Izaro: “A veces cumples tus sueños y no eres feliz”
IZARO | Cantante
La cantautora vasca actuará el sábado en la Sala Malandar con la gira de su disco ‘Cerodenero’
Héctor Lacosta: "Sentimos que la música nos ha dado otra oportunidad"

Izaro Andrés (Mallavia, 1993), la cantautora vasca, llega a Sevilla con la gira de su disco Cerodenero, un trabajo que define como un viaje emocional de rabia y sanación. Podremos verla el próximo sábado en la Sala Malandar. Desde que comenzara a interesarse por la música durante su época universitaria, después de que una amiga le regalara la guitarra que le había tocado en una tómbola, Izaro es hoy una de las cantantes más reconocidas de Euskadi, e incluso de todo el país. Comenzó su carrera tocando en el bar de unos amigos de su pueblo, extendiendo sus actuaciones por los demás municipios cercanos; grabó su primer disco, Om, en 2016 y ahora, con media docena de ellos en la calle, ha conseguido llenar por completo de seguidores de su música recintos tan grandes como el velódromo de Anoeta. He podido hablar con ella de su música, su trayectoria y el peso de la exposición mediática.
Pregunta.Tiene un disco que se llama Cerodenero, como el día en que nació, en nochevieja. ¿Nacer una noche como esta tiene connotaciones especiales como para titular así un disco, incluso?
Respuesta.Sí, claro. Para mí es especial que mi ciclo anual y el de mi cumpleaños coincidan. Me resulta simbólico. De niña me parecía raro que otros celebrasen su cumple a mitad del año, cuando este aún no había terminado. Para mí tiene mucho sentido, porque hago un año completo más.
P.Además, nació predestinada a ser una estrella. Porque eso es lo que su nombre significa.
R.Sí, Izaro es el nombre de una isla en la costa del Cantábrico y también significa estrella. Todo me vino de serie, casi.
P.¿Cómo será el concierto de Sevilla? Supongo que al ser Izaro Gabonetan, su último disco, de temática navideña, no formará parte del repertorio de directo y este concierto será continuación de la gira de Cerodenero.
R.Así es. Estamos cerrando la gira, que acabará a lo grande en casa, el 25 de mayo en Euskal Herria. Hasta entonces, estamos en esa fase de bajada de la montaña, llegando a los lugares que nos apetecía visitar, despidiendo este disco que para mí ha sido tan especial. Y creo que el concierto de Sevilla va a ser espléndido, porque todas las veces que he tocado en esta ciudad han sido memorables. El primer concierto que di en Sevilla -el 7 de octubre de 2022 en la Sala Custom- fue uno de los más bonitos de toda mi carrera.
P.¿Qué banda la acompañará aquí?
R.Pues tendré conmigo a Garazi Esnaola, la teclista; un bajista, que se llama Julen Barandiaran, y a Iker Lauroba, que es mi guitarrista desde mis inicios. Normalmente en casa solemos girar como catorce personas: cinco en el escenario y todo el resto trabajando fuera de él. Pero cuando tenemos que ir a otros lugares vamos en formato más reducido.
P.Sus conciertos suelen comenzar con Iparraldera, en la que invita a la gente a ir al norte. ¿Qué es el norte? Porque en este caso no debe ser un punto geográfico solamente.
R.Claro. Sé que no es completamente correcto a nivel físico, pero a mí me interesa siempre relativizar las cosas, porque el norte siempre es el norte de algo. Me gusta la idea de caminar hacia el norte, dar la vuelta al mundo y volver al mismo lugar. Es una forma de reflexionar sobre cómo a veces nos aferramos a ideas predefinidas cuando la verdad sigue su camino independiente. Realmente a veces nos ponemos nosotros también en unas direcciones y unas cosas extrañas, cuando esas cosas y la verdad van por su lado, también en paralelo, independientemente de lo que tú opines de ellas. Me gustaba esa sensación de que no hubiera un norte concreto y que cada uno buscara su propio norte.
P.No sé cuánto tiempo llevo aquí (Ez dakit zenbat denbora daramadan hemen), la canción que más me gusta del disco, si la traducción que he buscado ha sido fiel, creo que habla de la sensación de estar atrapada en algún lugar, tanto física como emocionalmente. ¿Refleja alguna etapa de su vida?
