bajo según la hora, el día o las mujeres que tenga delante.
  2. ¿Cuál es la obra humana que más admira? La del Marqués de Sade.
  3. ¿Cuál es la obra humana que más deplora? Pues dudo si los Museos o el ‘Scalextric’ de Atocha.
  4. ¿Qué pecado cree usted que no lo es? Pecar no es un pecado.
  5. De no haber sido el director Luis García Berlanga, ¿qué director hubiese querido ser? El que más cobre, y ojalá que el que más cobre sea Fellini.
  6. ¿Cuál es su sueño favorito? Uno en el que interviene Brigitte Bardot vestida de novia y en el que uno participa activamente.
  7. ¿Cuál es la peor de sus pesadillas? Hay una constante en la que hay una frontera entre la muerte y la vida y hay que jugárselo con unas tarjetas de colores, pero desgraciadamente el sueño es en blanco y negro.
  8. Elija tres cosas para llevarse con usted a una isla desierta: Groucho Marx, una señorita espléndida y yo mismo.
  9. ¿Cuál es el vicio propio o ajeno que más le avergüenza? No me avergüenza ningún vicio, si acaso, el vicio de investigar.
  10. ¿Con qué personaje, real o ficticio, le gustaría pasar una velada íntima? Con Gwendoline, pero no la de la canción de Julio Iglesias, sino la del dibujante americano John Willie.
  11. ¿Puede darnos tres buenas razones para vivir? Con una me sobra: la curiosidad.
  12. ¿En quién o en qué le gustaría reencarnarse? Pues en lo contrario a uno mismo, si soy hombre, en una mujer, y si soy feo, en una mujer seductora.
  13. ¿El momento más divertido de su vida? Una cama redonda con unos colegas en una verbena de San Isidro.
  14. ¿El momento más amargo? Un amanecer, y no digo por qué.
  15. Francamente, ¿daría usted su vida por algo? No.
  16. ¿Con qué frase le gustaría ser recordado? Con cualquiera que no sea un epitafio.
  17. ¿Alguna vez sintió que estaba haciendo espantosamente el ridículo? Sí, aquí, en este momento.
  18. ¿Cuál cree que es la gracia que no quiso darle el cielo? Ya lo he dicho antes, la de la seducción.
  19. ¿Cómo se las arregla para huir de la pena? Pues haciendo gimnasia y ejercicios cotidianos de soledad.
  20. ¿Quiere usted formular un íntimo deseo? Desde el momento que es íntimo no lo formulo, o lo formulo y ustedes no saben cuál es.
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