Un recorrido por la obra de Juan Gyenes, notario del siglo XX en España

La Biblioteca Nacional muestra 150 fotografías del maestro de origen húngaro para conmemorar el centenario de su nacimiento

Retrato de Marlene Dietrich realizado por Juan Gyenes en 1937.
Retrato de Marlene Dietrich realizado por Juan Gyenes en 1937.
Mila Trenas (Efe) / Madrid

13 de septiembre 2012 - 05:00

La Biblioteca Nacional ha sacado a la luz parte de los fondos de Juan Gyenes en la exposición que dedica a uno de los más destacados fotógrafos de la segunda mitad del siglo XX, de cuyo nacimiento se cumple ahora un siglo. De origen húngaro, Gyenes fue testigo de los acontecimientos políticos, sociales y artísticos más importantes de España desde su llegada en 1940 y que componen la memoria colectiva del país, entre ellas la visita de Eisenhower en 1959, la de Grace Kelly en 1966 o el icónico retrato de Franco que sirvió para una edición de sellos en 1955.

Gyenes. Maestro fotógrafo está formada por 150 imágenes seleccionadas por Olmeda entre las miles que componen el legado que custodia la Biblioteca Nacional. La muestra comienza por el trabajo previo que realizó en Budapest y El Cairo, antes de asentarse en España, con numerosas piezas inéditas de este fotógrafo "reconocido, pero poco conocido".

Organizada en cinco apartados, en uno de ellos se ha reunido el álbum personal formado por imágenes de su vida, mientras que el dedicado al retratismo permite contemplar algunos de sus retratos menos conocidos. Junto a este área, la compuesta por las imágenes sobre artes escénicas, las vinculadas a la danza, el teatro y la música, forman la parte esencial del recorrido que finaliza con un capítulo sobre "las rarezas", en palabras de Olmeda: imágenes inéditas que ayudan a explicar la evolución artística de Gyenes, fotógrafo favorito de aristócratas y testigo de la vida social de su época.

En la Biblioteca Nacional pueden verse imágenes de la familia Real, de diferentes momentos de la vida de la Duquesa de Alba así como de Fabiola de Mora y Aragón; de la familia Franco o de la de Gregorio Marañon; Julio Iglesias e Isabel Preysler o Pedro Chicote. Fotografías como la que hizo a Manuela Vargas en 1969 muestran su maestría en el blanco y negro y su manejo de la luz, del claroscuro del maestro Gyenes, que concebía la danza como un arte, la belleza en movimiento.

El fotógrafo pensaba que retratar a un bailarín no era fácil porque en su opinión producen cada día algo nuevo en sus ejecuciones, una libre interpretación según sus momentos de duende. Antonio, Carmen Amaya o María Albaicín son ejemplo de ello. El teatro fue otra de las pasiones de Gyenes, que se convirtió en notario de la dramaturgia española de la segunda mitad del XX. Hijo de violinista, la música fue también fundamental en la vida y en la obra de Gyenes, como queda documentado en la exposición con imágenes del Orfeón Donostiarra, Rostropovich, la Orquesta Nacional de España, Ainhoa Arteta, Montserrat Caballé o Plácido Domingo.

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