
Tribuna Económica
Carmen Pérez
Para octubre de 2025
Dos compromisos de muy diferente calado polarizan la atención en el fútbol nuestro, el fútbol según Sevilla. Un partido aparentemente asequible, muy asequible, el que tiene por delante el Sevilla en Valladolid y cierre de domingo entre enemigos directos y que en los últimos cursos han sostenido unas carreras muy intensas. El Sevilla saltará al frío de la estepa en horario de sobremesa y el Betis cuando sea hora de cenar ante la Real.
Dos puntos arriba los donostiarras y el común denominador de un estado de optimismo por sus triunfos del jueves en Europa. La Real en Dinamarca y el Betis en Bélgica dieron buena cuenta de sus adversarios a la par que allanaron caminos en sus respectivas competiciones, aunque lo de hoy es otra historia. Se trata de la Liga, palabras mayores, y un triunfo bético tendría carácter de sorpasso en la tabla que alegraría considerablemente el panorama a los de Pellegrini.
Es un pleito de alto nivel el de la noche dominical en Heliópolis y como el mejor dopaje en fútbol es la victoria, ya casi ni se habla de ausencias. Lo perentorio ahora en la casa bética es que Isco y Lo Celso se complementen para el buen funcionamiento del negocio. Y cuando empiece a rodar el balón en Heliópolis ya sabremos qué pasó en Valladolid entre el Sevilla de García Pimienta y de Lukebakio y el más amenazado de cuantos andan a machetazos por la supervivencia.
En Zorrilla, lugar en que el Betis cayó hace un mes, tiene el Sevilla la obligación de hacerse con todo el botín, lo que paliaría considerablemente el desencuentro de estos días entre las cúpulas del club. Y aunque el Sevilla anda con el plantel muy mermado por lesiones y sanciones, el equipo pucelano no debe ser obstáculo y sí plataforma para el impulso hacia zonas menos inhóspitas de la tabla. Domingo crucial para que el reflejo de los números dé pie al optimismo en ambas aceras.
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