La ventana
Luis Carlos Peris
Callejeando en el vacío
Asunto muy feo el pulso que el Barça le está echando a la patronal para seguir utilizando a Dani Olmo y Pau Víctor. Es una rotura de la baraja con la que se rige el fútbol profesional en este país tan especial. Y es que por si fuera poco el pleito, la aparición en escena del Gobierno no ha hecho más que dotar al asunto de una pestilencia insoportable. El hecho de desautorizar a la patronal hace que el tema rompa en inadmisible.
Mal que bien, el fútbol profesional iba caminando de forma que lo hacía más asumible. Aquellos planes de saneamiento que ejercían de salvavidas en las vacas flacas han desaparecido y no tiene el Estado que salvar a náufrago alguno. Medidas desagradables las de impedir las inscripciones en el caso de números rojos y que tanto perjudicaron a bastantes clubes, ahora dejan de tener efecto para un omnímodo club que está claro que juega con mejores cartas que sus rivales.
Y ahora, cuando el CSD deja con el culo al aire a Tebas y la compaña, el Fútbol Club Barcelona emite un comunicado tremendo. Estamos en época de comunicados de alto voltaje, pues si el Barça arremete contra la patronal, su homólogo Real Madrid se había adelantado atacando al arbitraje. No hay que ser muy listo para afirmar que si esos dos comunicados estuvieran emitidos por clubes de menos poder, las consecuencias habrían sido irreversibles para sus autores.
Y en el meollo de este asunto, el papelón del CSD, órgano ejecutor del Gobierno en materia deportiva, poniéndose a favor del club catalán es un terremoto que descontrola las cuadernas de nuestro fútbol profesional. Con el plácet a los deseos del Barça, con qué fuerza moral podrá la patronal exigir el exacto cumplimiento de las normas económicas al resto de sociedades que componen el fútbol profesional de este país. A ver cómo se recoge toda el agua derramada.
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