La vida del otro

La sospecha de Sofía | Crítica

Álex González en una imagen del filme de Imanol Uribe.
Álex González en una imagen del filme de Imanol Uribe.

La ficha

** 'La sospecha de Sofía'. Drama, España-Alemania, 2025, 105 min. Dirección: Imanol Uribe. Guion: Tirso Calero, Gemma Ventura. Fotografía: Gonzalo Berridi. Música: Martina Eisenreich. Intérpretes: Álex González, Aura Garrido, Zoe Stein, Irina Bravo.

Imanol Uribe es todo un veterano resistente de nuestro cine industrial desde aquellas primeras películas sobre el conflicto vasco rodadas en la Transición (La fuga de Segovia, El proceso de Burgos, La muerte de Mikel) y tras conocer cierto reconocimiento popular y crítico en la década de los noventa con títulos como El rey Pasmado, Bwana o Días contados.

En fechas más recientes, su cine (Mar de naranjas, Lejos del mar, Llegaron de noche) se resiente ya de un cierto anacronismo fruto de co-producciones algo forzadas y de una concepción del cine histórico y político pasada de moda y anclada en formas más academicistas que clásicas. Basada en la novela de Paloma Sánchez-Garnica, La sospecha de Sofía presenta ya unas hechuras de telefilme costeado (por José Frade) que dejan ver las costuras de una producción limitada que no alcanza a recrear con solidez un pasado que se mueve aquí entre la España acomodada de la posguerra y sus vencedores y la vigilada Alemania del Este en plena Guerra Fría.

Es en ese contexto en el que se inserta y mueve, con doble e innecesario epílogo tras la caída del Muro, la improbable historia de gemelos separados, adopciones secretas, suplantaciones de identidad, chantajes y espionaje doble (Stasi y KGB) protagonizada por un empresario que descubre que tiene un hermano idéntico y una madre biológica aún viva en la RDA y que se verá pronto arrastrado a una enrevesada trama que Uribe intenta impulsar entre decorados limitados, diálogos siempre explicativos y cierto acartonamiento que se contagia también al trabajo de sus actores, doble en el caso del hierático Álex González, y único y ciertamente desaforado en el de una Aura Garrido que encarna a la esposa (la Sofía del título) que debe lidiar a duras penas con el cambiazo y sus consecuencias. Tampoco funciona aquí el desdoblamiento entre las tramas española y alemana, lastrado por la falta de intensidad o el escaso sentido del suspense que hace que nunca terminemos de acompañar o identificarnos con el destino trágico de los personajes.

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