DIRECTO Jueves Santo en Sevilla, en directo | Semana Santa 2024

El tiempo El tiempo en Sevilla para el Jueves Santo y la Madrugada

el diablo cojuelo | Crítica de teatro

Los payasos diablillos de Rhum

Un momento del divertido espectáculo 'El diablo cojuelo' de los payasos de Rhum & Cía

Un momento del divertido espectáculo 'El diablo cojuelo' de los payasos de Rhum & Cía / David Ruano

Desde que Lluis Homar se ocupa de la dirección de la Compañía Nacional de Teatro Clásico la idea de ésta como centro neurálgico de producción ha saltado por los aires haciendo sitio a una propuesta en la que la coproducción y las producciones externas se han convertido en la seña de identidad de la actual CNTC.  El diablo cojuelo de la compañía catalana de clowns Rhum & Cía es buena prueba de ello.

Los afamados payasos han contado con Juan Mayorga para realizar la adaptación y dramaturgia de la novela conceptista y algo inconexa del ecijano Luis Vélez de Guevara y la dirección de Ester Nadal. La figura del diablo cojuelo, el primero en caer a la tierra tras la revuelta de los ángeles, es una tradición en nuestra cultura. La novela de Vélez de Guevara cuenta como es liberado por un estudiante, Cleofás, y en agradecimiento, el diablo le muestra Madrid tal y como es a base de ir levantando los tejados de las casas y poder observar a sus habitantes con sus defectos y miserias siempre ocultas para los demás.  

El espectáculo creado por Rhum & Cía se empeña en aclarar, en más de una ocasión, que estos ‘simpáticos y gamberros’ payasos han recibido el encargo de llevar un clásico a las tablas. La obra, pues, tiene dos ejes, la historia de Cleofás y el diablo cojuelo y la intrahistoria de la compañía de payasos que se ocupa de representarla.

De esta manera, alternamos el lenguaje, aliviado por Mayorga, del siglo XVII con el contemporáneo de unos payasos que juegan entre ellos y con el público. Esta lucha interna es ganada por los clowns que físicamente van volviendo a su ser (empiezan vestidos con jubones, capas, faldas y gorgueras  y terminan asumiendo su vestimenta actual). La historia de la novela sirve más como excusa que como fundamento de la obra y acabamos embarcándonos en el divertido mundo de Rhum y en sus fabulosas dotes de payasos contemporáneos que con las bromas entre el público, momentos clásicos como el payaso llorón, y las canciones en directo demostraron el altísimo nivel de estos artistas.

Eso sí, a la salida del teatro el run run era constante. Un aire de desconcierto ante lo que creían que habían venido a ver y lo que acabaron viendo. Quién sabe ¿lo mismo fue una broma del socarrón y juerguista diablo cojuelo?

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios