Hits | crítica

Una lenta y didáctica despedida

Un momento de 'Hits' de Tricicle.

Un momento de 'Hits' de Tricicle.

En 2016 estrenó Tricicle este Hits, recopilación de un puñado de sketches espigados de su larga trayectoria por los fans más entusiastas a través de las redes sociales. Esta cooperación previa entre el trío de artistas y los espectadores coloca un almohadón más en la situación de comodidad desde la que se enfoca una obra basada en el cariño y en la familiaridad.

Hay, entonces, poco lugar para la crítica, a no ser el reñir al público responsable por haber elegido éstas y haber obviado otras piezas emblemáticas, lo que carece de sentido. Hits, de todas formas y como todo buen recopilatorio, suma a la engrasada mecánica del grupo algo así como una dimensión didáctica. Es decir, aunque ahora Tricicle añada los gadgets (tecnología móvil) a los gags, al final la revitalización sigue en los detalles, ya ralentizados y enfatizados en esta celebración. Y si la dinámica del cambio constante de escenarios y de la micronarrativa organizan el tiempo y lo colorean, Tricicle brilla sobre todo al intentar responder a la pregunta metafísica del actor cómico mudo u onomatopéyico: ¿qué hacer con el cuerpo? ¿cómo apoyar el brazo que sobra?

Esta base surrealizante y, en el fondo, seria, es la que carga de electricidad los mejores sketches de Hits (la sala de espera del dentista, la butaca polivalente), permitiendo que florezcan camino de la risa desprejuiciada y hasta del chiste tonto, que llega respaldado por esta fragilidad primera. Se trata, también en este sentido, del magisterio de saber estar entre velocidades, notar cuándo se debe acelerar o frenar; una gimnasia que Tricicle lleva cuarenta años ejercitando.