Resutados elecciones País Vasco: el PNV gobernará pese al notable avance de Bildu
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Los pronósticos fueron buenos y se cumplieron a rajatabla en las elecciones en el País Vasco. El PNV y EH Bildu firmaron tablas al empatar a escaños (27), aunque los primeros ganaron en votos por algo menos de 30.000 papeletas de margen y se mantendrán en el Gobierno de Euskadi, pese al zarpazo –a punto de ser sorpasso– de los abertzales, con el respaldo, nuevamente, del PSE, que ha obtenido dos asientos más (12) en Vitoria mientras el PP agarra uno más (7) respecto a 2020. Sumar entra en la Cámara de Euskadi y Vox retiene su único escaño, mientras Podemos se queda fuera del arco parlamentario al perder sus seis representantes, en una jornada en la que la participación en las urnas fue de un 62,61% y la abstención rebasó el 37% (37,39%).
Imanol Pradales, el aspirante del PNV que este domingo cumplió 49 años, relevará como lehendakari a Íñigo Urkullu con el respaldo de los socialistas, que otra vez tienen la llave del Ejecutivo de Ajuria Enea. El dirigente nacido en Santurce comenzará ahora una nueva etapa de regeneración de la formación conservadora, aunque cuenta con menos apoyos que se predecesor, pues el PNV perdió cuatro asientos respecto a 2020. Los jeltzales, que han gobernado Euskadi en todas las legislaturas salvo entre 2009 y 2012, alcanzaron 11 escaños en su principal feudo, Vizcaya, dos menos en Guipúzcoa y siete en Álava. Pello Otxandiano, que saca pecho al obtener el mejor resultado de siempre de EH Bildu, logra 11 asientos en Guipúzcoa, ocho en Vizcaya y otros tantos en Álava; en total, seis más que hace cuatro años. Por consiguiente, ambos partidos lograron un empate inédito en el Parlamento Vasco. Los partidos nacionalistas rompen su techo electoral de 52 parlamentarios al conseguir un total de 54 representantes.
El PNV siempre gana. Bueno, casi siempre. Así era. En los doce comicios autonómicos precedentes, entre 1980 y 2020, ocupó la primera plaza en votos una y otra vez. Sana y triunfante costumbre. Eso sí, en escaños le birló tal honor el PSE en el 86 (19 para los socialistas frente a los 17 de los jeltzales), pero José Antonio Ardanza mantuvo el sillón en Ajuria Enea, y el poder se lo arrebataron entre el PSE y el PP en 2009, cuando Patxi López, gracias al respaldo de Antonio Basagoiti, descabalgó del trono a los peneuvistas. Una y no más.
Pero este 21 de abril inquietaba a la formación dominadora por el crecimiento de EH Bildu. Las encuestas ya apuntaban a que los abertzales romperían de largo su techo en Euskadi: 21 asientos en 2012 y otros tantos en 2020. El descalabro de Podemos, una versión más de carácter social de los ex batasunos y el blanqueamiento auspiciado por el Gobierno de Pedro Sánchez han permitido subir como la espuma a la coalición independentista liderada por Otxandiano y dirigida aún por el sempiterno Arnaldo Otegi. La estrategia, a la vista del estupendo botín en las urnas, le ha salido perfecta a EH Bildu, que aun sin poder alcanzar el poder en el Ejecutivo de Vitoria, ha demostrado que los años oscuros de ETA han quedado atrás para muchos ciudadanos y ya no le resta apoyo alguno, acaso más bien al revés. Es significativo e histórico el adelanto de los ex batasunos en Álava, donde ha ganado por primera vez en unas elecciones autonómicas al rebasar en escaños a los peneuvistas (ocho por siete). Sumar, por su parte, agarró ssu único asiento en el Parlamento en esta provincia.
Sale reforzado de este 21-A el PSE, que crece y revalida su condición de socio indispensable para gobernar en una jornada en la que atrapó 25.000 votos más respecto a 2020 y subieron de 10 a 12 escaños, su mejor resultado desde 2012. En cambio, el PP de Alberto Núñez Feijóo subió ligeramente con un asiento más (7) que hace cuatro años. Sin embargo, no cumplió su desafío de tener la llave en Euskadi –dado que PNV y PSE vuelven a sumar mayoría absoluta con 39 escaños de 75 posibles– ni arrebató a Vox su único escaño en Álava.
Al final de la jornada, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, destacó que tras haber ganado en votos, su partido "asume la responsabilidad" de conformar el próximo Gobierno Vasco, que será, prometió, "plural". "Daré todo por Euskadi, todos y cada uno de los días", aseveró Pradales.
Otxandiano, a su vez, celebró por todo lo alto esto resultados "históricos" para Bildu. Y fue tajante: "El cambio está en marcha y es imparable".
Mientras, el candidato del PSE, Eneko Andueza, valoró haber obtenido "un extraordinario resultado" y anunció que con los escaños obtenidos los socialistas vascos decidirán "con responsabilidad" para "responder a la mayoría de la sociedad que quiere una política que se olvide de mitos y de aventuras". "Los socialistas volvemos a ser decisivos en Euskadi. Seguiremos trabajando para mejorar la vida de la gente", escribió en las redes sociales el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
En un par de meses será investido el lehendakari. El candidato necesita la mayoría absoluta de la Cámara (38 escaños) en la primera votación y la mayoría simple de los votos emitidos en la última. Pradales ya aguarda el día tras regalarse en su cumpleaños un triunfo que vale el mando en Ajuria Enea.
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