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Cultura

El fulgor de Vicente Amigo conquista Pamplona en un extraño inicio del Flamenco On Fire

  • Tras más de cinco meses cerrado a causa de la pandemia, el guitarrista abrió las puertas del Auditorio Baluarte para recordar lo necesario que es el arte y “abrazar con mi música" al público navarro

  • Farruquito con Remedios Amaya, Pitingo y Chano Domínguez con la Orquesta Sinfónica de Navarra continúan los ‘Grandes Conciertos’ de la cita jonda 

El guitarrista en uno de los momentos del espectáculo

El guitarrista en uno de los momentos del espectáculo / Javi Fergo (Pamplona)

Con la garantía de los dos metros de distancia de seguridad que impiden los antiguos abrazos; la obligatoriedad de las mascarillas que deslucen los oles; las sillas bajo unos balcones desde los que antes se vislumbraban sólo cabezas y manos a compás; las decenas de dispensadores de geles hidroalcohólicos que recordaban a los tiradores de cervezas de otros tiempos; y la resignación, la incertidumbre y el desánimo donde antes había entusiasmo, lunares y alegría el VII Festival Flamenco On Fire afronta estos días su edición “más extraña y valiente”, tal y como resaltan todos.

Así, tras cinco meses y 15 días cerrado a causa de la pandemia, Vicente Amigo fue el encargado de reabrir las puertas del Auditorio Baluarte de Pamplona, donde arrancó este jueves el ciclo de Grandes Conciertos, que un día antes protagonizó con gran éxito Miguel Poveda en Tudela -localidad que por primera vez se suma a la cita-, y que continúa este viernes Farruquito con Remedios Amaya, Pitingo el sábado y Chano Domínguez con la Orquesta Sinfónica de Navarra el domingo.

En este contexto, en el que se le ha asignado al flamenco, y no a otra música, la responsabilidad de abrir el teatro y consciente de que “tal y como están las cosas es un honor poder tocar hoy” el guitarrista prometió “abrazar con mi música” a unos espectadores ávidos de cultura.

De esta forma, haciendo Memoria de los sentidos, el último álbum que publicó en 2017 y donde regresa a sus raíces más flamencas, el músico sevillano invitó a recordar lo necesario que es el arte para sentirnos vivos o, más aún, para alimentar de razones el acto de vivir en un mundo en el que lo que nos hacía feliz está prohibido, o es incómodo. Es decir, con este recital enérgico y luminoso, pero también cálido y evocador, Vicente Amigo pareció reencontrarse con la versión más vitalista de sí mismo para gritar desde su sonanta que la rabia, la furia y el desasosiego son también energías que ayudan a seguir adelante. Por eso, desató en más de una ocasión la ovación entre los asistentes que entendieron a la perfección el mensaje que él tantas veces subraya con sus dedos. Donde hay emoción y hay ansia, hay vida.

El músico, más vitalista que otras veces, desató en más de una ocasión la ovación entre el público que entendió a la perfección el mensaje que él subrayó con sus dedos: donde hay emoción y hay ansia, hay vida

En este sentido, en este concierto que “después de tanto tiempo sin pisar los escenarios es como empezar de nuevo”, confesó al inicio, se desprendió la magia de aquello que se hace con la inocencia, la claridad y la sinceridad de las primeras veces. Aunque lo que se escuchara fuera su riquísimo y conocido repertorio de bulerías, soleás, tangos y seguiriyas, donde incluyó temas del disco como Amoralí, Guadamecí o el Réquiem a Paco de Lucía –“temazo”, se oyó cerca-, junto a otros como los Tangos del arco bajo (de Un momento en el sonido), (Bolero a los padres, de Tierra) o el mítico Autorretrato (de Paseo de gracia).

En esta tarea, además, estuvo acompañado de un impecable elenco, encabezado por un soberbio Rafael de Utrera al cante y un exuberante Paquito González a la percusión, que le arropó y le animó para que él, “el maestro indiscutible” de la guitarra actual, como se oía a la salida, pudiera recrearse en sus sutilezas e imprimir color en las composiciones.

De este modo tan natural, Amigo rindió el mejor homenaje posible al Eterno Sabicas, a quién la cita navarra dedica este año su programación por el 30 aniversario de su fallecimiento. Porque si fue el genio pamplonés el que Nos formó en la distancia, como explicó el especialista jondo José Manuel Gamboa en la conferencia que tuvo lugar horas, el sevillano es quien hoy le ofrece un futuro más prometedor.

El festival rinde homenaje a Sabicas de quien Gamboa resaltó hitos como ser "el primer guitarrista en tener un disco de oro o en grabarle a Camarón"

En esta charla, que forma parte de un ciclo en torno a este músico “de enorme brillantez, técnica impresionante y con una limpieza y una sonoridad en su toque inigualable”, Gamboa recordó asimismo algunos hitos de este guitarrista de los dedos veloces, como le llamaron, que fue el primero en tener un disco de oro del flamenco, como fue ese Queen of the gypsies que lanzó en 1947 con Carmen Amaya, en “proponer esa manera considerada chulesca de tocar la guitarra con las piernas cruzadas que después impuso Paco” y en tocarle en un álbum a Camarón, contó.

Precisamente para reivindicar la importancia de la guitarra flamenca, el On Fire ha puesto este año especial énfasis en el instrumento con recitales como el de la guitarrista Antonia Jiménez, que ofreció un intimista y sutil concierto en Civivox Condestable, o el del gran Víctor Monge 'Serranito', uno de “los padres de la guitarra actual junto a Paco y Manolo Sanlúcar”, dijo Gamboa, amigo de Sabicas y que con su presencia en Pamplona inicia su despedida de los escenarios.

 

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