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Festival de Venecia

Michael Mann convierte ‘Ferrari’ en un “melodrama operístico”

  • El director lleva a Venecia su retrato del magnate del automovilismo, al que da vida Adam Driver

Adam Driver y Michael Mann, en la presentación de ‘Ferrari’ en la Mostra de Venecia.

Adam Driver y Michael Mann, en la presentación de ‘Ferrari’ en la Mostra de Venecia. / Claudio Onorati / Efe

El maestro del thriller Michael Mann defendió este jueves en Venecia su "melodrama operístico" en torno a la figura de uno de los nombres más conocidos del mundo de las carreras automovilísticas, el italiano Enzo Ferrari, a quien da vida un irreconocible Adam Driver, envejecido y con barriga.

"Su historia habla de cosas que nos pasan a todos: duelo, pérdida, amor, pasión, ambición, pero todo de forma comprimida", explicó en rueda de prensa el director, acompañado por Driver, pero sin las protagonistas femeninas, Penélope Cruz y Shailene Woodley.

Ferrari no es un biopic tradicional ya que se desarrolla en un momento muy concreto de la vida del creador de la famosa escudería de Fórmula 1, el año 1957."Muchos de los conflictos de su vida estallan a la vez en ese momento: su empresa está al borde de la quiebra, ha perdido a su hijo, su matrimonio se hunde... toda su historia y su futuro está en juego en ese momento", ha asegurado el director de títulos aclamados como Heat (1995), El dilema (1999) o Collateral (2004). Ferrari es su primer largometraje desde Blackhat (2015), que no fue bien recibido por la crítica ni el público.

Mann, que ha pilotado como aficionado, dice haber rehuido de una puesta en escena elegante y haber dado prioridad a que el espectador sienta en primera persona lo que suponía conducir aquellos coches en esa época. "Cuando pilotas tienes que estar tan concentrado en un solo objetivo que todo lo demás desaparece", aseguró.

Los coches que aparecen en el filme son réplicas exactas de los originales. Driver bromeó diciendo que a él no le dejaron ni tocarlos por razones "obvias", pero Patrick Dempsey, que interpreta al piloto Piero Taruffi, dijo que es una experiencia "aterradora". "Te da una perspectiva de a lo que se enfrentaban los pilotos en esa época, sientes literalmente que viajas en el tiempo", comentó Dempsey, que también reveló que había leído hace muchos años el guion de Ferrari y que cuando supo que Mann por fin lo iba a rodar, le escribió para pedirle participar.

Driver, que en los últimos años ha encadenado dos personajes basados en iconos de la cultura italiana como han sido Maurizio Gucci en La casa Gucci (2021) de Ridley Scott y ahora Enzo Ferrari señaló que empaparse de la cultura local rodando en enclaves reales ha sido fundamental.

“Su historia habla de cosas que nos pasan a todos: pérdida, amor, pasión, ambición”

"No puedes irte a Bélgica a rodar una historia como esta porque ahí haya mejores incentivos fiscales, estar en el lugar ayuda a hacer la inmersión en el personaje", dijo el protagonista de Star Wars, el despertar de la fuerza (2015). "Lo malo de rodar en Módena, rodeados de la iconografía de Ferrari y viendo lo que importa allí ese nombre y su historia es que supone una gran responsabilidad, pero finalmente este es nuestro guion y nuestra historia y si alguien hace otra, bienvenida".

Driver lanzó además un mensaje a las grandes plataformas, con las que se negocia uno de los grandes caballos de la huelga de actores, el reparto de los llamados derechos "residuales" que se pagan cada vez que se vuelve a emitir una película o serie. "Si las productoras independientes –Ferrari entraría en esa categoría– son capaces de llegar a las condiciones que piden los sindicatos, ¿por qué no pueden Netflix y Prime Video?", dijo Driver.

Sobre Enzo Ferrari Driver subrayó su mentalidad de piloto de carreras más que de empresario. "Eso ha sido lo más interesante para mi, esa mentalidad te obliga a estar presente en el momento, no hay espacio para la distracción".

Y también destacó "su instintivo impulsivo", su tendencia a actuar por su cuenta y el hecho de que estaba familiarizado con la muerte, tanto por la pérdida de su hijo Dino como por las eventuales muertes de miembros de su equipo en el asfalto, como las que muestra el filme.

En esas escenas de carreras la película se beneficia del manejo de la tensión y la adrenalina característico de Mann, pero en la historia predomina el melodrama, centrado en su conflicto con dos mujeres, su esposa Laura (Penélope Cruz) y su amante y madre de un hijo por aquel entonces no reconocido, Lina Lardi (Shailene Woodley).

El tercer elemento clave en la trama es la delicada situación financiera que afrontaba en aquel momento y que le puso en la tesitura de tener que buscar un inversor entre sus competidores, como Fiat o Ford, a riesgo de perder su independencia.

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