La ventana
Luis Carlos Peris
Vísperas de mucho...
Archisabido es que el coche en Sevilla es un artículo perfectamente prescindible. Usted va en su coche a cualquier parte y hasta ahora se llegaba bien, pero el problema radicaba en a ver dónde se deja mientras usted resuelve la gestión a que se ve obligado. Con la proliferación de esas zonas azules que tanto huelen a afán recaudatorio, el aparcamiento se hacía rotatorio y algo facilita las cosas, no mucho. Se llegaba a la conclusión de que el coche era un objeto prácticamente inservible y que sólo era útil para ir a la playa y asuntos de ese tenor. Bueno, pues ahora con la coincidencia de las obras, que son innumerables, el coche es un artículo inservible con el que, además, puede usted caer en un estado rayano en la paranoia y el ataque de nervios. En estos días y va para meses, el asunto se ha agravado de forma desmesurada con esa reurbanización de Torneo que va a resultar en la pérdida de dos carriles, con lo que esos atascos tan habituales en tamaña vía se han convertido en absolutamente insoportables.
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