Los murcianos Viva Suecia llegan este viernes con su flamante disco El milagro bajo el brazo al MTV Music Week, en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, una de las actividades de los MTV EMA Sevilla 2019. Hablamos sobre este disco que los confirma como una de las propuestas musicales más sólidas de la escena española con Jess Fabric, el componente andaluz (Alcalá la Real) de Viva Suecia, que emplea con frecuencia, casi como un mantra, palabras como trabajo, pasión o privilegio.

–Viva Suecia ganó la edición de 2018 de los MTV EMA, celebrada en Bilbao. Allí se hicieron con el premio a mejor artista nacional, imponiéndose a Rosalía y Love of Lesbian. ¿Qué les supuso este reconocimiento?

–Estábamos en Colombia y nos despertamos con millones de mensajes, llamadas perdidas y felicitaciones en el móvil, y la verdad es que al principio nos costó creérnoslo. Y en parte nos sigue sucediendo porque no es un premio que recojas en un sitio concreto, nadie te aplaude cuando te lo entregan. Lo de ganar a Rosalía o a Love of Lesbian es algo demasiado fuerte, nos lo tomamos como una anécdota, porque no tenemos la sensación de que hayamos ganado a nadie. Además, no creemos que le pese a Rosalía no haber conseguido ese premio, con todos lo que ha ganado después, y lo mismo les sucede a nuestros compañeros de Love of Lesbian. Nosotros lo entendimos como un tremendísimo reconocimiento, sobre todo porque sientes el apoyo de todos los fans, ya que esto fue gracias a todas las personas que nos dieron su voto. En ese sentido nos sentimos arropados y protegidos.

–Con las entradas agotadas desde el mismo día en que salieron a la venta, ¿qué se van a encontrar los espectadores que asistan esta noche a su concierto?

–Van a encontrarse con el primer concierto de la gira tras la publicación de El milagro. Sevilla va a ser el primer lugar en el que se vea la nueva escenografía. Por tanto, se van a encontrar con algo muy especial, en lo que llevamos trabajando muy duro desde hace año y medio, de ahí que para nosotros sea tan especial este concierto. Es un espectáculo muy directo, muy equilibrado en cuanto al repertorio, ya que llevamos canciones del nuevo álbum pero también canciones de los discos anteriores que consideramos que no pueden faltar en nuestros directos.

–Tras Fuerza mayor y, muy especialmente, Nuevos principios fundamentales, dos discos que lograron el reconocimiento casi unánime de crítica y público, ¿qué supone El milagro en la trayectoria del grupo?

–Para nosotros ha sido un gran reto, sobre todo después del disco anterior, con el que todo nos fue tan bien. Pero esa presión, lejos de ser algo que nos oprimiese, hemos sido capaces de convertirla en un elemento positivo. Y por tal motivo, en vez de estar en el local de ensayo acojonados, hemos querido arriesgar y salir de nuestra zona de confort. Teníamos claro que en dos discos no puedes demostrar todas las cosas que tienes en la cabeza, todas las canciones que te gustaría ofrecer. Con este disco hemos hecho un ejercicio de libertad, y nunca tuvimos en cuenta si era el tercero, el de la consolidación o el del mantenimiento. Hemos arriesgado porque no nos queremos convertir en unos funcionarios de la música.

–El milagro es muy Viva Suecia, en su sonido y en su propuesta, pero en cierto modo en una especie de versión mejorada. ¿Entienden que la evolución de una banda se encuentra en apuntalar su propia personalidad?

–En realidad se trata de evolucionar, algo que hacen todas las bandas de un modo u otro. Cambias, comienzas a hacer cosas diferentes, y esa evolución forma parte de tu sonido... Viva Suecia es Fuerza mayor, es Nuevos principios fundamentales y también es El milagro, un disco que resume perfectamente cómo entendemos la música hoy por hoy. Afortunadamente, hemos tenido la oportunidad de grabar un disco con más medios, sin mirar el reloj. Nos hemos podido dedicar a tiempo completo a componer y tocar. Hemos hecho cosas que antes no podíamos hacer porque estábamos más limitados y ha sido más fácil dar todo lo que llevábamos dentro.

–¿Cómo ha sido el proceso de creación del disco? ¿Qué papel ha jugado el productor Carlos Hernández (Pereza, Los Planetas, Carolina Durante...)?

–Ha sido un proceso muy fluido, no somos capaces de componer canciones de manera forzada. De hecho, cuando lo hemos intentado forzándonos un poco, no nos ha salido. Todas las canciones del disco han surgido de manera totalmente natural, en el local de ensayo, tocando los cuatro componentes de la banda. Con Carlos Hernández hemos hecho un trabajo conjunto de producción, y en el estudio de grabación hemos sido casi un mismo ente. Musicalmente hablando es alguien muy importante y en el anterior disco contamos con él porque nos gustaba mucho lo que había hecho con otras bandas. Nos sentimos muy cómodos con él porque nos entiende y lo consideramos un miembro más del grupo. Para El milagro podríamos haber contado con otros productores, pero tenemos claro que Carlos Hernández es Viva Suecia. Y no sólo hablamos de formas de entender la música, también de empatía.

–Tiene El milagro un punto bipolar, ya que combina esas características letras, a ratos pesimistas, que podrían entenderse como marca de la casa, con momentos realmente luminosos y vitalistas...

–Esto es algo que decimos con frecuencia: para hacer canciones tienes que estar un poco hundido en la mierda. Los días en los que estamos felices, riendo, de bromas, no componemos canciones, no sale nada esos días. Esa parte cortavenas de Viva Suecia sigue estando ahí, a pesar de que nuestras vidas han cambiado muchísimo en los dos últimos años.

–¿De existir, cuál sería la clave de su éxito?

–La clave del éxito no la tiene nadie, lo único que podemos dar por totalmente cierto es que hemos conectado con el público. Y si tuviéramos que buscar una explicación, ésa no sería otra que el trabajo. Trabajamos muchísimo, sin descanso y con una grandísima pasión, intentando componer las canciones que nos gustan y que nos gustaría escuchar en otras bandas. Nunca hemos grabado una canción que no nos convenciera del todo. Somos muy honestos en ese sentido, trabajamos con el corazón, porque por algo trabajamos en lo que realmente nos gusta.