Cristian de Moret I Cantaor y músico

"Estamos viviendo una época muy punk, por eso salen cosas locas"

  • Tras acompañar con su cante y su música a artistas como Jorge Pardo, Carmen Linares o Andrés Marín, lanza 'Supernova', un álbum "salvaje" donde funde el flamenco con los sonidos americanos

Cristian de Moret, momentos antes de la entrevista en el centro de Sevilla.

Cristian de Moret, momentos antes de la entrevista en el centro de Sevilla. / Juan Carlos Muñoz

Porque en aquellos años los auriculares sólo se usaban en transportes públicos y en noches de insomnio, Cristian de Moret (Huelva, 1988) escuchaba en su casa las cintas de Led Zeppelin, Red Hot Chili Peppers, Ray Charles o Radiohead que traían sus hermanos junto a las de Marchena, Camarón, Paco de Lucía o Bernarda que ponían sus padres. Así, de manera natural, creció atrapado por las raíces flamencas y los sonidos americanos que ahora afloran conscientes y libres en Supernova, una ópera prima con la que se ha situado como uno de los artistas más interesantes y frescos de la escena musical.

De esta forma, tras años colaborando como cantaor y músico -piano, guitarra eléctrica y bajo- para figuras como Carmen Linares, Jorge Pardo, Andrés Marín o Pedro el Granaíno, Moret da el salto en solitario con diez temas en los que los cantes por seguiriyas, tangos, fandangos o soleá conviven con grooves de blues, rock, jazz o funk.

-¿Cuándo siente la necesidad de tener un nombre propio?

-Ha sido un cúmulo de circunstancias. Llevo mucho tiempo haciendo música para compañías, produciendo discos para artistas... y sentí la necesidad de contar mis cosas porque llega un momento en que no estás cómodo haciendo lo que quieren otros. Además, he ido perdiendo el miedo a expresar mis inquietudes así que decidí dar el paso y rechazar propuestas para hacer lo que quería. Es como emanciparte de casa de tus padres, renuncias a esa tranquilidad y comodidad, pero ganas en libertad.

-Supernova es una estrella en explosión que libera una gran cantidad de energía, ¿es ésa la idea del disco?

-Bueno el nombre lo elegí de una manera intuitiva porque me interesaba indagar en la relación de la música con la física. Cuando trabajas desde el estudio percibes esa conexión entre los sonidos y los movimientos gravitatorios del universo de la que ya hablaban los griegos. Luego, me gusta la idea de coger perspectiva y mirar las cosas desde arriba para darnos cuenta de lo que importa realmente.

"Este disco ha sido como emanciparme, renuncias a la tranquilidad y la comodidad, pero ganas en libertad"

-De la amalgama de influencias que suenan en los diez temas, ¿dónde diría que está su esencia?

-Intento sobre todo que el cante suene auténtico. Cuando trabajas con tantos maestros te das cuenta de lo serio que es el flamenco y la afición que requiere. Por eso procuro ser respetuoso y cada vez voy disfrutando más. Luego en el sonido busco la distorsión, lo ácido. Quizás esa combinación es la que puede poner a la gente las orejas de punta porque estamos más familiarizados con el rock andaluz, en el que había más canción, pero hay menos ejemplos de flamenco eléctrico, como me definieron el otro día cuando estuve de visita en La Resistencia y me gustó.

-¿Existe entonces también un duende eléctrico?

-Claro que sí, lo único que sucede más en directo, entre otras cosas, porque tienes que enchufar la guitarra... Por ejemplo, recuerdo haberlo vivido con Jorge Pardo en la mítica sala Bogui Jazz de Madrid, que ahora ha cerrado por la pandemia. Al final el duende aparece cuando se da esa magia entre los músicos.

-Dentro del flamenco ha colaborado con artistas rompedores como La Choni, Vanesa Aibar, Rosario la Tremendita... ¿estamos viviendo una revolución?

