Rockdelux 400, el mapa sonoro que define nuestro tiempo
ROCKDELUX Nº 400
La revista alcanza su número 400 con un especial de 200 páginas dedicado a los 400 mejores discos del siglo XXI. Un ejercicio colectivo, crítico y plural que celebra el presente sin olvidar el pasado, y confirma la vigencia de un proyecto editorial con más de cuatro décadas de historia
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La revista Rockdelux alcanza su número 400 y lo celebra con un nuevo especial de 200 páginas que recoge los 400 mejores discos de lo que llevamos del siglo XXI. No es solo una cifra redonda, es también un manifiesto sobre cómo escuchar el presente sin renunciar al pasado. El número llega apenas seis meses después del especial por su 40 aniversario, consagrando una etapa de doble celebración que confirma la resiliencia de una publicación que lleva décadas practicando el periodismo musical con criterio, independencia y amplitud de miras.
Puestos en contacto con su director, Santiago Carrillo, este afirma estar muy contento de haber podido llegar al número 400. "Además ha coincidido en su salida después del número del 40 aniversario que publicamos en diciembre del año pasado; es decir, que han sido dos aniversarios seguidos con dos números de 200 páginas”. La elección esta vez no gira en torno a nombres que no eran solo de la música, también de cine, libros, cómics, etc., como ocurrió con los 200 personajes culturales más relevantes del especial anterior. Ahora lo han dedicado a escoger los 400 mejores discos del siglo XXI agrupados por primera vez en nueve categorías estilísticas. “Es la primera vez que lo dividimos por categorías, pero lo hemos hecho para evitar que, como suele ocurrir, los discos de pop-rock, que es el género predominante, acaparen toda la atención, relegando a otros trabajos interesantes de géneros menos mainstream al final de la lista o incluso excluyéndolos por completo”.
Así, el lector encontrará listados independientes también para folk, electrónica, jazz, hip hop, dance-pop, world music, metal y escena española, con sorpresas tanto en las cimas como en los márgenes. My Beautiful Dark Twisted Fantasy de Kanye West lidera el apartado de rap, mientras que en la categoría nacional figuran 80 títulos —el doble que en las otras listas— seleccionados entre más de dos décadas de publicaciones, con nombres que forman parte del ADN de Rockdelux: Rosalía, Los Planetas, Nacho Vegas, El Niño de Elche, Sr. Chinarro, María Arnal i Marcel Bagés o Rocío Márquez.

“La gente que participa votando viene de la redacción”, explica Carrillo. “Periodistas, colaboradores de diversos lugares de España, que trabajan en periódicos, en radios, en programas de televisión; gente con criterio, que está informada y que tiene también muy abierta la mentalidad que caracteriza la línea editorial de Rockdelux, donde valoramos siempre todo tipo de estilos que tengan relevancia y sin importar la edad del artista”. Un ejercicio colectivo que aspira no solo a reflejar el presente, sino a entenderlo en relación con su pasado: “Se trata de hablar del presente, pero con conocimiento de causa y conciencia de sus raíces, sabiendo cómo se ha forjado, porque el pasado también importa”.
En su repaso a las dos primeras décadas del siglo XXI, la revista vuelve a dejar constancia de sus afinidades. La cabecera ha sido un refugio para artistas que con el tiempo han ido estrechando lazos con sus páginas: PJ Harvey, Portishead, Swans, Kendrick Lamar, Björk, Burial, Sufjan Stevens, Nick Cave o Low son algunos de los nombres recurrentes. “Son artistas fieles a la línea de Rockdelux y nosotros lo somos a ellos”, admite Carrillo. Kanye West, por ejemplo, vuelve a liderar el apartado de hip hop tras haber sido ya elegido como mejor disco de la década de 2010. Los Swans dominan la lista de metal. Y Rosalía reafirma su papel como “el fenómeno universal más exportable y con más personalidad que ha habido en los últimos años en España”.
Buscamos el futuro de la música intentando hablar del presente de ella, sin tener un cariz reaccionario en la manera de ver el rock"
Pero esta selección no busca sentar cátedra ni imponer gustos: “¿Por qué este disco aparece y este otro no? ¿Este en el número 7 y este en el 25? En fin, da pie a un debate sano, para que se valore y se hable de música”, dice Carrillo. Y ese diálogo es precisamente el que ha definido el estilo de Rockdelux desde sus inicios: abrir espacio a lo marginal sin despreciar lo popular, hacer listas, pero también desmontarlas y, sobre todo, crear comunidad en torno a la escucha crítica. “Creo que es un pequeño acontecimiento que una revista haya llegado al número 400, con 40 años de vida, teniendo en cuenta que las revistas musicales en España aparecen y desaparecen, aunque haya alguna, como Popular 1, por ejemplo, que es más antigua en el tiempo”.
La publicación de este número 400 supone, pues, la reafirmación de un proyecto que ha sobrevivido a todas las transformaciones del periodismo musical en España. “Estamos hablando de 51 años de historia si contamos que venimos del mismo tronco editorial que Vibraciones, que salió en 1974, y Rock Espezial, que apareció en 1981. Es una locura en el tiempo que se ha mantenido intentando hacer periodismo musical con criterio”, subraya Carrillo. Un criterio propio, alejado de lo comercial sin renunciar a él, que ha hecho de Rockdelux una voz indispensable. Por eso este número no es solo una celebración; es también un mapa del presente con memoria. Una forma de seguir defendiendo que se puede hablar de música sin dogmas y sin prejuicios. “Buscamos el futuro de la música intentando hablar del presente de ella, abiertos a cualquier cosa, sin tener un cariz reaccionario en la manera de ver el rock, como en otras revistas”, concluye Carrillo. Y al leer este número 400, lo que queda claro es que ese presente sigue teniendo una voz lúcida y necesaria, la de Rockdelux.
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