Elogio de la lluvia y su bonanza

Siempre que llueve escampa, pero, caramba, ¿escampará alguna vez en esta nuestra tierra de garbanzos? Dicen que el agua es riqueza y el agua tiene su causa en la lluvia, conque de acuerdo en la conveniencia de ese líquido elemento que nos cae como el maná en forma de lluvia inmisericorde con tantos sitios donde se ha cebado. Afortunadamente, y hay que cruzar los dedos, vinimos al mundo en una zona donde la lluvia no se muestra tan inclemente como en esos desgarrados por la contundencia de sus chaparrones. Aquí, y seguimos con los dedos cruzados, la lluvia sólo nos fastidia cuando cae inoportunamente para ruina de acontecimientos como pasos o farolillos. También para convertir Sevilla en una especie de lacustre Venecia por los charcos fruto de obras mal realizadas, pero por lo demás...