La programación de la próxima Bienal cederá un espacio a otras músicas a través del concierto Rock y flamenco, donde coincidirán algunos de los grupos más representativos de aquel rock andaluz que, durante las décadas de los 70 y los 80, introdujeron nuevos conceptos en el panorama musical de la época. Cai, Guadalquivir, Tabletom, Imán Califato Independiente, Alameda, Pata Negra y Smash, junto a Lole Montoya y el antiguo componente de Triana Eduardo Rodríguez Rodway se subirán al escenario del Auditorio Rocío Jurado el día 20 de septiembre.

Aunque la noche se plantea como una fiesta en la que no faltará el recuerdo a los compañeros desaparecidos, los protagonistas de la velada dejaron claro ayer que su pretensión no será limitarse al pasado. Contemplan con orgullo los caminos abiertos, pero entienden que "los músicos no pueden vivir de la herencia".

Gualberto resta importancia al aspecto celebratorio del reencuentro y hace hincapié en que "se trata de un concierto y, aunque hayamos dejado una huella fuerte, podemos seguir dejándola. Ahora tocamos mejor que antes". Pepe Roca también mira al presente. Anuncia que harán "algún tema significativo de nuestro pasado, pero interpretaremos cuatro temas nuevos", porque se enfrentan "a un examen gordísimo, el de las nuevas generaciones".

¿Comparten estos exponentes del rock andaluz esa etiqueta con la que los rebautizaron? Antonio Smash prefiere diferenciar dos ideas. "Rock andaluz es aquello que tiene una influencia palpable del flamenco. Yo considero lo que hago actualmente como rock hecho en Andalucía. Es algo más libre, donde no es tan palpable esa huella". Pepe Roca defiende que en Alameda, por ejemplo, "existen otras músicas, una amalgama tremenda de todo lo que hemos mamado".

Por el momento, los puristas no han expresado protesta alguna ante la presencia de rock en la Bienal. Para Gualberto, "los que hacen daño al flamenco son los cantaores puristas que cantan mal". Pepe Roca apuesta más por el entendimiento entre diferentes ámbitos. Opina que "no somos competencia en absoluto. Muchos se sienten orgullosos de que hayamos mirado a su música".

Quienes sí se pusieron en el camino del rock andaluz fueron los artífices de la movida. Eduardo Rodríguez Rodway, que participa en la iniciativa "veintitantos años después" de su retiro, recuerda que "con la aparición de los otros, nos trataron como apestados, hubo un rechazo. Nosotros hablábamos de sentimientos y, de pronto, todos estaban pendientes de alguien que hablaba de un bote de Colón".