Emilia, la diva argentina que conquista Sevilla entre Tuentis y 'piripis'

Más de 10.000 personas se congregan en Icónica Santalucía Sevilla Fest para disfrutar del primer concierto de la cantante en Sevilla

Myke Towers en Sevilla: El príncipe del reguetón y su pantera, solos ante el peligro

La cantante Emilia en Icónica Santalucía Sevilla Fest.
La cantante Emilia en Icónica Santalucía Sevilla Fest. / oscar romero

Debuta en Sevilla por primera vez después de haber hecho historia en Madrid. Hoy, sábado 7 de junio, celebrará su última noche en la capital después de haber culminado con éxito dos conciertos en el recinto Madrid Arena, con capacidad para 12.000 personas, el miércoles y el jueves. Se trata de la artista internacional que más veces lo ha llenado en una misma gira. En medio de estas fechas, el oasis -a casi 40ºC- sevillano. La cantante Emilia Mernes (Nogoyá, Argentina, 1996) llega por primera vez a la ciudad y lo hace con motivo de su gira .mp3 Tour 2025. Una cita ineludible para 10.000 fans entregados en una nueva noche de Icónica Santalucía Sevilla Fest.

"Emilia hermana, eres sevillana", coreaban muchos seguidores poco antes de que la estrella saliera a escena. Fundido a negro y aparece en las pantallas un ordenador de esos que se usaban -usábamos- en los dos miles. Esa época en la que se jugaba con internet de manera inocente. No había sentido estético en las tipografías, mucho menos en los colores. Todo valía. Word Art era un mundo por descubrir. Y, de fondo, esa colina verde inconfundible de Microsoft. Un prado para toda una generación. La de la Superpop como Biblia y la de Tuenti como ventana al mundo.

"Una perra exclusive, / Le gustan las burbujas, champán en el jacuzzi", suena Exclusive y el público se entrega al baile sin control. A levantar pancartas como nunca. A grabar para que todos lo vean. Los móviles tenían un foco: la superestrella argentina en el centro de la pista con shorts y camiseta de lentejuelas y color morado. Todo al brillibrilli. Como complemento, calentadores al estilo Lola de UPA Dance y una gorra que nos recuerda a esa Melody despuntando con De pata negra. De divas valientes y poderosas va la cosa.

Pero volviendo a Emilia, lo cierto es que tiene ese encanto capaz de embelesar al más escéptico. Después de cantar Cuatro veinte saludó a la ciudad: "Buenas noches Sevilla, ¿están listos para pasar una noche perfecta". Poco más que decir para meterse al público en el bote. Bueno sí: "¿Qué pasa si digo que lo tengo de buena lo tengo de mala?". Gritos atronadores provocados por los que saben que así empieza el hit Jagger, acompañado de una coreografía de infarto gracias a su cuerpo de baile compuesto por una decena de bailarines.

La artista rodeada por su cuerpo de baile.
La artista rodeada por su cuerpo de baile. / oscar romero

Fundido a azul eléctrico y cambio de vestuario. La argentina salió con una gabardina de cuero, larga y negra. Al más puro estilo Matrix, pero con flow de Messenger. Con este atuendo -nada acorde al mercurio- entonó Jet Set, cuya versión original comparte con la grandísima Nathy Peluso. Enlazó con Iconic y con Cielo en la mente. Para tranquilidad de todos sin esa calurosa pelliza por encima.

"Estoy muy agradecida porque no caemos en dónde estamos cantando", reflexionó la artista mientras contemplaba una Plaza de España hasta la bandera. Con las dos Torres funcionando como faros del mundo. Al menos, de ese pequeño microcosmos creado entre el público y la protagonista. Hizo un descanso para leer los muchísimos carteles de sus seguidores. Uno afirmaba haber encontrado novio para la mascota de la artista -de nombre Roma-, otro la invitaba a casa de la abuela del creador para comer croquetas -allá que vamos todos- y un último le indicaba dos regalos: una ilustración de la argentina con un traje de luces y otra con uno de flamenca. Dentro de este rosario de tópicos no podía faltar el piripi como un ingrediente más de la idiosincrasia hispalense: "¿Es como un sandwichito no?... No me voy de aquí sin probar uno".

Y de las tradiciones locales a las baladas con Guerrero, A 1000 KM y Rápido Lento. La emoción dejó paso a, como no, los bailes de Tik Tok. A new era is coming. Vestida de leopardo, subió al escenario a tres seguidoras -Marta, Inés y Esperanza- para mover las caderas con Motinha 2.0 (Mete marcha). Eso sí, nada estaba dejado a la improvisación. Que las coreografías de Tik Tok son una cosa muy seria. Enlazó con Bunda y con (al fin) Blackout, su último gran exitazo.

Encaró la recta final pasando el filo de las 00:00 horas con el trío más esperado: La Original, GTA y No se ve. Nadie quería abandonar la Plaza de España cuando la artista se despidió con un "Buenas noches, Sevilla, os amo". Hoy hará historia en nuestro país. Muchos zoquetes dirán que no saben qué canta. Mucho menos quién es. Por lo pronto, la voz de una generación -la de Superpop y Tuenti- que sigue teniendo ganas de pasarlo bien.

stats