1816-2016· 200 aniversario de 'El Barbero de Sevilla'

La noche iluminada del 'Barbero'

  • Ambiente festivo en los camerinos, la chácena, el escenario y, sobre todo, en la sala del Teatro de la Maestranza, que celebra desde ayer el bicentenario de la ópera de Rossini.

Miguel Roa hubiera disfrutado mucho anoche en el Maestranza, teatro que amaba y donde dirigió en inolvidables zarzuelas a la Sinfónica de Sevilla (ROSS), con la que realizó además grabaciones memorables. En homenaje al director, fallecido la semana pasada, el Maestranza abrió con un cariñoso aplauso el regreso anoche de su Barbero, la producción propia del teatro que no se representaba en Sevilla desde 1998 y que ayer volvió a la vida con más fuerza si cabe que en la hora de su estreno absoluto, en 1997. El paso del tiempo sólo ha intensificado la belleza y finura de este montaje, que reúne en su ficha artística los nombres de la pintora y escultora Carmen Laffón, el arquitecto y pintor Juan Suárez, la diseñadora Ana Abascal y el director escénico José Luis Castro, merecidamente ovacionados anoche al caer el telón. Más de 60 técnicos del Teatro de la Maestranza hicieron posible la vuelta de este ambicioso Barbero a su ciudad. Todos ellos, de los cuales un 30%, los más jóvenes, no participaron en el estreno absoluto, dedicaron la primera de las cinco funciones a Miguel Roa, porque, como explicó el director técnico, Antonio Moreno, "era un maestro muy querido y cercano, un verdadero genio de la zarzuela". Los técnicos Andrés y Pedro, a su lado, apoyaban el carácter especial de la velada, "que es más que un estreno, porque ninguna producción del Barbero refleja Sevilla mejor que ésta, que es además un emblema del trabajo de todos los que integramos este teatro".

El orgullo de formar parte de un gran proyecto colectivo se respiraba igualmente en los departamentos de sastrería, peluquería y maquillaje, donde se trabajó a un ritmo frenético hasta los minutos previos al estreno. Sorprendentemente tranquilo, y perfectamente ataviado, con unos ojazos pícaros e inmensos que los responsables de maquillaje aseguran que recuerdan a los retratos del joven Rossini, el barítono Davide Luciano afirma sentirse "muy a gusto" en la piel del barbero Fígaro. "Para mí ya es una noche inolvidable antes incluso de que se levante el telón porque cantar esta ópera en Sevilla es un sueño hecho realidad", declaró Luciano, citado para esta producción hace escasas semanas por la baja por enfermedad del barítono previsto.

Numerosos melómanos llegaron desde otras ciudades de España y también de Italia. Era el caso del crítico musical Juan Ángel Vela del Campo y del presidente del Patronato del Teatro Real, el también escritor Gregorio Marañón y Bertrán de Lis. "Admiro profundamente la obra de Carmen Laffón, que además es miembro de la Academia de Bellas Artes, como yo. Sentí mucho perderme el estreno de 1997, así que estoy muy feliz de poder acudir hoy", aseguraba a este medio Gregorio Marañón, que portaba prismáticos para no perderse detalles de la escenografía.

Rafael Herrador, director territorial de La Caixa, también daba muestras de su satisfacción "por poder apoyar esta noche tan especial para Sevilla, el Maestranza y el arte en general, porque no hay en el mundo telones y escenografías tan hermosos como los que nos ha regalado aquí Carmen Laffón". La Caixa es el patrocinador principal de estas funciones del Barbero del Maestranza, un teatro en cuyo patronato participan el Ministerio de Cultura, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla. Las tres instituciones estuvieron representadas ayer en el coliseo lírico sevillano. Para la consejera de Cultura del Gobierno andaluz, Rosa Aguilar, la función era muy especial "porque con el reestreno del Barbero, en un montaje de extraordinaria belleza de Carmen Laffón y Juan Suárez, celebramos también los primeros 25 años del Maestranza y de la ROSS, que la Junta apoya desde su creación, y que en este tiempo se han convertido en referentes culturales para toda Andalucía". Montserrat Iglesias y Antonio Garde, directora general y subdirector de música y danza del Inaem (Ministerio de Cultura), departieron amistosamente en el coliseo lírico con Aguilar y su secretario general de Cultura, Eduardo Tamarit, así como con los máximos representantes culturales del Ayuntamiento: el delegado Antonio Muñoz y la directora general del ICAS, Isabel Ojeda.

Muy elegante, la gerente Remedios Navarro felicitaba a su equipo "en un día tan importante y especial que sin duda contribuirá a impulsar socialmente el teatro en la situación actual". También de fiesta estaba el Coro de Amigos del Maestranza, que ayer justamente celebraba sus primeros 20 años, cuando las voces masculinas cantaron Rigoletto en el teatro: "Ahora en el primer acto, como corremos mucho, nos asfixiamos algo más que cuando estrenamos este Barbero en el 97 pero por lo demás seguimos cantando con la ilusión del primer día, e incluso más".

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