Flamenco On Fire

Dorantes y Lole Montoya triunfan en Pamplona

  • El pianista lebrijano y la cantaora sevillana desataron la euforia entre el público navarro con dos propuestas que dejaron patente el carácter universal del arte jondo

Dorantes en un momento de su actuación en el festival.

Dorantes en un momento de su actuación en el festival. / Javier Fergó (Pamplona)

Si como decía el anuncio de la conocida cerveza todos necesitamos un poco de sur para poder ver el norte, después de asistir este jueves a los espectácullos que ofrecieron Dorantes y Lole Montoya dentro del Festival Flamenco On Fire de Pamplona, podemos asegurar también lo bien que viene mirar hacia arriba para entender la grandeza y la universalidad del arte jondo. Porque aquí, a cientos de kilómetros y más de seis horas de tren, ambos artistas -sin duda dos de los flamencos más reconocidos internacionalmente-, causaron auténtico furor entre el público navarro que, en gran parte, estaba teniendo por primera vez la oportunidad de verles en directo.

Por eso, desde que se abrió el telón del Baluarte y el pianista lebrijano tocó los primeros acordes, en el patio de butacas se comenzaron a escuchar improvisados vítores fruto del entusiasmo y consecuencia de la genialidad de una propuesta musicalmente exquisita. Dorantes demostró así, una vez más, su enorme capacidad creativa y su dominio del instrumento, dejando que sus manos recorrieran frenéticamente las teclas para dejar salir las melodías más inspiradoras y envolviendo de sensibilidad y flamencura cada pieza.

Pero, además, Flamenco meets Jazz se presentó como un diálogo, o más bien una charla distendida, entre cuatro músicos que sobrepusieron su generosidad al virtuosismo, creando entre todos un ambiente luminoso y colorista en el que por encima de todo estaba la música. Un concierto alentador que gustó por la indiscutible maestría de Dorantes pero también por su generosidad, por la ausencia de protagonistas. Es decir, el continuo intercambio de papeles permitó momentos mágicos donde el siempre preciso y elegante Javi Ruibal iba poniendo acentos a los versos que Dorantes pronunciaba desde su piano o éste parecía responder a las preguntas que le lanzaba el excelente contrabajista Adam Ben Ezra (quien por cierto puso a los pamplonicas a hacer compás en su solo de "flamenco de contrabajo", como él mismo lo llamó). O donde Tim Ries, el saxofonista de los Rolling Stones que completaba el cuarteto, le sacaba hasta el último aliento al saxo para remarcar los zapateados de una desbordante, provocadora y enérgica Pastora Galván, que desplegó toda Sevilla en sus intervenciones.

Lole Montoya, el jueves durante su actuación en el ciclo de recitales nocturnos. Lole Montoya, el jueves durante su actuación en el ciclo de recitales nocturnos.

Lole Montoya, el jueves durante su actuación en el ciclo de recitales nocturnos. / Javier Fergó / Flamenco On Fire

Y sin querer que esto hubiese acabado nunca, la sala del Hotel Tres Reyes estaba ya a rebosar -con público en pie por todas partes- para esperar el concierto que protagonizó Lole Montoya, acompañada de las guitarras de Manuel de la Luz y Juan Carmona y la percusión de Paco Vega dentro del Ciclo Nocturno de la cita navarra. Un esperadísimo recital donde la sevillana fue recibida como la leyenda viva que es, desatando continuos aplausos y gritos de ¡Guapa! cada vez que susurraba el primer verso de alguno de los grandes éxitos con los que revolucionó el panorama flamenco junto a Manuel Molina allá por los años 70.

En este sentido, Recuerdos fue un excelente revival de una época añorada en la que disfrutamos de canciones míticas como Dime, Nuevo Día, La Mariposa o Todo es de color, coreada por todos los asistentes a modo de himno vital. Y, a pesar de que a la artista se le percibía más inseguridad y menos capacidad vocal que entonces, quizás sólo por falta de práctica, los oles se desparramaban al verle acariciar los letras, trayendo de nuevo ese cante silábico que ya no se practica y reclamando la belleza del mundo con la delicadeza que tan bien supo condensar Manuel en sus versos.

Por su parte, el Festival llega este jueves a su ecuador con Tomatito y la Orquesta Sinfónica de Navarra, que interpretarán juntos el Concierto de Aranjuez a las 21:00 en el Baluarte, y con Rosario La Tremendita, que electrificará la sala del Hotel Tres Reyes con su Delirium Tremens. "Pido perdón de antemano por si se rompe alguna lámpara o algo", ha bromeado esta misma mañana en rueda de prensa.

Igualmente, la programación seguirá este fin de semana con Eva Yerbabuena y Diego El Cigala y Guadiana con Los Mellis y Belén López, el sábado y el domingo en el Baluarte y en el Hotel Tres Reyes, respectivamente.

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