"La recomendación de un amigo es una publicidad más honesta"

El grupo presentará su nuevo trabajo el 23 de octubre en el CAAC

El quinteto madrileño Izal, ayer en Sevilla.
El quinteto madrileño Izal, ayer en Sevilla.
Mercedes Mendoza Sevilla

29 de septiembre 2015 - 05:00

Hace tan sólo dos semanas que Copacabana, último trabajo del los madrileños Izal, salió a la venta. Para ellos, aunque suene a tópico, es su mejor trabajo. "Ha sido al que más tiempo hemos podido dedicar, grabándolo sin ninguna prisa y consultando a amigos sobre el nuevo sonido, con tintes electrónicos", comenta Emanuel Pérez Gato, bajista del grupo. Pero de lo que más orgullosos dicen estar es de la buena aceptación que ha recibido por parte del público. "Hay veces que se saca un disco que dentro de tu burbuja creativa parecía perfecto, pero que luego la gente no entiende. Ha sido todo lo contrario. De hecho estamos abrumados con la recepción, con lo rápido y lo bien que ha conectado el público", apunta Mikel Izal, líder del conjunto.

El camino hasta llegar a este tercer disco no ha sido fácil. Cuentan que en sus inicios no tenían ni dinero para ir todos juntos de gira, e Iván Mella, el teclista, tenía que quedarse en casa porque ya no había sitio para él en el coche. "Era todo muy precario. Íbamos en un cuatro plazas del 96 al que llamábamos el prestige por toda la gasolina que consumía. Y teníamos que contener el equipaje porque apenas había espacio. Yo de hecho no me llevaba ni una banqueta porque asumía que allí donde fuésemos habría algo donde pudiese sentarme para tocar", recuerda entre risas Alejandro Jordá, el batería.

Pero por suerte todas esas penurias económicas quedaron atrás y hoy pueden disfrutar de un público fiel que canta y baila sus canciones allí donde vayan. Parte de su éxito se lo deben a los festivales. Entre 2013 y 2014 estuvieron en más de 35 carteles, entre los que cabe destacar el BBK Live, el DCODE o el Arenal Sound. Sin embargo, son conscientes de que nada sirve participar en una gran cita si no se presenta un buen trabajo en el escenario. "Los festivales son un gran escaparate. Pero lo que más importa es el boca a boca. No es lo mismo ver un anuncio en la tele a quenos escuches por recomendación de un amigo. Es una publicidad mucho más honesta", asegura el cantante.

Como muchos otros grupos de la escena musical independiente, Izal no tiene un sello discográfico. Pero tampoco parece que sea algo que les preocupe por el momento. "Ya no es algo tan necesario como antes. La industria musical prefiere centrarse en un solo grupo y dirigir toda la promo hacia ellos. Esto hace que muchas otras bandas con mucho talento se queden fuera. Ahora, por suerte, hay muchas opciones para salir adelante sin ese respaldo, y al final el que sale beneficiado es el público, que puede disfrutar de toda esa música, sin importar de dónde venga", explica Alberto Pérez, guitarrista. Pero Gato matiza que "esto no supone un rechazo a las discográficas. Por ahora no nos han interesado las ofertas que nos han hecho, pero si en un futuro necesitamos de sus infraestructuras para tocar en otros países, ¿por qué no íbamos a usarlas?".

También en el tema de la financiación han hecho uso de los nuevos recursos. Magia y efectos especiales y Agujeros de gusano, sus dos primeros discos, salieron hacia delante gracias al sistema de micromecenazgo, pero esta vez han preferido dejar el crowdfunding para aquellos grupos pequeños que, como ellos al principio, sí lo necesiten. Y como suele ocurrir, más recursos económicos se traducen en mejor calidad de sonido. "Al principio teníamos muy pocos medios y donde realmente se veía la dimensión de nuestro trabajo era en los escenarios. Ya con Agujeros de gusano, el segundo álbum, Luca Petricca, nuestro productor, consiguió un sonido brutal, muy cristalino y pulcro. Pero ahora Copacabana ha ido ya un paso más allá. La voz, las distorsiones de guitarras, los efectos que le mete Iván al teclado... Se genera un ambiente increíble, muy parecido a nuestro sonido en directo", señala Mikel Izal. "Sin embargo hay algo que es imposible imitar y es la energía del público, todo el mundo cantando las letras, la fiesta que se monta..." , añade Jordá.

Las letras de Izal están en español, y quizás sea por eso que generen mucho debate en redes sociales. El significado de Extraño regalo, uno de los temas del primer álbum, es pregunta obligada, pero los madrileños siguen sin soltar prenda. "Lo bonito es que cada persona le de una interpretación a las canciones, que no tengan nada que ver con el sentido que yo les quise dar. Las letras tienen su sentido, una verdad que responde a experiencias íntimas. Pero me flipa que la gente invente historias paralelas. ¿Quién soy yo para destrozarlas?".

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