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"Si antes no tenía miedo a decir que soy coplera, ahora mucho menos"

Pasión Vega. Cantante

La intérprete vuelve el lunes al Teatro de la Maestranza con 'Pasión por Cano', un tributo al granadino Carlos Cano, el artista que "renovó el género visual, estética y musicalmente".

Sara Arguijo / Sevilla

20 de febrero 2016 - 05:00

Como diría cierto poeta, Pasión Vega lleva un hombre atravesado en su garganta. Primero porque sus recuerdos infantiles están ligados a sus canciones y se sabe la nostalgia que producen los primeros descubrimientos musicales heredados de los papás. Después porque en su juventud como coplera incipiente no le tocó otra que admirar "los horizontes" que éste le proponía. Y ahora porque -confiesa- sería incapaz de entender el género sin él.

Pasión por Cano, el espectáculo que lleva la cantante el lunes al Maestranza, y que da nombre a un ya Disco de Oro (reeditado en diciembre con colaboraciones de María Dolores Pradera, Estrella Morente, Noa, India Martínez, Miguel Poveda y Serrat) es, por tanto, un tributo natural a su admirado Carlos Cano. Quien, por cierto, decía que lo que le atraía de la copla era "la pasión".

-¿Qué le atrae de Carlos Cano?

-Su singularidad, su originalidad. Como compositor escribió canciones maravillosas y las que versionó las hizo completamente suyas. Sus temas siguen vigentes hoy como entonces, nos acompañan y la gente los sigue cantando. Además, renovó por completo el género visual, estética y musicalmente y todo esto es lo que he tratado de poner en alza en este homenaje, que cada día siento más mío.

-Un tributo para el que ha elegido algunos de sus temas más emblemáticos y otros casi desconocidos...

-Sí, en realidad los 12 los he escogido por el corazón, por lo que me han transmitido y por los recuerdos que me traen. Hay canciones como El último bolero o La reina del blues que me han marcado especialmente. Además, Carlos era tan buen compositor que era necesario descubrir algunas joyas suyas menos conocidas. Sobre todo porque en los discos no a todas las canciones se les da las mismas oportunidades. Este álbum surge de ese reencuentro.

-Por supuesto, no podían faltar las Habaneras de Cádiz, ¿qué le une a esta canción?

-La he cantado prácticamente desde mis comienzos y lo cierto es que es el nexo de unión de Carlos con Cádiz y también el mío con esta tierra, donde ahora vivo y a la que tanto adoro. Es como si el destino nos hubiera unido en esta canción.

-Dice usted que Carlos Cano le quitó a la copla el olor a naftalina, ¿cree que el tufillo ha desaparecido por completo?

-Todavía queda camino pero las nuevas generaciones ya tienen otras influencias y, aunque interpreten los clásicos, lo hacen desde una perspectiva más actual. Lo importante es quedarse con la esencia para que las canciones conserven su ADN. La copla no es algo obsoleto que haya que transformar. Son canciones que nos han acompañado siempre, un género increíble que, como el flamenco, dice mucho de nosotros. Lo que debemos es quitarnos el miedo y los complejos y a partir de ahí conservarla, quererla y renovarla para garantizar su futuro.

-En el espectáculo destaca el espíritu luchador e inconformista de Cano. ¿Qué defiende Pasión Vega del sur y qué detesta?

-Para empezar, comparto con Carlos su amor y su defensa de Andalucía. Creo que a esta tierra hay que apoyarla. Ensalzar y potenciar todo lo que tiene y apostar por una Andalucía cada vez más moderna que profundice en sus tradiciones pero de forma auténtica, no quedándonos en la pandereta. En el sur la cultura es más rica y profunda que todo eso.

-Aunque también mucho de lo que dice Soy del sur, canción que ha supuesto su reencuentro con Antonio Martínez Ares...

-Sí, es una crónica dura y comprometida desde la Andalucía y la España en la que se crió Carlos hasta nuestros días, con los licenciados poniendo espetos y más recortes. Problemas que siguen enquistados y que sólo Martínez Ares puede contar con esa pluma tan directa.

-Carlos Cano decía que "ser andaluz es la forma natural que yo tengo de ser persona", ¿qué significa para usted?

-Lo mismo. Mi manera de estar en el mundo, de ser. Al final mi visión de Andalucía es la misma que traslado a mi música. Ser andaluz imprime carácter, alegría y te da una perspectiva de ver las cosas.

-Con este disco ha conseguido un Disco de Oro, ha pisado el Teatro Real tres veces en 14 meses y prácticamente agota entradas allá donde va, ¿se considera una cantante de culto?

-[Silencio] No sé, las etiquetas son peligrosas porque luego te limitan. Prefiero que me vean como una intérprete apasionada. Estoy muy contenta de abrir las puertas de lugares maravillosos, como el Real, el Liceo o el Maestranza con mi música. Creo que es importante que el público le pierda el miedo a entrar en estos templos y expandir sus corazones.

-¿No le asusta la fidelidad de su público?

-Lo que hace es que me obliga, como artista, a conservar la ilusión. Tratar de afrontar cada concierto como cuando empezaba y sorprenderles siempre, que al final es nuestra obligación.

-¿Qué ha descubierto de Carlos Cano en este periplo?

-He descubierto otro Carlos que tiene mucho que ver con el que intuía entre tejidos pero que ahora he entendido mucho mejor. Aparte de la increíble riqueza de su música, me he identificado mucho más con su mensaje, su transparencia, su cercanía, su compromiso y su lucha por dignificar nuestra tierra. Si nunca he tenido miedo a decir que soy coplera, ahora aún menos. Porque además ahora se lleva lo retro, y la copla lo es, así que soy muy moderna [risas].

-¿Y qué descubrirán los espectadores?

-Un concierto lleno de matices en el que se sentirán todos los colores de Carlos. Una montaña rusa de emociones y de historias que él contaba con tanta sencillez. Un concierto sincero que llega a la piel.

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