R.Si; la escribí en un momento de bloqueo. Empecé a escribir este disco cuando estábamos girando con el anterior, que era sobre limones y muy vital. Pero le pilló la pandemia y le pasaron muchas cosas a ese disco. Desde que empecé a cantar hasta 2021, nunca me había detenido a reflexionar. De repente, me di cuenta de que llevaba años sintiéndome expuesta, con la presión de ser una figura pública, que la gente te reconoce en la calle, que se mediatiza mucho tu persona. Entre los 20 y los 30 años he crecido siendo una persona mediática, y creo que es una década muy importante en la vida de una persona. Me paré a pensar y me vino un montón de cansancio, me pasé un poco de rosca. Fue un periodo de tristeza y agotamiento. La canción fue la que me indicó que tenía que iniciar un proceso de sanación. Había una montaña muy grande y tenía dos opciones: no mirarla y vivir en su sombra, o apuntarme a una psicóloga, comprarme unas botas, subir la montaña y bajarla. Y eso es lo que hice con ese desbloqueo, subir y bajar esa montaña.
P.Debe ser difícil luchar contra esa dicotomía de necesitar reconocimiento para poder sacar adelante una carrera musical y sufrir diariamente una sobreexposición.
R.Sí, sobre todo cuando eres joven, que estás también construyendo tu propia identidad. Si además eres mujer, más. Tienes que buscar tus lugares y para mí este disco ha sido esa montaña. También ha sido auto justicia, porque yo ahora ya me he encontrado en mi sitio. A veces cumples tus sueños y no eres feliz.
P.¿Cómo ha cambiado su vida y su carrera después de tomarse el año 2023 entero sin conciertos, prensa, redes sociales…?
R.Sí; fue un año muy bonito para mí, porque trabajamos un montón, pero sin público y sin foco, y necesitaba un poco eso, estar físicamente dentro de mí, porque sentía que estaba siempre alerta, como con miedo de que alguien en algún lugar estuviese hablando mal de mí, un miedo raro que antes no tenía. Yo nunca había sentido odio ni nada de eso hacia mí, y de pronto se abrieron muchas de esas cosas. Y gracias a ese año que tuve, gracias a que fui a la psicóloga y gracias a que recoloqué las cosas, ahora estoy súper contenta. Ahora estoy en paz y la gira está siendo exigente, pero me está dando un montón de cosas buenas.
Llevaba años sintiéndome expuesta, con la presión de ser una figura pública”
P.En el disco hay canciones en euskera y en castellano, ¿cómo decide escribir una canción en un idioma u otro?
R.Me viene de manera natural. Los idiomas no son completamente traducibles literalmente porque hay cosas que tienen sentido en uno y no lo tienen en otro. Por ejemplo, en castellano decimos que esto es la leche para definir algo que es positivo, pero eso no se dice en euskera ni tampoco en inglés, no tiene sentido. Cada idioma tiene su sentido propio y algunas palabras tienen una musicalidad o un significado que solo funcionan en un idioma. Por eso, dependiendo de qué frase quiero decir o qué palabras quiero usar al gustarme su musicalidad, ellas mismas me llevan por un camino o por el otro.
P.¿Nota alguna diferencia de aceptación o de empatía con las canciones en esos idiomas cuando da conciertos fuera de Euzkadi?
R.La verdad es que sí. Aunque las cosas han cambiado mucho y normalmente la mayoría del público acoge las canciones con los brazos abiertos, las quiere entender y luego busca las traducciones. Otros interpretan a su manera lo que creen que digo, lo que me parece fascinante; muchas veces ha venido gente a contarme lo que ellos creen que yo digo y casi siempre aciertan. Me parece curioso, porque cuando estás entendiendo una letra no estás imaginando nada más allá de ella, pero cuando escuchas algo que no estás entendiendo intentas buscar algo detrás de lo que te está transmitiendo y tu cerebro se tiene que expandir muchísimo. Como cuando yo digo que ahora estoy escuchando mucha música japonesa; mi cerebro viaja muchísimo para intentar descubrir lo que me está diciendo. Pero sigue siendo una realidad que en cada gira nos cancelan dos, tres, cuatro conciertos por ser vasca. Es algo minoritario, aunque existe.
P.De todas formas, usted es una de las artistas que más contribuyen a impulsar y aceptar su idioma por toda España, no hay más que ver que incluso en Operación Triunfo eligieron una de sus canciones, Escriurem, cantada en euskera y en catalán. ¿Considera que eso fue una declaración de intenciones por parte del programa?
R.No lo sé, pero la canción se viralizó y fue una auténtica locura; para mí fue muy emocionante. Me honra y me enorgullece que ocurriera. No me lo esperaba para nada y fue muy bonito. A veces pueden pasar cosas malas y debemos cambiarlas, pero yo confío en la gente; sé que hay más gente buena que mala, que está abierta y se emociona de verdad.
