La cultura española quedó conmocionada por la muerte de José Luis López Vázquez, una "pata de la mesa" del gran cine español y actor de raza cuya desaparición es el fin de una época, según algunos de los compañeros de este "versátil" intérprete sin el que no se entiende ni la comedia ni el drama del siglo XX.

La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, dijo que “el legado artístico de José Luis López Vázquez es un regalo imborrable que perdurará en la retina de los españoles. Hay papeles que no se conciben en nuestra memoria colectiva sin el rostro y la voz de este maravilloso actor. Era uno de los actores más grandes que ha dado el teatro y el cine español”.

El director de la Academia del Cine, Álex de la Iglesia, señaló que “se va uno de los actores más grandes, una de las patas de la mesa del gran cine español junto con Fernando Fernán Gómez y Pepe Isbert, un actor que ha estado presente en las mejores películas que se han hecho en este país y un intérprete con una carrera impresionante”.

Gerardo Vera, director del Centro Dramático Nacional (CDN), donde este martes se instalará la capilla ardiente: “Era un actor de raza. Ha sido uno de los grandes del cine y del teatro y perdemos a uno de los creadores de la comedia española. Representaba lo mejor del cine español”.

María Asquerino: “Se ha ido un actor importante, muy personal, con un físico característico, capaz de hacer bien tanto papeles cómicos como dramáticos. En lo personal era un hombre un poco seco, reservado, que no salía mucho con los compañeros, pero muy profesional y un caballero en el trabajo”.

Santiago Segura: “La muerte de López Vázquez supone el fin de una época. Era uno de los más grandes actores que ha tenido el cine español, que lo ha hecho todo, que ha sido versátil, prolífico, un genio absoluto y que en comedia era el número uno. En el trato personal era muy educado, agradable, cordial y tranquilo, nada que ver con esos papeles que hacía de señor castizo, bajito y cabreado”.

Concha Velasco: “Era un ejemplo de entrega, disciplina y amor a la profesión. Hemos perdido a uno de los más grandes, si no al más grande de los actores de cine y teatro. Fernán Gómez era un todo, pero el gran gran actor, el gran eminente actor fue López Vázquez, que no trabajó en Hollywood porque no sabía inglés, aunque Dustin Hoffman reconoció que su papel en la película Tootsie estaba inspirado en la interpretación de López Vázquez en Mi querida señorita”.

Manuel Gutiérrez Aragón: “Nos presentó Elías Querejeta en Madrid, en un momento en el que José Luis López Vázquez estaba en la cumbre y no dudó en decir que sí a mi película. Era un hombre generoso, que dijo que sí a un desconocido. Era un actor de los que se formaron haciendo de todo, de esos que hizo de lo peor y lo mejor del cine español, y miembro de una generación de esas que ya no existen”.

La directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel: “Ha sido uno de los grandes de nuestra escena. Su nombre quedará para siempre fundido a la historia de nuestro teatro, de nuestro cine, en los que ha ejercido un magisterio imborrable a lo largo de más de medio siglo. Actor versátil y radicalmente singular, fue capaz de interpretar con altas dosis de genialidad los más diversos papeles”.

Asunción Balaguer: “Un gran amigo y un gran compañero que formó parte de una generación espontánea, lúdica, solidaria y alejada de las envidias. Ha sido un hombre que ha hecho maravillosamente el drama y la comedia, y uno de los grandes actores que ha tenido España. Ahora se va a reunir con ellos -el resto de actores fallecidos- y ojalá sigan viviendo en esa otra esfera”.