-El flamenco nace ya siendo revolucionario y cuando se estanca y se queda en creerse que es clásico es cuando se equivoca. De hecho, desde que nació no ha parado de renovarse y dejarse influenciar. No es de ahora, la revolución la ha traído gente como La Niña de los Peines, Marchena, Morente, Paco de Lucía, Camarón, El Pele... Lo que sí me parece importante es que lo que se haga tenga calidad porque es una música tan rica y compleja que no merece otra cosa.

"El flamenco nace ya siendo revolucionario y no ha parado de renovarse. Cuando se queda en creerse que es clásico es cuando se equivoca"

-Pero de repente usted entra en una de las listas más seguidas de Spotify junto a nombres como C. Tangana, Rosalía, María José Llergo o Pony Bravo...

-Como digo, he pasado mucho tiempo en los tablaos y defiendo que el flamenco tradicional necesitaría mucha más ayuda y respeto del que tiene, incluso mediáticamente. Pero eso no legitima que seamos lesivos con alguien que viene de fuera y dice que se siente flamenco también. Hay mucha gente joven que igual no sabe hacer un repertorio, pero incorpora cosas flamencas en lo electrónico, el rap o el reguetón... porque es lo que escuchamos hoy día y es normal que todo se contagie. Otra cosa es utilizar el nombre como marca para vender más, pero eso depende de lo honesto que sea cada uno.

-Vemos también una cierta reivindicación del folclore con grupos como Califato ¾ o Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, ¿piensa que estamos ante una nueva ola de rock andalusí?

-No creo que una segunda ola porque ese rock andaluz de los setenta nació en otro contexto de franquismo y tuvo tintes más hippies, de mayor esperanza. Ahora vivimos un tiempo crítico, en el que la gente está de los nervios. Hay un tema de Califato que dice algo así como tengo una pena muy grande, mi madre no duerme por las noches y habla de la ruina que tiene mi generación. Estamos viviendo una época muy punk y por eso salen cosas más locas de lo normal.

"Saben de dónde vengo, cómo funciono y lo que respeto esto, aunque quiera experimentar otras cosas"

-En su carta de presentación dice "si no te gusta el flamenco, te va a gustar", ¿y si te gusta?

-Risas. A ver, entiendo que haya a quien le duela escuchar una guitarra eléctrica en medio de unos tangos y te ponga en cuestión por hacer cosas que no están dentro de su raciocinio, sin embargo, ellos sí entran dentro del mío. Aun así, sé que la mayor parte del flamenco sabe que funciono y de dónde vengo. No se van a asustar. En mi caso nazco del flamenco y voy hacia otro sitio, no al revés. Me siento flamenco y no tengo que entrar en él ni ser un impostor. Creo que he demostrado mi respeto, aunque haya quien quiera experimentar por otro lado.

"Nazco del flamenco y voy hacia otro sitio, no es al revés. Me siento flamenco y no tengo que entrar en ningún lado ni ser un impostor"

-En los tangos El Pañuelo que abren Supernova proclama la libertad del pensamiento e insiste en que "queremos divertirnos", ¿es ésa su filosofía?

-Completamente. Está muy bien expresar el dolor y es legítimo, pero soy una persona positiva, le huyo a todo lo depresivo. En el caso del flamenco además se da la paradoja de que el dolor se expresa también en la fiesta, tiene el poder de expresar muchas cosas. Estos son unos tangos de Linares que le escuché a Gabriel Moreno con unas letras muy antiguas que resultan muy modernas, porque al final hablan del mestizaje y de la libertad de elegir.

-Hasta ahora ha lanzado varios tracks, se le ha visto con Raúl Rodríguez y Ariel Rot en Un país para escucharlo y tiene alguna sorpresa con Movistar... ¿qué es lo próximo?

-El disco estaba terminado porque lo íbamos a lanzar el 14 de abril del año pasado pero cuando nos confinaron decidimos ir presentándolo poco a poco y trabajando de otra forma. La verdad es que, aunque haya sido raro, me está permitiendo disfrutar más y han surgido cosas tan increíbles como lo de que me llamara Emilio Aragón para un nuevo programa de Movistar a raíz de ver una versión mía sobre La leyenda del tiempo... Ahora deseando volver a los escenarios con el público y con la mente ya en lo próximo.  

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