P.¿La sigue interpretando en sus conciertos? Tiene una parte muy tarareable con los uoh oh oh ooooh ooh…
R.Pues no la hacemos; pero sí que en el último concierto del Bizkaia Arena (BEC) de Barakaldo la recuperaremos y vendrá también a cantarla Martin Urrutia, que ya lo hizo en Operación Triunfo.
P.En esa canción, cuando usted canta el estribillo con Miki Núñez, su voz tiene una tesitura aguda muy bonita y que resalta sobre la de él. Me llama la atención cómo en discos posteriores ha ido cambiando esa tesitura vocal; no cambiándola en realidad, sino alternándola con otras diferentes, algo que se hizo muy patente en el disco Cerodenero. ¿Eso lo hace conscientemente dependiendo del tema sobre el que cante, o es algo visceral, que le sale espontáneamente?
R.Creo que es las dos cosas a la vez. Es algo visceral que cuando estás componiendo te viene de una manera. Para mí, justo Cerodenero era un disco en el que estaba intentando sacar, o al menos digerir, mucha rabia, y encontré otro registro más contundente, mucho más amplio, en vez de tan agudo. Mi cuerpo se puso como a gritar cuando cantaba. Para mí ha sido una maravilla aprender a conocer mi instrumento; conocer mi voz y explorar sus facetas ha sido maravilloso y me apetece seguir aprendiendo.
P.Este disco no solo tiene esas diferencias de voz, sino también de sonido instrumental, en el que ha metido electrónica incluso. Ha sido diferente hasta en la manera de promocionarlo, porque en vez de videoclips de canciones concretas lanzó usted un solo videoclipazo de media hora de duración con todas ellas. ¿No asumió demasiados riesgos de una vez?
R.Creo que sí, pero estaba preparada y convencida. Quería que se viera el tránsito, lo que cuesta subir la montaña, sacando toda la rabia. Luego la satisfacción y la perspectiva que da la cima, lo curativo que es bajar. Y claro, la rabia y la sanación no suenan igual, por eso cada canción sonaba a lo que tenía que sonar y no podía contar lo que quería en un solo capítulo, tenía que poner toda la serie. No tiene sentido sacar un capítulo de un libro si no me lo voy a leer entero. Por eso saqué este videoclipazo, con introducción, nudo y desenlace, para que en mi cerebro tuviese sentido.
P.¿Apuesta ganada, entonces?
R.Sí, considero que sí. El año 2024 ha sido precioso para mí. Probablemente esta de Cerodenero haya sido la mejor gira que hemos hecho. En la que yo más a gusto he estado también. Y ahora la estamos despidiendo y me da muchísima pena, pero sé que tienen que acabarse las cosas.
Ha sido muy importante la contundencia de las mujeres en esta industria”
P.Advierto últimamente en las cantantes más jóvenes un componente feminista en su vida y su carrera que las hace prescindir de los habituales arreglistas y productores establecidos y hacerlo todo solas; algunas incluso tienen su propio sello discográfico, como usted misma. Me parece que compromisos como los suyos son muy necesarios en la industria musical, e incluso en la sociedad en general.
R.Yo creo que sí. Y será un buen día el que no tengamos que estar peleando por tener las mismas oportunidades y por tener la misma dignidad en la vida. Será maravilloso ese día en el que puedas salir a la calle sin tener miedo. Porque al ser una chica, la vida es un poco más complicada para ti. Creo que ha sido muy importante la contundencia de las mujeres en todo lo que hacemos, en esta industria también. Y poder reunirnos entre nosotras, poder producirnos nosotras, componer nosotras, tener nuestros proyectos bien construidos, conscientemente construidos y pelear y no escondernos cuando en algunos espacios hay gente que no quiere estar con nosotras. Pues en vez de esconderte tú, tienes que mantenerte y que tu presencia ya sea también revolucionaria; tu mera presencia. En eso estamos. No es fácil, pero hay que dejar mejor la situación para las que vendrán por detrás.
P.Viene sacando un disco cada año y pico. ¿Tiene ya nuevas canciones para el próximo, aparte de esta de Amiguita como tú, recién aparecida?
R.Para el próximo disco estoy preparando cosas, pero Amiguita como tú viene dentro de un EP de colaboraciones especiales de despedida de Cerodenero con personas que admiro y he visto cómo construyen sus proyectos, como es el caso de Valeria Castro, por lo que me ha apetecido escribirles una canción y esta la canto con ella. Hasta mayo vendrá una colaboración así cada mes. Y luego ya, durante, junio, julio, me iré a descansar un rato largo.
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