Destellos de un cine de la belleza y la amistad
El próximo sábado (12:30h.) se presenta en la Feria del Libro el extraordinario libro de Jonás Trueba 'El viento sopla donde quiere' (Athenaica), que reúne sus artículos cinematográficos dispersos.
Hemos leído y subrayado este El viento sopla donde quiere poco a poco desde el pasado verano, cuando apareció en el ya selecto catálogo cinematográfico de Athenaica. Tal vez sea esa la mejor manera de hacerlo, en sintonía con el tiempo y la forma de diario cinéfilo sobre la marcha que se atisba tras sus páginas, ahora ordenadas desde su origen digital o su dispersión periodística en una suerte de relato con bastante coherencia “en su sutil arco emocional e histórico”.
El libro se articula en bloques a partir de las entradas del blog personal del autor, iniciado allá por 2008, o de artículos más o menos de encargo aparecidos en periódicos, revistas o suplementos culturales, la mayoría antes de que Trueba empezara a dirigir. Bloques que aspiran a dar más unidad aún a unos textos que ya la tenían en su vocación de unir cine y vida a la manera de una vieja cinefilia tal vez ya en vías de extinción de la que Jonás Trueba (Madrid, 1981) tal vez sea uno de nuestros últimos y mejores exponentes.
Decían los primeros cahieristas que escribir era ya una forma de hacer cine. Aquella idea parece atravesar un libro repleto de intuiciones en el que el hoy aclamado cineasta (Los ilusos, La reconquista, La virgen de agosto, Tenéis que venir a verla, Quién lo impide, Volveréis), posiblemente más reconocido en Francia que en España, dialoga íntimamente con el cine de su época como testigo de su propio descubrimiento y desarrollo, a saber, no sólo con las películas y autores que acompañaron su formación como espectador adulto desde la primera adolescencia, sino también con aquellas del pasado con las que se establece una filiación clara, descubiertas en un mismo recorrido en paralelo que define el perfil del amante del cine en lo que llevamos de siglo, en un zigzagueante movimiento hacia atrás y hacia adelante.
Nos descubrimos y reconocemos así en las páginas de este libro a pesar del décalage generacional (Trueba nació en 1981 y el arriba firmante diez años antes), una prueba más de la existencia de ese espacio y esa sensibilidad cinéfila compartidos que incluye, además de las visitas al cine o la peregrinación a festivales, la asistencia a exposiciones, las lecturas o el consumo casero de DVD, que anula la diferencia de edad para poner enfrente un espejo que nos devuelve experiencias, senderos y revelaciones comunes.
Varios ejes y temas articulan esta impecable y deliciosa colección de textos escritos siempre con una transparencia pedagógica y una lúcida inmediatez que trascienden la urgencia de la crítica periodística al uso: el valor de la cinefilia como gesto de amistad y experiencia compartida, la conexión inexorable entre cine y vida, o lo que es lo mismo, la prolongación de una en otro y viceversa, la revelación de los tutores, los padres y los guías (Mekas, Truffaut, Rohmer o Tanner, glosados en los estupendos artículos finales), el propio gesto de escribir al hilo de las películas como forma íntima para pensarlas, compartirlas y transmitirlas (Bergala), el gusto cimentado en la celebración y la búsqueda de la belleza antes que en la representación de la miseria o la fealdad del mundo, el reconocimiento de los maestros del pasado, clásicos y modernos (Renoir, Godard, Bergman, Garrel, Eustache, Allen, Fellini, Tarkovski, Pasolini, Ray, los Dardenne, Kiarostami, Davies, Kaurismäki), como pilares sobre los que sustentar una forma de ver y estar en el mundo, otra filiación más con el cine español (más allá del apellido), aunque sea el otro, donde uno se reconoce como miembro de una familia (Lacuesta, Rebollo, Laxe, Trapé, Vermut, Siminiani, Oksman), la experiencia del cine como lugar de encuentro, pero también como refugio solitario e íntimo, el recuento, en fin, de todos esos títulos y cineastas de los últimos 25 años que nos interpelan como miembros de una comunidad cinéfila digital y mutante capaz de reconocerse en el cine francés (Carax, Hansen-Love, Desplechin, Jaoui, Bacri, Donzelli), el cine de autor norteamericano (Linklater, Jarmusch, Anderson, Gray, los Coen, Payne o incluso en el Hugo de Scorsese), el cine iraní (Panahi, Farhadi), el cine asiático (Yang, Sangsoo, Suwa, Miyazaki, Weerasethakul) o el latinoamericano (Llinás, Veiroj) o frente a los blockbusters de moda con los que también hay que dialogar aunque sea para justificar el rechazo y la posición propia.
De todo este itinerario hablaremos con el autor este próximo sábado 1 de noviembre a las 12:30h. en el Espacio FELISE de la Feria del Libro. Están todos invitados.
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