Retrato del futbolista en el sofá
En silencio: la resiliencia de Isco Alarcón | Crítica
La ficha
** 'En silencio: la resiliencia de Isco Alarcón'. Documental, España, 2025, 85 min. Dirección y guion: Sara Sálamo. Fotografía: Isabel Ruiz, Sara Sálamo.
Ya desde su propio título, este documental sobre el futbolista malagueño del Real Betis Isco Alarcón despide unas pretensiones excesivas que buscan tal vez camuflar en el sello de autor (aquí su esposa, la actriz Sara Sálamo) y la circulación por festivales un material que, en realidad, se parece mucho más de lo que quisiera al de los reportajes (auto)promocionales.
No es esto precisamente aquella Zidane, un potrait du siecle XXI de Gordon & Parreno en la que seguíamos de cerca, filmado por numerosas cámaras y micrófonos dispuestos a lo largo y ancho del Bernabeu, al astro francés convertido en bailarín contemporáneo bajo los acordes eléctricos de Mogwai. Lo que vemos aquí es a un Isco lesionado, en su tiempo de espera entre médicos, revisiones y TACS, un futbolista callado tumbado en el sofá de su casa, viendo partidos en los que no juega, mejorando poco a poco en los gimnasios mientras la cámara lo mira con el cariño de una esposa que se refleja en los cristales con Vivaldi de fondo o entre comentarios y apuntes más bien cursis.
Empero, el documental quiere volar hacia el relato de la superación con demasiada prisa, más incluso que la de esa llamada de la selección nacional que se atisba como destino narrativo. La supuesta intimidad del futbolista se mezcla y emborrona entonces con el carrusel del retorno, los goles, las victorias, la derrotas y el archivo. En un momento concreto, Isco y su mujer directora discuten en el coche sobre el rumbo del documental y los peajes de su preparación: él quiere unos mínimos avisos sobre el rodaje, ella le argumenta que el suyo es un acercamiento “observacional”, hecho “en presente”. El principal problema de este filme es precisamente su incapacidad para ser una cosa o la otra aunque haya huido (o crea haberlo hecho) de la vieja y desgastada ortodoxia documental deportiva. En cualquier caso, ¡mucho Betis!
También te puede interesar
Lo último