TIEMPO El último fin de semana de abril llega a Sevilla con lluvia

DERBI Horario y dónde ver el Betis-Sevilla

16:09. Esta tarde vengo con los ánimos bajo mínimos, como si me hubieran desenfuchado. Parezco Tom Hanks al principio de Joe contra el volcán (https://www.youtube.com/watch?v=Kc9357vJTSM&t=77s), que llega al tedioso curro como el que va al cumpleaños de su suegro. Amargado, hipotenso, con sueño. Me doy un aire en los andares a Pepe Izquierdo, campeón mundial de arrastradores de pies. Pesa un quintal cada pinrel y cuesta subir las escaleras para jugarme la vida con el café de la máquina (que abran los bares, por favor). Mientras espero, salgo a la azotea lacio perdido a fumar un cigarrito. Oigo voces; no, son risas, ruidos, juegos de manos, gemidos. Unos vecinos de enfrente, ocultos tras el cañizo, están dándose su merecido mutuamente. Mutualizando el deseo, que dirían estos políticos. Undécimo mandamiento: "No molestar". Me giro despacito y sigiloso como la Pantera Rosa vuelvo sobre mis pasos, entro otra vez, cojo el café, le doy vueltas con el palito y suspiro, inspiro, aspiro, traspiro... Me piro: "Hoy no es mi día".

18:15. Un pajarito me ha filtrado que el martes llegó al periódico una caja repleta de botes de gazpacho y salmorejo. El envío era para toda la redacción. La redacción soy yo, el Luis XIV de la calle Rioja, vaya. Pero me han hecho el vacío los queridos compañeros que atienden en la recepción y se han repartido entre ellos las delicias de la tierra. Se han disculpado por olvidarse del Rey Sol... No pasa nada, chavales, tampoco eran botellas de Jameson. Un indigente con la cabeza perdida y un cartón de tinto en la mano pasa por debajo formando mucho jaleo. Hace una parada técnica delante de la entrada. "Yo me cago en los muertos de... Diario 16". Yerra con el insulto o se cree que vive en los 80 o los 90. Como debo ser familia de la mujer de Lot, ya estaba yo asomado. "Y tú qué miras, gafotas". Ahí lo ha clavado. Undécimo mandamiento, me repito: "No molestar". Y menos a estos pobres pirados.

19:45. "Todo mal". Es un aserto periodístico, al menos por estos lares. También usamos el "¿todo mal?", aunque como pregunta retórica porque nosotros redactamos la Ley de Murphy. Más razón que un santo tenía Van Gaal. No valemos para cirujanos porque antes de abrir a un paciente en el quirófano le estaríamos diciendo a la familia: "Vamos a intentarlo pero la cosa está muy fea". "Doctor, si es un bulto de grasa en el brazo"... En fin, si quiere a alguien negativo y cenizo en su vida, cásese con un periodista. El recuento de las veces que al teléfono he escuchado, afirmado o preguntado "todo mal/¿todo mal?" en menos de tres horas asciende a 23, tirando por lo bajo. Disuada a su hijo si es un poco depresivo para que curse Ciencias de la Información. Por cierto, me ha entrado la risa al leer en una web "Quim Jong-un..." en vez de "Kim Jong-un". He mezclado en mi mente las imágenes del norcoreano y de Torra. Vaya cuadro cubista. Iba a llamar al periódico para que lo corrigieran y me lo he pensado mejor. Undécimo mandamiento: "No molestar". Aunque la bacalá sea del tamaño del Camp Nou. To be continued...

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